EMPRENDEDORES DIGITALES: LOS CLIENTES CUANDO COMPRAN, NO SON POLÍTICAMENTE CORRECTOS 💰

Help me out, what's the MIT mission statement? "To generate, disseminate and preserve knowledge... and work with others to bring it to bear on the world's great challenges". Well, you are the others. And, quiet as it's kept, the challenges facing you are the greatest mankind's ever known. Plus, most of you are broke.

― Tony Stark, Captain America Civil War

Si eres un emprendedor digital, me vas a odiar, a partir del segundo párrafo. Si no lo eres, pero te lo estás pensando… me lo acabarás agradeciendo. Decir hoy emprendedor digital, es lo mismo que decir freelance en general, porque ahora lo digital es el primer apellido de cualquier disciplina. Mi admiración, que la siento por los emprendedores, que se atreven a asumir el riesgo de no trabajar bajo un paraguas más grande, y se la juegan por sus propios medios. Queda dicho y lo repito: mi más sincera y profunda admiración. 

Yo no quiero ser un emprendedor digital, y además tengo razones de peso, para que esa sea la última de mis opciones, en caso de que no me quede otra solución de supervivencia. Los emprendedores que me estén leyendo se alegrarán en parte, porque saben que van a tener un competidor menos. Y es que el tema viene por ahí: hay más emprendedores digitales por kilómetro cuadrado, que letras contadas en el periódico del domingo. Es la guerra por la venta de pillar clientes para venderles transformación digital, o lo que sea… Lo que sea pintado de blanco que tenga digital en algún lado. 

Esto tiene su por qué, y no es precisamente porque en España tengamos espíritu emprendedor; porque esto sigue siendo un país de opositores, funcionarios, oficinistas, bares y restaurantes. Que sí, que ya lo sé… que los modelos económicos y los modelos de negocio, cada vez apuntan más a la calidad, a la sostenibilidad, a la automatización, al conocimiento y a un montón de cosas más que suenan muy bien, pero que realmente no salen del papel. Y te diré por qué, porque yo vivo de vender: porque lo que busca la gente a grandes rasgos, siguen siendo soluciones rápidas e inmediatas a todo lo que les pase. Ese es el gran misterio, y para cubrir esta demanda, pesa más la oportunidad que la inteligencia o el conocimiento. Si eres el primero, y además eres el que está más cerca, entonces vendes. Si no es así, te buscarán, pero solo hasta cierto punto. Hay más vendedores y emprendedores aparte de ti, recuerda eso.

Cuando los clientes potenciales buscan esas soluciones, tratan de hacerlo de la forma más económica posible, para cubrir esas necesidades. Una vez que ya tienen solucionando lo básico, si les sobra y si se ven con margen, ya se plantean o bien guardarlo, o bien invertirlo, o bien mejorar la calidad en lo que consumen, y ya si eso… se empiezan a plantear lo de consumir conocimiento, excelencia y todos los sellitos tan políticamente correctos, pero tan poco prácticos, porque a la hora de consumir, las personas buscamos cubrir nuestras necesidades, y por regla general, nos preocupa poco o nada, quedar bien socialmente. Comprando, no somos políticamente correctos.

Pero bueno, otra de las razones por la que no quiero ser un emprendedor digital más entre un millón, es porque el mercado de empleo ya se ha regulado a sí mismo, y ha dicho ¡basta! dejando a mucha gente fuera en los últimos años. Esto, es cualquier cosa menos una broma, siendo la única salida para muchos profesionales buenos en lo suyo, el autoempleo, emprender y buscarse la vida; porque llegado un punto… el mercado ya no absorbe más trabajadores por cuenta ajena. No queda otra, ya está. Y el que no se ha planteado esto y es padre de familia, ha empezado a pensar en opositar si le daba la cabeza y el tiempo, o a emplearse por debajo de su capacidad real, trabajando por debajo de lo que es capaz o dedicándose a otras tareas, porque la hipoteca es implacable y hay que pagarla mes a mes. 

Cuando se habla de que el mercado digital, o la robótica van a generar nuevos perfiles profesionales, y se necesitarán expertos que manejen estas disciplinas, se habla siempre en futuro, pero no se habla de la gente que ya se ha quedado colgada con 49 años, por decirte una edad jodida, para empezar de cero ora vez sin colchón. Parece que estos profesionales desaparecen de golpe, o se los come la tierra, porque nadie habla de ellos. Algunos han emprendido, otros no, y de los que lo han hecho… no tienes más que ver, la avidez con la que se ven obligados a vender a clientes potenciales. No todos los emprendedores digitales, son millennials recién salidos del horno, pero todos buscan ser subcontratados por grandes empresas; porque éstas son las que realmente generan, pese a quien le pese, puestos de trabajo con algo de estabilidad en contraste al resto del mercado. Y esto te lo digo, porque lo sufro a diario en linkedin: bombardeo.

Hay demasiado especialista demasiado especializado, en disciplinas que van a cambiar el año que viene; y que te va a vender un 10% de lo que necesitas en soporte, porque no sale de ahí. Hay uno que es especialista en SEO, después hay otro que te resuelve el reporting, otro que te resuelve el multimedia, otro que te vende una plataforma integrable con tu CRM, otro que hace captación de datos, otro que te lleva las rrss, etc. Cualquier cosa menos el producto, al producto te das cuenta que cada vez menos empresas venden cosas propias. Al final podrías montar un grupo o una empresa con todos estos especialistas juntos, porque realmente es como se funciona.  Si hay algo que nos ha traído a todos la transformación digital, es la necesidad de estar formándonos continuamente, y la de hacernos conscientes, más que nunca quizás, de que estando solos… no vamos a ninguna parte. 

Es por eso por lo que no quiero ser un emprendedor digital, ávido por vender el 10% de lo que una gran empresa necesite. Porque sin asociarse, es un camino destinado si no al fracaso, que no tiene por qué ser así… al menos a la ansiedad continua y a la dependencia total de los grandes. Porque la única manera de competir con un grande, es ser grande tu también. Si eres pequeño e interesas, el grande te querrá para él. Y de hecho esto ocurre, con empresas pequeñas que han tenido un muy buen rendimiento, una idea muy buena, o una solución que es realmente práctica: son adquiridas o compradas por empresas más grandes. 

Y no nos olvidemos de quién paga todo esto: el cliente. Ese cliente tan políticamente incorrecto a la hora de pedir y pagar por lo que realmente necesita: soluciones rápidas, que pueda asumir económicamente sin comprometerse en exceso, y sobre todo que funcionen. Hacer todo esto tú solo, a menos que tengas el don de la multiplicación, es imposible. Es por eso, que un emprendedor, nunca debería estar solo por muy digital que tenga su primer apellido. La supervivencia no está en vender, está en asociarse para crear algo más grande que tú.