HOMBRE DISPONIBLE = HOMBRE DESECHABLE 🚽

It should take you exactly four seconds to cross from here to that door. I'll give you two.

— Holly Golightly, Breakfast at Tiffany's

¿Quién no ha idealizado a Audrey Hepburn? Cualquiera de sus personajes, fue siempre perfecto. Pues en la cita de inicio, Holly (Audrey Hepburn) le da dos segundos para largarse a su nuevo amigo Paul alias “Fred” (George Pepard), después de que éste se haya tragado una ristra de líos y experiencias, a las que responde dando su opinión sincera, sin darle la razón y sin decirle que sí a todo.


Cuando deseas algo con mucha fuerza, tu cuerpo y tu mente se ponen de acuerdo para buscarlo, obtenerlo y recibirlo. La mente en estos casos puede jugar malas pasadas, como hacerte ver un oasis en el desierto cuando estás sediento, un espejismo. Y es que nos enamoramos de lo que queremos ver en alguien, aunque no seamos conscientes de la realidad de la persona que tenemos delante. Debo darte la bienvenida a la idealización en las relaciones.

Cuando idealizamos a alguien, construimos un modelo de valores, que son los valores que a nosotros nos atraen y con los que nos sentimos identificados, sobre la persona con la que deseamos estar. Es nuestra manera más natural y humana de sentir esa conexión especial, de acercarnos a ella desde dentro. Esto no quiere decir que estemos acertando en absoluto, pero es algo casi inevitable el idealizar a la mujer que quieres, es como nuestra justificación del por qué nos gusta, por qué la queremos, por qué nos atrae, por qué la deseamos sexualmente… y por qué todos sus pedos huelen a rosas.


Y claro, como lo que quieres es estar con ella, tu disponibilidad se eleva a la enésima potencia, olvidando por completo la calidad del tiempo que pasabas con ella, o que has podido pasar hasta ahora, si estamos hablando de los inicios. Lo que empezaba siendo un reto, pasa a formar parte de una supuesta rutina o contrato de mínimos que tienes que cumplir. Si antes ibas a recogerla al trabajo, era algo especial. Desde luego, la primera vez que lo hiciste, fuiste un super héroe. Un tiempo después, ya lo haces a diario, no tiene sorpresa ninguna, y aparte de dar por hecho que lo vas a hacer, según el día hasta te comes una mala cara.

Ya parece que no es tan especial, pero ¿por qué? Todo empezó en el minuto 1 en el que comenzaste a idealizarla. Porque esa imagen en tu mente de una correspondencia tan exacta con tus valores, es la antesala de las primeras decepciones. No porque ella necesariamente haya actuado mal hacia ti, sino porque simplemente tendrá reacciones o respuestas, que no esperabas o que jamás creerías que vendrían de ella.


Una imagen ideal, es una imagen que para ti es perfecta ¿sabes qué roles generan una imagen idealizada de tu pareja? Pues está claro que, si ella es perfecta en todo, tú por consiguiente, no lo eres… Tú no lo verás porque te sientes feliz de la vida, pero adoptas un rol dependiente y de inferioridad. Cuando desde tu percepción, ella por ejemplo nunca se equivoca, o te cuesta contradecirla, o acatas para que no se disguste, estás tratando a tu pareja como un superior sobre todos los seres vivos. Te estás poniendo a ti mismo la matrícula de vulnerable, y eso de mostrar la vulnerabilidad, ya sabemos dónde termina

Este rol de inferioridad, al pensar que tu pareja es el súmmun y lo mejor que te ha pasado en la vida, que puede ser cierto… no te digo que no, pero el planteamiento es insano. A ti como su pareja, no te importará mientras te suenen bien todas sus respuestas y sus reacciones; pero eres tú mismo el que está quebrando la igualdad haciendo esto. Cuando a tus ojos tu pareja es superior a todos los mortales, estás poniendo la cuenta atrás para la decepción y te colocas en una posición de inferior valor. Y si tú te valoras menos o te valoras poco, nadie va a hacer ese trabajo por ti. Probablemente, intentes suplirlo con compensaciones y regalando aun más tu disponibilidad. O sea, poniéndote más barato.

El creer que ella es una reina, que es única e irrepetible, puede hacer que tus probabilidades de tener una relación tóxica suban como la espuma, porque vas a tender a justificarlo todo racionalmente, hasta cuando sea un daño contra ti. Esto por desgracia, es la rutina de muchos hombres maniatados, en su matrimonio. No les queda otra que justificar, que les traten como la mierda. 


Además de una “necesidad” de estar con ella, y de que apruebe todo lo que tu hagas. el pesar buen tiempo con él o ella, pero sientes que no es necesario, no te es suficiente. Todo esto puede que sea normal para ti, porque buscas aceptación y el no perderla, pero llega el momento en el que esto ya no es sano. Lo típico de una dependencia emocional suelen ser baja autoestima, cambios de ánimo, miedo al cambio, idealización excesiva hacia tu pareja, baja tolerancia hacia la frustración y un bajo concepto de ti mismo, incapacidad para poner límites y no poder decir que no, porque nunca lo habías dicho antes. ¿Te suena de algo?

Un hombre que idealiza a la mujer que ama, es un hombre que empieza siendo disponible, después dependiente, posteriormente un hombre abaratado, y que ya por último, se convierte en un hombre desechable. Que no se te olvide: amar no es decir que sí a todo.

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