7 RAZONES PARA EMPRENDER CON UN 2º TRABAJO 📌
This is the end result of all the bright lights, and the comp trips, and all the champagne, and free hotel suites, and all the broads and all the booze. It's all been arranged just for us to get your money.
― Sam "Ace" Rothstein, Casino
Le tengo mucha manía, tirria y alguna que otra fijación, a los gurús de la mal llamada autoayuda, a los coach de empresa y a los personal trainers… es algo que puede conmigo. Nunca he aguantado la presencia frontal de la perfección prefabricada, de la sonrisa Profident permanente o de los enunciados que te prometen éxito por un módico precio. Todo este universo me saca de quicio, pero por una buena razón: no me lo creo. El aura que desprenden es artificial, y yo como ser orgánico, imperfecto y falible (porque soy humano, y los humanos somos así), me rebelo ante ello. No es nada personal, pero prefiero la carne al plástico.
Pero debo reconocer, que aquel o aquella que me hablan de vivir de una vocación, a esos sí que los escucho. ¿Y sabes por qué? Porque eso sí que me lo creo. Y me lo creo, porque el ser humano cuando tiene una vocación, es feliz cumpliéndola sin apariencias. Un superviviente low-cost en occidente, que vive muy al día y siempre al filo de la dictadura de una nómina, suele tener sueños sencillos. Por eso me revienta cuando te prometen ganar dinero fácil, porque si quieres vivir de tu vocación… nunca es fácil. Los negocios que realmente dan dinero, suelen ser poco vocacionales: más prácticos desde luego, pero la vocación es otra historia. Si ahora hay algún emprendedor digital en línea leyendo esto, seguro que ya está pensando en contactarme para venderme su innovación tecnológica, y así “salvarme la vida”.
Aquí vuelvo a mi teoría, en la que en occidente nos creemos demasiado importantes, y por eso algunos le damos tanto peso a la vocación y a la auto-realización. Realmente no es más que eso: una afirmación de lo que queremos ser, para llegar a serlo… algún día. Pero claro, hasta entonces ¿no tendremos que vivir de algo? Sin ánimo de querer afectar a nuestros sueños, si no ponemos los pies en el suelo, no vamos a ninguna parte, ni a llegar a ninguna meta. Es por eso por lo que te quiero hablar de las razones, para tener un segundo trabajo. El primero, una fuente de ingresos que garantice tu supervivencia, el que sea: estamos en un país de opositores, afanados por obtener seguridad económica estatal, para dejar de preocuparse. Y el segundo, uno que te permita desarrollar tu vocación, en el que seas tú mismo… el que se dé sus propias órdenes.
RAZÓN
Nº 1 Ganar dinero rentabilizando tu tiempo libre: Sobre todo cuando empieces, no verás muy claro si vas a llegar a alguna parte, o si quizás no pasará de ser un simple hobbie… pero tu tiempo es oro. Y cada minuto que le dediques a crear, es tiempo que estás invirtiendo primero en ti, y después en el futuro. Nunca empieces algo, sin ánimo de terminarlo. Explota tus capacidades, si eres capaz de hacerlo por cuenta ajena, puedes hacerlo tú solo. Son tus capacidades lo que te dan de comer, si fueras un inútil no tendrías un primer trabajo. Aquí la pereza y el miedo a no llegar a ninguna parte, serán tus peores enemigos, porque parece que lo que haces en tu tiempo libre, no lo ve nadie.
RAZÓN
Nº 2 Trabajar en algo que te guste: Lo bueno de cumplir con una vocación que trabajas por tu cuenta, es que nadie tiene que darte su aprobación. Puedes empezar aprendiendo de otros que ya lo hacen, o que coinciden contigo, pero tu vocación es tu negocio personal. Quizás no te reporte todo lo que te gustaría, debes considerarlo, pero no tendrás que abordar ninguna relación de poder a la que debas someterte, porque estás bajo tu propio tejado. Tú mismo decides que nivel de compromiso estás dispuesto a asumir con tu actividad.
RAZÓN
Nº 3 Marcarte tu propio ritmo para crecer: sin condicionantes, sin jefes y sin gilipolleces, que para eso eres libre. Tienes gran parte de tu tiempo comprometido con tu principal fuente de ingresos, es algo que hemos aceptado para llevar una vida digna y poder vivir en sociedad ¿OK? Pero en tu casa, las normas las pones tú. Y quizás tu agenda para contigo mismo sea más exigente que la que te imponen en tu primer trabajo, pero eso solamente depende de ti.
RAZÓN
Nº 4 Tu futuro profesional: tu segunda opción, llegado el momento puede ser un colchón para el futuro. Tal y como está el mercado laboral, tarde o temprano tendremos que auto emplearnos. Es algo que se está viendo venir de lejos, y de a lo que a los gobiernos no les interesa hablar, porque son incompetentes para controlar la demanda de bienes y servicios, de un occidente cada vez más envejecido. Es lo que hay. Siempre hay que tener un plan B.
RAZÓN Nº 5 Diferenciarte de la competencia, pero de verdad: tu marca personal, tu forma de entender el negocio, el estilo con el que escribes, el tipo de imágenes que usas, tu logo, tu claim o tu subject… incluso tu forma de ver la vida, todo esto puede ponerse al servicio de tu vocación, y ser precisamente lo que te haga diferente del vecino de al lado. No estás solo, hay competencia, pero no encontrarás dos gotas de agua iguales. No te quieras parecer a nadie, no lo necesitas. Quédate con lo bueno de la competencia, que la habrá 100% seguro, pero trata siempre de tener una imagen y un vocabulario independiente.
RAZÓN Nº 6 Encontrar el hueco de una demanda real: Si nadie lo ha hecho antes, tú puedes ser el primero. Esto es lo que desearía cualquier emprendedor, y aunque la magia no existe, si no te expones a dar el paso de crear algo por tu cuenta, jamás sabrás si realmente funciona. Mientras otros se matan por competir en un mercado plagado de iguales, jugando con las mismas normas de comportamiento, y yendo todos a por lo mismo; tú tienes la oportunidad de ir a donde no apunta nadie. ¿Quién se ocupa de ese hueco? Podrías ser tú quien lo hiciera. El resto del ganado está sobre explotado, te lo aseguro. Para tener una posibilidad, hay que apuntar donde no apuntan los otros: tienes que crear tu espacio.
RAZÓN Nº 7 Mejorar tu vida social: Ya no estás sometido al circuito cerrado de casa-trabajo, trabajo-casa. Si tienes nuevas experiencias, puedes compartir nuevas experiencias. Puedes conocer a gente que también comparta esa vocación que tienes, o con la que te puedas asociar para tener más éxito, o simplemente compartir. Nadie avanza solo, es complicado: una segunda ocupación es la excusa ideal para conocer gente, personas de interés que como tú, quieren ver también su vocación cumplida.
Los proyectos no salen de un día para otro, pero lo más difícil es empezar y después tener la voluntad de mantenerse, cuando no se ven resultados inmediatos o suficientes. Crear no es una labor de impacientes, hay que equivocarse, probar y corregir. No necesitas que se te ocurran mil cosas, o perderte en disciplinas que no manejas, tienes que tomar una temática y unos contenidos que te digan algo, que te motiven y que puedas ofrecer, adaptándolos a la demanda del mercado. ¿Cuál es tu vocación y dónde está la demanda? Esta es tu primera tarea.
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