LA COSECHA: EL CICLO IMPLACABLE DE LA DEUDA 📈
I don't throw darts at a board. I bet on sure things. Read Sun-tzu, The Art of War. Every battle is won before it is ever fought.
― Gordon Gekko, Wall Street.
La idea de que muchas de las grandes fortunas mundiales, se han consolidado en origen cómo empresas familiares que prestaban dinero en su círculo cercano, no parece intuitivo de cara a ganar dinero. Pero cuando ves que ese patrón se ha repetido a lo largo de la historia reciente, te das cuenta de que se somete más con la deuda, que con la guerra.
Es más, el que se endeuda lo hace voluntariamente, o bien las presiones a la que es sometido para endeudarse son siempre condicionantes externos a los que podría renunciar en algún momento, pero ante los que finalmente cede. No hay peor esclavo que el que no es consciente de la jaula.
LO BÁSICO: EL VERDADERO OBJETIVO DE LA DEUDA
Si no partes desde una posición de poder, es complicado entender en un primer vistazo, todo el beneficio en el largo plazo que se puede obtener, forzando a un individuo, empresa o estado, a aceptar una deuda. Si eres el que tiene ventaja en la operación, entonces eres consciente que la otra parte no será libre hasta que salde la deuda.
Y cuanto más se alargue el plazo de devolución, más ganancia se obtendrán por los intereses, y mientras tenga el deudor una mínima solvencia, aunque el periodo se alargue en el tiempo, no tendrá una sensación de esclavitud acentuada, a menos que sea mínima solvencia se vea comprometida.
Al no estar involucrado como medio de vida en la especulación a pequeña o gran escala, en un principio no sale de ti prestar dinero a quien te lo pida. Ya que si no te sobran los recursos, para ti supone un sacrificio, o una inversión en confianza, independientemente de que ese préstamo o crédito esté formalizado, a menos que tengas una garantía que lo respalde y esté regulado por contrato.
Una vez que no se pueda hacer frente a esta deuda en cualquiera de sus tramos, si las condiciones de la operación no admiten una refinanciación a una moratoria, se procederá a la ejecución de las garantías. Por lo que el patrimonio puesto como fianza o aval, pasa a ser propiedad directa de quien ha prestado el capital. Esta es la ganancia que conjuntamente con los intereses, persigue realmente cualquier entidad que presta dinero.
EL SOMETIMIENTO DEL DEUDOR
El verdadero valor de generar deuda, es el sometimiento de la otra parte a unas condiciones, a unas políticas o a un contrato. No en recuperar el dinero en sí, sino en tratar de alargar lo máximo posible el periodo, aumentar la cuantía de la deuda sobre la marcha añadiendo nuevos inputs, y modificar las condiciones de la operación de forma que, el grado de sometimiento de la otra parte sea cada vez mayor.
Lo que no se plantean los solicitantes, es que las condiciones del mercado están reguladas por quienes tienen la capacidad de prestar el dinero, o de imprimir el dinero, o de regular dos tipos de interés a los que todos estamos sometidos una vez hemos asumido una deuda, directa o indirectamente.
Y cuando me refiero indirectamente, quiero decir que tú aunque evites comprometerte contractualmente con un prestamista, quizás tu entidad bancaria, o tus proveedores, o el pequeño comercio, por una nueva regulación han sido sometidos a una nueva carga de impuestos, y estos se traduce en un mayor coste de sus productos y servicios, que te han trasladado directamente a ti como consumidor. No necesitas firmar nada, la deuda te ha sido cargada indirectamente.
Quizás no te pueden robar o expropiar directamente de forma explícita, pero sí pueden alterar las condiciones del mercado, de forma que puedan asegurarse que un gran volumen de deudores, no van a ser capaces de soportar las cargas impositivas o las quotas, de forma que tengan que renunciar a las garantías que pusieron como fianza o aval.
EL FINAL DEL CICLO DE LA DEUDA: LA COSECHA
Y una vez que estas cargas nada ya no pueden ser asumidas, son las entidades las que se quedan con todo. Es por eso que pedirle dinero, a quién tiene la capacidad para regular las condiciones del mercado significa básicamente regalar de tu patrimonio al prestamista. Se ha instaurado la creencia como patrón, de que una economía está creciendo, cuando es capaz de asumir deuda porque los bancos vuelven a prestar.
Cuando los bancos vuelven a prestar, no se trata más que de un nuevo inicio de ciclo, en el que tanto particulares, autónomos o pequeñas y medianas empresas, vuelven a poner en juego parte de su patrimonio frente a quienes controlan las condiciones del mercado, siendo solo cuestión de tiempo que estos servidores de los arcontes, vuelvan a darle al botón para cerrar la pinza con una nueva crisis.
Esto pasa cíclicamente, pero no aprendemos. Es como si el ser humano cada vez tuviera menos memoria, y cayera una y otra vez en la misma trampa cíclica. Puede que cada crisis tenga un nombre y apellidos diferentes, pero el resultado siempre es el mismo: una cosecha económica, en las que las propiedades garantías y patrimonio cambian de manos, y en la que se pierden vidas humanas.
Esto sucede hasta tal punto, que no entiendo como todavía seguimos cayendo en la misma ley de recurrencia y nos seguimos endeudando, cuando la espiral ha quedado clara no solo en esta época, sino en épocas anteriores agravándose cada vez más, porque cada vez somos más seres humanos los implicados en esta trampa. Y por tanto, cada vez son más las vidas humanas cosechadas.
RESET Y REINICIO DEL CICLO
Al cambiar la titularidad de las crisis, atribuyéndolas cada vez a un agente responsable distinto, es una dificultad añadida a nuestra falta de memoria en sociedad. Eso pensando bien, porque a veces parece que el grado de inconsciencia es tal, que el ser humano no aprende. ¿El reset? Un hipotético cambio de paradigma, pero ¿quién lo promueve?
Como animales de granja, nos van engordando hasta que ya corren el riesgo de que podamos librarnos de esta deuda o de ese yugo, y si estamos bien, entonces no necesitamos depender de nadie, ni pedirle nada a nadie. Cuando el remonte de la deuda es una posibilidad, esta es la situación que a la corporación no le interesa y vuelven a pegar un volantazo a las condiciones del mercado para que la situación vuelva a ser insalvable.
Las narrativas cambian, pero el esquema se repite continuamente época tras época, ciclo tras ciclo. Así que comprenderás el porqué no les interesa que tengamos memoria y que los flujos de información y de noticias sean tan rápidos que no tengamos ocasión de pararnos a pensar y analizar, porque en cuanto pensamos un poquito, nos damos cuenta.
Por eso no salimos de una para meternos en la siguiente, y por eso cuando la gente se empieza a dar cuenta de lo que pasa, empiezan a prohibir todos los flujos de información que no son admitidos desde la línea oficial. La prohibición no es más que la prueba, de que la mentira no podrá sostenerse por mucho más tiempo.
No firmes nada que no puedas revocar. Mejor aún: no firmes nada.
Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.
Gracias por el reporte, con más o menos comentarios una cosa esta clara, tu consciencia libre y humana vuela por encima del "leviatan", no creo en dios, pero se que este se manifiesta desde personas como tú, dando luz a los sol-dados para vencer la oscuridad. Esperemos que pronto más gente tenga alas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. un fuerte abrazo y mucha energía.
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