AMERICAN GODS Y LAS POLÍTICAS IDENTITARIAS ⛓

There's never been a true war that wasn't fought between two sets of people who were certain they were in the right. The really dangerous people believe they are doing whatever they are doing solely and only because it is without question the right thing to do. And that is what makes them dangerous. 

― Mr. Wednesday, American Gods

En los últimos años, puede verse y cada vez con menos disimulo, la influencia de los lobbies y grupos de presión, aparte de en los medios y en la educación, en las series de TV y cine como productos de consumo. Se puede afirmar en toda regla, que nos están metiendo ideología identitaria y lavado de cerebro a través de la taquilla y de la caja tonta. Lavado de cerebro en nuestro tiempo de ocio.


En series como American Gods o American Horror Story, la marca de las ideologías identitarias es clara. Da la sensación de que Hillary Clinton después de perder las elecciones contra Donald Trump, se ha metido a guionista de series de TV. Y bueno, pongo esos dos ejemplos como muy claros y muy obvios, pero no son los únicos ni mucho menos. A veces la destrucción o la muerte de algunos personajes, parece más una obsesión del guionista, que algo que tenga un sentido real en la historia que se cuenta. No se salva ni Game of Thrones. Prefiero que juzgues tú mismo, lo que ves y lo que consumes… y si en algún momento percibes que te la están metiendo con cuchara, obres en consecuencia. Debes ser tú mismo, el que decida hasta qué punto estás dispuesto a comulgar con las ideologías identitarias, no solo en tu tiempo de ocio, si no en tu vida privada. 

Las ideologías identitarias dividen a la sociedad en clases según sexo, raza y opción sexual. Establecen según sus propias categorías, quién tiene más derechos, quién domina y quién es oprimido, pretendiendo alterar las relaciones sociales, el consumo, el cómo ves las cosas, y el cómo las sientes, para adaptar el mundo que nos rodea a sus esquemas.

Para esto, la libertad del individuo al que consideran opresor: el varón blanco heterosexual, es erradicada, en función de no alterar ese esquema de infinita seguridad que pretenden implantar. Porque en sus dogmas, es el varón blanco heterosexual el único opresor, y todas las demás categorías sociales, las oprimidas. Independientemente de lo que yo como hombre, pueda pensar, creer, hacer o cómo me pueda comportar o sentir. Se me está juzgando por lo que soy y no por lo que hago. 


Esa seguridad irreal y artificial, pretende afianzarse a base de reclamos, sin medir en ningún momento los resultados, o las consecuencias que ello provoca en la vida individual de las personas. Porque esta vida individual y privada de cada uno, es intervenida de forma constante: diciéndote lo que debes hacer, lo que debes decir, por dónde debes pasar, y cómo debes comportarte, mucho más allá de los que es una conducta social apropiada y normal.

Todo para que alguien dentro de todas estas categorías ficticias, creadas por estas ideologías, no se sienta molestada, agredida u ofendida. Pretenden crear burbujas sociales, que llaman espacios seguros, donde legalmente sea imposible que a nadie le ocurra absolutamente nada. 

El problema es, que para que esta nueva forma de fascismo funcione, debe existir un enemigo al que señalar y del que haya que protegerse. Porque sin un enemigo, o sin un opresor identificado al que condenar y hacer pagar por todo, nada de esto tiene sentido. De hecho, ninguna ideología identitaria tiene sentido en sí misma, fuera de la mera exaltación. Cuando un colectivo se identifica y se diferencia, lo hace porque quiere ser reconocido, tratado y juzgado de forma diferente.

Y para esto, la moneda de cambio es la discriminación, hacia el resto de las personas que conviven en sociedad. Una vez señalado un culpable, entonces todos estos grupos de presión o lobbies, justifican cualquier reclamo o beneficio social para sí porque parten de una teórica desventaja al estar oprimidos. Es aquello del dame pan y dime tonto, pero adaptado a los tiempos modernos, de forma impuesta e institucionalizada, o eso al menos es lo que pretenden.


De hecho, ninguno de estos grupos de presión reclama igualdad, porque en el momento en el que se les declare o considere iguales, dejarían de percibir ese trato diferenciando y privilegiado que reclaman continuamente. Es a ellos más que a nadie, a quiénes les interesa que siga existiendo una figura, un agente, un culpable o un opresor al que señalar de forma continua, para que su reclamación tenga algún sentido.

Si no existe un opresor o un agresor en la cúspide de la pirámide, que ellos mismos han identificado como tal ¿quién paga entonces por todo lo que están reclamando? Si no hay un culpable señalado, a quien tasar por todo el daño generado por el mero hecho de su presencia y existencia ¿qué objeto tendrían estos lobbies? Debe haber un opresor, al que por ley obliguen a pagar, subvencionar e indemnizar, lo que estos grupos alegan por estar en supuesta desventaja social, de la que parece no quieren salir, para seguir existiendo como víctimas profesionales ¿Te das cuenta como de verdad sí es un negocio?

Comentarios

  1. ¡Hola Miguel! La verdad que al principio me parecía una locura ese plan que se están trazando con crear burbujas sociales, que llaman espacios seguros, donde legalmente sea imposible que a nadie le ocurra absolutamente nada... pero está sucediendo hasta en el tercer mundo. Estos "grupos" se han copiado el modelo de la iglesia de "Dios vs Diablo", donde paradójicamente si se analiza con frialdad, el Diablo no es tan malo y Dios no tiene nada de bueno, pero que más da, ellos creen ciegamente y repiten como los adictos a las sectas.

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    1. Y espera que en unos años no tengamos que ir marcados con un código de barras; o haya restricciones horarias para estar en la calle.

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