TU DERECHO A UN FINAL FELIZ 馃拡

Feliz: que tiene felicidad, ejemplo: hombre feliz. Estado feliz, que causa felicidad. Dicho de un pensamiento, de una frase o de una expresi贸n: oportuno, acertado, eficaz. Dicho, ocurrencia, idea feliz. Que ocurre o sucede con felicidad.

— Real Academia Espa帽ola

Preferir铆a no tener que rescatar a ninguna princesa de ning煤n peligro. No es una idea que me atraiga. Si me dan a elegir, mi plan probablemente sea algo que implique menos riesgo y menos romanticismo. En mi plan no entran ideolog铆as pol铆ticamente correctas, ni clasificaciones de g茅nero o identitarias, eso puedes tenerlo por seguro. Si estoy con una mujer, prefiero que ella no me necesite, que est茅 conmigo porque a ella le apetezca y me apetezca a m铆. Parece que esto que suena tan f谩cil, sea tan dif铆cil. Pero simplemente es eso, sin m谩s dramas ni m谩s cuentos.


Siempre nos han vendido un cuento. Y si no, al menos alguna vez te han tenido que contar uno. Nunca han faltado narradores o vendedores a lo largo de la historia, siempre han estado ah铆: cambiar谩n el cuento, cambiar谩n la narrativa, pero siempre habr谩 alguien que le cuente algo a otro alguien, y consiga que 茅ste se lo crea. Y aunque no se lo crea, va a seguir queriendo que se lo cuenten, porque le gustar铆a cre茅rselo, le gustar铆a saber qu茅 pasa al final. ¿Y qu茅 tenemos al final? ¿un final feliz? Seg煤n el contexto “un final feliz” puede significar una cosa u otra.

Preferir铆a que desde el gobierno, las instituciones y los lobbies, no se metieran en mi vida privada y que se dejaran sus leyes de mierda para sus adentros: c贸mo debemos hablar, c贸mo debemos mirar, c贸mo debemos cambiar, qu茅 debemos pensar y cuando podemos follar o cuando no. Es la dictadura y el adoctrinamiento dentro de la vida de la gente, tratando de controlar todo lo que hacemos.


Se supone que estamos viviendo nuestra puta pel铆cula, que aunque no tenga un final feliz, es nuestra y de nadie m谩s. No es que solo prefiera que no se metan, es que me niego a pasar por ah铆. Me niego. De verdad no entiendo como no salta la poblaci贸n y se rebela contra esto: dame pan y dime tonto. Estamos mejor alimentados que en la postguerra o en el medievo, pero desde luego, m谩s libres no somos. Todo lo contrario.

Ya no voy a hablar de ser bueno o de ser malo, voy a hablar de creer y de hacer; y de creer cuando se hace y no antes; porque creer y dejar lo que quieres en el aire, no cuaja. Y si no cuaja, no es real, no existe. Y si no existe… acabas creyendo mierda, que haces todos los d铆as pero que no era la que t煤 quer铆as hacer. Por supuesto estoy proyectando, todos los que escribimos lo hacemos. Escribir es una buena forma de hacer justicia, porque si escribes ficci贸n puedes poner las cosas en su sitio, o al menos, como a ti te gustar铆a que estuviesen.


El problema de haberte tragado cuentos que terminan con un final feliz, es que t煤 tambi茅n quieres tener el tuyo. Ya s茅 que somos mayores y que no estamos para cuentos, pero si seguimos viendo pelis y series, yendo al cine, escuchando m煤sica y leyendo libros, es que queremos ese final feliz que muy probablemente la vida nos niegue. Yo quiero tener mi final feliz, y para ello no necesito que me anime nadie. Quiero tenerlo, aunque no lo reconozca la mayor铆a de las veces, o me lo niegue a m铆 mismo porque sepa que en efecto, es solo un cuento y que detr谩s hay trampa.

Como s茅 que no soy el 煤nico que alguna vez ha picado el anzuelo y ha ca铆do en una trampa, o se ha dejado caer, mejor dicho, pues bueno… siempre podr茅 decir que estaba prevenido. No le voy a echar la culpa nadie, b谩sicamente porque no sirve de nada. No hay mayor cuento, ni mayor historia contra la que pegarse el hosti贸n, que las expectativas que se crea uno mismo, cuando imagina, o cuando espera, o cuando cree que merece algo mejor, esperando ese maldito final feliz que nunca llega. Porque cuando llega si lo hace, es por todo menos por lo que est茅s enfocado. 


No quiero coaching motivacional made in Youtube, no me interesa. No quiero escuchar a un individuo de imagen pulcra y din谩mica, que enganchado a un pinganillo, me diga que soy gilipollas, y que adem谩s lo soy porque he querido serlo toda mi vida… y hasta ahora no me hab铆a dado cuenta. Y que al final le de las gracias y le pague, por haberme llamado gilipollas: que si soy una bombilla, que me imagine a mi animal preferido, o qu茅 piense qu茅 me llevar铆a a una isla desierta, mientras me trago una presentaci贸n que me va a abrir la mente de repente… ¡dej谩rmelo todo claro por fin de una vez por todas! ¿C贸mo no me hab铆a dado cuenta antes? Lo dicho, les pagas por llamarte gilipollas, y adem谩s con raz贸n. Llega un tiempo, en el que ya sabes que no le puedes llorar a nadie.

Jam谩s pens茅 que admitir铆a esto, pero lo veo cada d铆a m谩s claro y muchos m谩s en el amor y en las relaciones: creo en el trabajo, pero no todo se trabaja. Hay cosas que se ganan, y no siempre se ganan trabajando. Hay cosas que te dan y cosas que te quitan, cosas que merecer铆as, cosas que mereces, que no tienen por qu茅 coincidir. Hay cosas que son del ser. Si: he dicho del ser; ahora entiendo lo de ser o no ser, he ah铆 el dilema… He tardado cuarenta a帽os de mi vida en verlo en tres dimensiones. M谩s vale tarde que nunca.

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