HOMBRES EN HUELGA 👨‍🚀

That's one small step for a man, one giant leap for mankind.

― Neil Alden Armstrong, first man on the Moon Apollo 11 mission

Un hombre debería tener algo más importante que hacer, que conformarse con lo que pretenden que seamos hoy en día. Los hombres siempre han sido pioneros, han sido los primeros en jugarse la vida por defender, por salvar, por avanzar y por la supervivencia de los suyos. Hoy eso parece que ha dejado de importar. Parece que quieren borrar la historia, invisibilizar a la mitad de la población, demonizando todo lo masculino, con el fin de desplazar lo bueno y lo grande, que las manos del hombre, su inteligencia, su voluntad de lograr objetivos y alcanzar metas, no solamente por ellos, sino por todos, han hecho por la humanidad.

Todos estaríamos más cómodos en nuestra casa sin que nadie nos moleste, dedicándonos a lo nuestro: a nuestros proyectos, a nuestras aficiones, al deporte, a los negocios, a lo que nos dé la real gana… pero, cuando tenemos que hacer algo, lo hacemos. Y no siempre podemos elegir, tenemos que hacerlo y punto. Eso es lo que no parecen querer entender, las personas que pretenden borrarlo todo para quedarse con el fruto del trabajo del hombre, sin haberlo trabajado antes y sin haberlo ganado. No es más que una competencia desleal por los recursos, por quedarse con aquello, que no han sabido ganar por sí mismas.

Porque resulta, que a ganar por nosotros mismos, lo que hemos trabajado sin que nos lo regale nadie, algunas lo llaman privilegios. ¿Privilegios? ¿en serio? Trabajar y desgastarte, por ti y por los tuyos lo llaman privilegio… Cuando digo desgastarnos, soy literal: los hombres tenemos menos esperanza de vida. Yo lo llamaría responsabilidad. Claro, alguien que no quiere jugarse nada, porque no se atreve o porque no se ve con capacidad, lo llama privilegio: eso no es más que el reflejo de un profundo complejo de inferioridad, que pretende tener un lugar, en un mundo donde si quieres algo, tienes que luchar por ello. Y no todos, están dispuestos a luchar por lo que quieren, pero en cambio, pretenden obtenerlo por otras vías. 


Se supone que somos hombres malos, si somos capaces de conseguir cosas por nosotros mismos, lograr objetivos y alcanzar metas, porque tenemos la capacidad para ello. ¿Eso es ser un hombre malo? Y se supone que somos hombres buenos, si renunciamos a lo conseguido con nuestro trabajo, y lo regalamos o lo cedemos libremente o no, sin que se valore, teniendo poco más que una respuesta basada en el desprecio a todo lo masculino. Vaya, para que te llamen hombre bueno o aliado, debes lo primero de todo asumir una culpa histórica, sentir desprecio por lo que eres y además quedarte sin nada. ¿De verdad es eso lo que nos espera? Yo, me declaro en huelga.

Y me declaro en huelga, no de trabajo, ni de responsabilidades… me declaro en huelga de todo lo que no signifique vivir solamente para mí. Para dejar de participar en un sistema que pretende robarme mi esfuerzo, mis derechos y el fruto de mi trabajo, a través de una relación, a través de las leyes y a través de una dictadura políticamente correcta que invisibiliza cualquier elemento positivo que yo pueda aportar a esta sociedad, a una mujer, a una familia, a un trabajo, a un proyecto, o a una responsabilidad pública. Yo no voy a regalar mi parte, ni la voy a partir por la mitad: seré solidario con quien yo quiera serlo, si es que quiero serlo, porque está en mi libertad elegir dar o no dar. El expolio al varón no es justicia social.


Si no se nos valora socialmente, si legalmente no se nos considera iguales, y no solo esto… sino que se nos desprecia en una asimetría continua de derechos y obligaciones ¿Para qué narices vamos a sostener este sistema que nos condena, por el mero hecho de ser hombres? ¿para qué? Yo no quiero participar de un sistema que me condena y relega a un segundo plano. No he hecho nada para mercer un trato discriminatorio, no disfruto de ningún privilegio. ¿Lo has hecho tú? Si todo lo que hacemos no sirve, y un hombre es lo que hace ¿entonces para que seguir haciendo? Si hacemos algo que sea para nosotros, y que seamos nosotros lo que lo disfruten, que para eso lo trabajamos. Ni si quiera necesitamos discutir o crear confrontación, solamente debemos pensar en nosotros. No somos nosotros quienes están partiendo el mundo por la mitad.

A base de repetir que el varón blanco heterosexual es el mal en el mundo, que siempre lo ha sido, y que además, debemos estar continuamente pagando por ello, es algo que pretenden hacerlo verdad en la conciencia colectiva. Y si este es el tablero de juego que se nos impone, la única forma que tenemos de ganar es no jugar. Las normas del juego están programadas, para que si eres hombre pierdas, independientemente cuales sean tus opciones y tus decisiones. Vas a terminar siempre en la casilla de la calavera. No te comprometas, no firmes nada que te pueda comprometer, no hagas nada que no sea para ti o que no desees hacer. Recuerda: no le debes nada a nadie.

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