¿NECESITAS ENCHUFE PARA ENCONTRAR TRABAJO? 🔌

People want to be told what to do so badly, that they’ll listen to anyone.

― Don Draper, Mad Men

¿Cómo es posible que semejante ejemplar, se haya colocado tan rápido y en una alta posición en otra empresa, después de haberla cagado tanto? Si por eso le echaron ¿no? Parece imposible. Seguro que, en mente tienes a algún tipejo o tipeja, sobre el que te hayas hecho esta pregunta. Hablemos con claridad: al menos por una vez, hagámoslo.


Ahí lo tienes: colocado y bien colocado, después de haber defraudado, después de haber metido a la empresa en pérdidas, de haber malgastado recursos, despilfarrado y haber tomado decisiones equivocadas, una tras otra, que han hecho perder tiempo, dinero, otros puestos de trabajo, y que además, le han desprestigiado profesionalmente hasta el fin de sus días. Pues ahí le tienes, de director del no se qué, en una de las empresas de la competencia, bajo otro paraguas, volviéndoselo a “llevar muerto”.

No sé cuántos de vosotros, ahora mismo estaréis retocando el CV para conseguir trabajo. Tampoco sé si lo estáis haciendo por necesidad, o simplemente porque queréis mejorar vuestro estatus laboral. El trabajo es un tema con el que nunca me verás frivolizar, aunque nunca lo hago… pues con el trabajo, menos aún. Como muchos de vosotros, yo también tengo un perfil en LinkedIn y otro en Infojobs, y éste último no lo utilizo desde hace años. Aunque Linkedin por ser más una red social y por ser más flexible, sí que me es más útil para compartir artículos de vez en cuando.

A través de esta red social profesional, sí he conseguido llamadas y oportunidades de empleo, aunque no he sido un profesional hasta el momento, que haya rotado o que haya cambiado de empresa muchas veces a lo largo de su modesta carrera profesional. Se puede decir que “estoy relativamente bien” y si llega el día, en que tenga que cambiar, probablemente sea más por la necesidad de hacerlo, que porque me apetezca.


No soy nadie para dar lecciones desde mi posición, que es la de un currito de toda la vida, o para decirle a alguien, cómo ha de hacer para mejorar en su trabajo, para ganar más dinero, o para convertirse en el objeto de deseo, de las empresas que están buscando perfiles profesionales concretos. Pero sí sé algunas cosas, que tengo comprobadas que funcionan mejor que cualquier CV. Igual tú también las sabes, y este texto te sirva solamente para confirmarlas.

Independientemente de lo que tú y yo podamos valer profesionalmente, la confianza, las amistades afines y los intereses, a la hora de seleccionar a alguien en concreto para un puesto de trabajo, más si es un puesto de responsabilidad, pesan mucho más que cualquier CV. En la política y en la vida profesional, por mucha democratización que se quiera visibilizar de cara a la galería, el “a dedo” o elegir a “la persona de confianza” sigue siendo el valor que más se da. Todos te dirán que no, que no es así y te darán ejemplos que les venga bien recordar… pero a estas alturas de la vida, profesionalmente te puedo decir, que o bien todos nos creemos mejores de lo que somos, o bien hay algo que no funcione acorde a lo que debería ser una buena praxis.

Lo primero es fácil de ver, porque nos pasa a todos o a casi todos: todos creemos que nos merecemos más. Y cuando vemos que nos pasan por encima, poco podemos hacer, porque sabemos que quien toma las decisiones, probablemente esté pensando en otra cosa, y no en los intereses de la empresa precisamente.


Es el enchufe de toda la vida, la confianza y el tener a los tuyos o a los que te vienen bien cerca, lo que sigue ganando por goleada la promoción en las empresas. Y no solo en las empresas, sino también en la administración. Al final somos personas, y decidimos en quién depositamos la confianza. Obviamente, preferimos tener a alguien cerca con el que tengamos afinidad, incluso si no está todo lo capacitado que debiera estar.

No todos funcionan de la misma manera, al menos en una escala profesional media-baja, donde quizás si se tienen más en cuenta los procesos de selección reglados. Pero en las capas más altas, donde la toma de decisiones tiene más relevancia, no se elige a los protagonistas en base al CV. Al menos, no echando un CV en una empresa, como tantas veces habremos hecho tú y yo llegado el momento.


En el nivel de toma de decisiones, siempre priman intereses que no tienen por qué estar relacionados con el buen funcionamiento, el rendimiento o la capacitación. Se elige por afinidad, por conocimiento de la persona, por conveniencia de tener a alguien que siempre te va a apoyar, o que no te va a dar problemas. Pero en esos niveles, no te van a pedir si tienes idiomas, o si estás al día en las últimas herramientas de venta del mercado. Porque eso se lo van a pedir, a quien probablemente sí vaya a ejecutar un trabajo, en capas inferiores cuya función profesional sea dependiente de la toma de decisiones de niveles superiores.

Más peso que cualquier CV, lo tiene tener a “alguien dentro”. Quizás en vez de ser tan correctos y creernos todo lo del mérito, debamos llamar a las cosas por su nombre. No por ser políticamente incorrectos o reaccionarios, sino porque es lo que pasa en muchas casas, que no se contrata: se ficha.  Y más que trabajar las disciplinas, compense trabajar más las relaciones sociales, el prestigio, lo que dicen de ti, y tus propias amistades, al mismo nivel que los conocimientos. 

Si haces bien tu trabajo, en efecto vas a estar toda vida haciéndolo, porque si funcionas bien donde estás ¿para qué te van a promocionar? Así en todo caso, quizás le intereses más a la competencia. Pero para eso, antes tienen que saber de ti. Con trabajar bien, no basta.

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