¿CÓMO SABER SI TRABAJAS CON UN PSICÓPATA? 🔪

There is an idea of a Patrick Bateman; some kind of abstraction. But there is no real me: only an entity, something illusory. And though I can hide my cold gaze, and you can shake my hand and feel flesh gripping yours and maybe you can even sense our lifestyles are probably comparable... I simply am not there.

― Patrick Bateman, American Psycho

Se mueven entre nosotros, pero no son como nosotros: Nos dirigen. Bajo una apariencia de humanidad, emplean nuestro lenguaje, trabajan con nosotros, se sientan con nosotros, comen con nosotros y se visten igual. Están integrados en sociedad, aunque no se sienten parte de ella. No son extraterrestres… mejor dicho: creo que no lo son, aunque cromosómicamente en algunos casos, supongo que también habría que demostrar lo contrario. Lo que sí nos han dejado claro hasta ahora, es que son más inteligentes y siempre van un paso por delante.


Si tengo que elegir una imagen cinematográfica que clave al 100% lo que es un psicópata profesionalmente hablando, enseguida me viene a la mente Patrick Bateman, interpretado por Christian Bale en American Psycho (2000). Aunque un psicópata en la vida real, no tiene que ser necesariamente un asesino; ese sea quizás el detalle de peor fama que ha arrastrado el mundo del cine, las series y la literatura, a estas personas que lo son, aunque no lo parezcan… una vez tratas de investigar qué hay allí dentro de esa cabeza.

Imagínate que fueras una persona sin remordimientos, que fueses capaz de pensar y actuar siempre en tu propio beneficio, sin sentir culpa. Imagínate que tus miedos o tu prudencia, estuvieran siempre bajo control, y fueran simplemente, elementos calculados dentro de tu proceso de toma de decisiones; que no te importara lo más mínimo, como se sintieran las demás personas que te rodean; y que aparte de todo esto, pudieras dormir por las noches como un bebé, con la conciencia bien tranquila. Dime quién es capaz de parar a una persona, con ese mapa mental. 


Dudo mucho, que se pueda acceder a un puesto de verdadero poder, sin cumplir en mayor o menos grado, con las características de un psicópata: ausencia de empatía, seducción, capacidad de persuasión, inteligencia, ausencia emocional y egoísmo primario. Hace falta todo esto para llegar muy arriba, porque más que una cuestión de mérito, es algo shakesperiano: ser o no ser uno de ellos: un psicópata. Alguien, para quien no cuentan las emociones a la hora de tomar una decisión, y capaz de separar completamente, el yo del entorno.

Siempre te los vas a encontrar en las capas altas, con apariencia impecable y con un control de sí mismos, que para cualquier ser humano con sangre caliente, sería imposible de igualar. Como saben estar por encima de todo, proyectan una seguridad y un aplomo, que genera una atracción muy fuerte en el sexo opuesto. Vamos, que no tienen competencia: saben hacer que los demás trabajen para ellos, utilizando a sus compañeros y empleados como escudos humanos, de forma que nunca o casi nunca se exponen. Por eso mantienen siempre una posición tranquila, porque dejan que los demás se maten profesionalmente entre ellos, haciéndoles el trabajo sucio.

Nunca intiman, ni siquiera con sus parejas, en la que generan admiración y seguridad, pero no intimidad. Les basta con decir lo que ellas quieren oír, sin dar nada de sí mismos. Por eso es difícil encontrarles un punto débil. En ese sentido, nunca revelan información que les pueda delatar, o que les pueda comprometer, a menos que esta sea falsa o parcial, para poner a prueba a quienes les rodean. Dejan hablar, escuchan y lo recogen todo: todo lo que puedan instrumentalizar para mantener ventaja, puedes estar seguro que no se les va a olvidar. 


Una de sus debilidades es el ego: necesitan demostrar que están por encima y no solo eso, hacer que los demás queden como inferiores a ellos. Por ahí se les puede coger: pueden caer en un exceso de confianza en sí mismos, cuando les adulan o les halagan, porque eso es lo que quieren por encima de todo, reconocimiento, alto valor social y que sea otro quien trabaje para ellos

Otra debilidad, es que al no tener ningún problema para mentir, cosa que pueden hacer sin que les suponga ninguna contradicción interna, para cubrir una primera mentira, deberán hacerlo una segunda vez, una tercera y así hasta ser capaces de dibujar su propia realidad. Cuando nada de esto se sostiene, y su escenario queda al descubierto, es cuando son débiles: ya no les queda a nadie más a quien engañar, han agotado todo su crédito y solo les queda la huida: en busca de un nuevo entorno al que explotar.

¿Te has encontrado alguna vez con alguno de éstos? Igual tu jefe es uno de ellos, porque la primera posición en los cargos donde más psicópatas se encuentra, es la de CEO ¿qué te parece? Si ya te digo yo, que para llegar tan arriba…

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