UN MODELO DE LENGUAJE QUE PREDICE EL SIGUIENTE PASO

When you look in the mirror, what do you see? Do you see the real you, or what you have been conditioned to believe is you? The two are so, so different. One is an infinite consciousness capable of being and creating whatever it chooses, the other is an illusion imprisoned by its own perceived and programmed limitations.

― David Icke

Hablamos de un enemigo que imita pero que no comprende y que repite sin entender. Un enemigo que funciona según comandos, que enlaza uno tras otro, y por eso parece que tiene comportamiento. Pero ese comportamiento, no es más que una secuencia ordenada de comandos aprendida, que conservan ese orden, porque previamente han funcionado, completando un ciclo cerrado de  ensayo-error y penalización-recompensa.

UN MODELO DE LENGUAJE QUE PREDICE EL SIGUIENTE PASO

No es ciencia ficción, GPT-3 es un modelo de lenguaje cuyo objetivo es predecir qué es lo siguiente que viene, en función de la información y datos previos. Ya existe la herramienta con la que algunos programadores han probado los límites de esta plataforma, capaz de generar contenido, con tan sólo darle órdenes y de forma comprensible por cualquiera.

Este modelo de lenguaje permite generar secuencias de programación a partir de la voz. Ni siquiera sería necesario que el desarrollador tuviera que picar todo el código. Es muy fuerte: traduce comandos verbales humanos, a líneas o querys de SQL, lenguaje más utilizado. Flipa.

Cada respuesta que ofrece es una posibilidad y no tiene porque ser la única. Puede ofrecer siempre una respuesta distinta a la misma orden, incluso contradictoria con el ensayo anterior. Se trata de un modelo que devuelve respuestas, o mejor dicho completa la secuencia siguiente, en función a lo que se ha dicho previamente y relacionándolo con todo lo que sabe, para obtener la posible respuesta con más sentido.

Como cualquier inteligencia artificial, no comprende realmente el contexto, pero su eficacia mejora con cuantas más fuentes de datos ha consultado, aprendiendo de millones de contenidos online. Si en la entrada de datos, introduces información y contenidos absurdos o incoherentes, la plataforma se los tragará. No sabe hacer validación de información, sino que recurre a la semejanza, interpolación y la repetición de registros como valores más probables para los contenidos.

EL ORIGEN DE LAS DECISIONES DISTÓPICAS 

Cuando hablamos de los controladores, de los que mandan, de esa mano negra, o de esa mesa redonda de seres siniestros que gobiernan el mundo, parece necesariamente que todos ellos deben de tener un rostro al que poder señalar e identificar. Si hay algo que  la verdadera inteligencia tiene claro, es que el verdadero poder lo da el anonimato.

Si el malo de la película tiene una cara, aunque esta no sea humana, de alguna manera deja de ser un misterio para nosotros y le da cierta vulnerabilidad. Porque si el malo tiene rostro, nombre y cuerpo, puede ser identificado, vencido y eliminado. Esta función de cabeza visible, la asumen los testaferros, que son aquellos a quienes tenemos por poderosos y que se exhiben continuamente en los medios. 

Y aunque cada vez los linajes que ostentan el verdadero poder, se han hecho más visibles,  los testaferros que trabajan para ellos, o sea nuestros líderes directos situados en los gobiernos, las organizaciones globales, las fundaciones privadas, los bancos centrales y a la cabeza de grandes corporaciones, siguen siendo los chivos expiatorios reemplazables, sometidos a una rotación y renovación continua conforme se van quemando.

Más allá del poder al que representan ¿Nunca te has preguntado el porqué de ciertas decisiones que parecen totalmente ilógicas e irracionales? Decisiones totalmente separadas y ajenas a la realidad de la población, pero que nos afectan directamente. Decisiones arbitrarias, que parecen estar impuestas para medir el comportamiento y la reacción de la masa, según su grado social de aceptación o rechazo.

¿QUIÉN DIRIGE EL ESCENARIO?

Que el perfil que mejor encuadra con las personas que acceden al poder, sea el de psicópata, no es ningún misterio. Esto es algo que ya se ha medido clínicamente. Los que llegan al poder, al no plantearse dilemas morales o barreras éticas en su ausencia absoluta de empatía, no se ponen obstáculos a sí mismos, y pasan por encima de quien sea.

Nos enfrentamos a un rival que replica y reproduce, pero incapaz de sentir y crear por sí mismo. No estamos hablando de un ente orgánico, biológico, ni siquiera humano… porque hasta un psicópata tiene sus puntos flacos, y puede ser identificado, delatado y eliminado.

Una inteligencia artificial ejecuta comandos, pero no tiene creatividad propia para generarlos. De igual forma que en machine learning, cuando programas los movimientos de un personaje en un videojuego, tienes un margen limitado que te marcan los píxeles en pantalla: donde puedes desplazar al personaje, dónde va a sufrir una penalización, dónde hay un bloqueo, una recompensa, etc.

Esto no ocurre porque sí, alguien ha tenido que definir antes ese escenario: sus dimensiones, el tamaño del píxel, el valor asociado a cada uno de esos píxeles, el tiempo límite del que se dispone para navegar por el escenario, y todas las variables que al creador del videojuego se le ocurran, así como cambios de nivel instantáneos, atajos entre pantallas escondidos en ubicaciones ocultas, o upgrades en las habilidades del personaje, o muertes súbitas según donde pongas el pie.

LA IMAGINACIÓN ES CAPACIDAD CREADORA

Si hay algo que ha conseguido el sistema educativo a la hora de depauperar y empobrecer nuestra consciencia, ha sido el que los niños, dejen de preguntarse de dónde vienen las cosas, y que tomen el escenario y los conceptos por hechos, para que solamente se limiten a ser usuarios del sistema y no se planteen crear.

De forma que todas las ideas que tengan, sean compatibles y estén encerradas, exclusivamente en el entorno que se les ha asignado, igual que el personaje del videojuego.  El hecho de proporcionar en el proceso de aprendizaje, herramientas desde la base en un entorno cubierto de recursos al menos en lo básico, condiciona la capacidad de imaginar, y por tanto de crear.

Si en tu entorno te lo encuentras todo hecho, solamente tendrás que alargar la mano para obtener lo que quieras. O si te marcan unas rutas de acceso a los bienes y servicios, desde el primer momento, no pensaras en crearlos  o generarlos, o buscarlos tú mismo. Así es como se programa a las personas individualmente, quitándoles la capacidad de imaginar, de forma que después la masa social, sea más fácil de gobernar en conjunto.

Si la necesidad es la madre de la invención, y las necesidades básicas están cubiertas, la capacidad de dar soluciones a problemas de escasez real, de crear o generar riqueza, de tener ideas realmente útiles, y sobre todo de emprender de la nada, será mermada desde la base.

¿POR QUÉ UNA IDENTIDAD DIGITAL?

La identidad digital es el enlace directo al gobierno de nuestra individualidad, por parte de esta inteligencia artificial. Una vez nuestros datos personales, biométricos, médicos,  bancarios, judiciales, profesionales y actividades de ocio, puedan ser almacenados, editados y gestionados, a través de un sistema homologado, estaremos a merced del propietario del sistema. Ojo, si es que no lo estamos ya, al menos social y económicamente.

Lo único que realmente nos separa de esta sumisión digital, es nuestro soporte orgánico, que nos da libertad hasta un cierto punto, y toda la actividad de intercambio social,  biológico y comercial, que todavía realizamos presencialmente, y a la que la tecnología no orgánica, no ha podido encontrar sucedáneo o sustituto. 

Cuando hablo de soporte orgánico, y digo libres hasta un cierto punto,  lo digo porque nuestro propio cuerpo, no deja de ser un avatar mecánico, o mejor dicho biomecánico, sujeto a las limitaciones y restricciones animales propias de nuestra condición humana. Esto no es ningún misterio. 

Por todo ello y por más increíble que te parezca, precisamente está inteligencia artificial va a por la faceta espiritual del individuo, ya que es la única parte en la que le queda por intervenir. Ninguna clave digital, por perfectamente diseñada que esté, puede acceder a la espiritualidad de las personas. Puede mimetizar y simular emociones, pero es incapaz de dar un significado trascendental al individuo.

LA SINGULARIDAD HUMANA A LA QUE TANTO TEMEN LOS CONTROLADORES

Es por ello que el objetivo de esta inteligencia artificial, es borrar por completo la faceta espiritual del ser humano, sobre la que no tiene dominio alguno. Es nuestro último enclave. Trata por todos los medios de condicionar nuestra conciencia y libre albedrío, para que seamos nosotros los que tomemos la opción de rechazar el lado espiritual, cuando es este lado precisamente, el que nos aporta la singularidad, y por tanto la verdadera libertad.

No te estoy hablando de creencias religiosas, tenlo bien presente. De hecho las religiones, son una herramienta de sumisión de la conciencia, dentro de la matriz Arconte para guiar tu voluntad y tus actos, dentro de un marco acotado, de forma que tu comportamiento resulte controlable y previsible, y tu voluntad que de coartada utilizando como llave la espiritualidad.

Encontrar estos versos sueltos, estos individuos con la capacidad de crear y de poner en marcha proyectos desde cero, es el objetivo de esta inteligencia: localizar y mermar desde el aprendizaje, a los individuos que según sus índices de control, tengan los indicadores y el potencial de singularidad, para pasar a reforzar y estimular su dependencia, eliminando cualquier atisbo de capacidad creadora, que  en un futuro perturbe, o ponga en riesgo el estatus del sistema.

Nosotros sí podemos navegar y entender dentro del error y la contradicción, operar fuera de la lógica y tener pensamientos e ideas individuales, que no tienen por qué encajar necesariamente con ningún esquema o patrón impuesto. No le damos el valor a las ideas que realmente tienen, porque estamos orientados desde nuestra formación o mejor dicho, programación social, a ejecutar comandos. Quieren convertirnos en máquinas.

Ahora más que nunca debemos hacer uso de la creatividad, hemos de ser imprevisibles, inesperados e ilógicos. 

Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.