REBELI脫N EN LA GRANJA 馃惙

The creatures outside looked from pig to man, and from man to pig, and from pig to man again; but already it was impossible to say which was which.

― George Orwell, Animal Farm


A nadie le gusta pasar por momentos dif铆ciles. Una cosa es que estemos acostumbrados a ello y cada vez m谩s, y otra muy diferente es que abordemos situaciones dif铆ciles por deporte. La vida no est谩 para dar muchos saltos y menos para buscarse problemas.

¿PODEMOS SER REALMENTE AUT脫NOMOS?


Si se nos echan encima  y no queda otra, en un momentos dif铆cil  podemos hacer dos cosas: reaccionar o escondernos. Reaccionar depende solamente de nosotros, nadie m谩s que nosotros mismos nos va a cobrar, por resolver nuestros propios problemas.


Tambi茅n puedes adoptar la t谩ctica del avestruz  y esconder la cabeza, pero bueno, si nos escondemos es cuesti贸n de tiempo, que el boomerang vuelva, porque siempre vuelve. Siempre. Si debes, te buscan. Y bueno, si reaccionamos en base a lo que nos toca y podemos resolver, pues OK... todo correcto. Pero como este no va a ser siempre el caso, m谩s de una vez y m谩s de dos, tendremos que pedir ayuda.

Estamos en un mundo en el que las manos desinteresadas no abundan. Normalmente puedes contar con la familia y los amigos. Normalmente, pero este no es siempre el caso y en muchas situaciones nos vemos solos.

EL PODER DE LA DEUDA 


Muchos creen que es el dinero lo que mueve el mundo, pero no es as铆: estamos en un sistema en el que tanto a las personas a un nivel individual, como a las familias, como las empresas y los Estados, se le somete a trav茅s de la deuda.


Un tipo de deuda que en primer lugar parezca asumible, pero que a cambio de poder ir pag谩ndola poco a poco, te comprometa a m谩s cosas, que el propio pago de esta deuda, y que te siga dejando algo de margen, para poder seguir asumiendo m谩s deuda hasta un punto. Es as铆 como se controla a las personas y a los Estados. No hay m谩s misterio que ese.

Mientras sigas debiendo, no tendr谩s el 100% de soberan铆a sobre tus decisiones, mientras el que presta, te pedir谩 favores qu茅 poco a poco ir谩n menoscabando tu propio espacio. Y qui茅n dice tu propio espacio, puedes hablar tambi茅n de la integridad territorial y comercial de un pa铆s.

Puede ser tambi茅n renegociar una hipoteca, volver a refinanciar todas tus deudas a un tercero, que las asuman te unifique el pago, alargando as铆 t煤 periodo de esclavitud, o pedirte un aval mucho mayor, para ampliar la deuda presente y en caso de que no puedas abordarla, quedarse con todo. ¿Te suena?

NO HACE FALTA QUE LA BUSQUES, YA TE LA OFRECEN ELLOS 


Por eso la manera m谩s inteligente desenvolverse en esta granja prisi贸n, es no endeudarse bajo ning煤n concepto. Cr茅eme que s茅 bien porque te lo digo, no te hablo solamente de una hipoteca que jam谩s firmar茅.


Te hablo que de forma muy sutil y con mucha ingenier铆a social de por medio, nos van proponiendo unos canales de desarrollo, tanto a nivel personal, profesional y econ贸mico, que nos encauzan hacia una misma direcci贸n: endeudarnos para someternos y que seamos totalmente dependientes no ya de los bancos, sino de la propia estructura del Estado.

El Nuevo Orden Mundial, no es m谩s que eso: un sistema de Macro gobierno, en los que los poderes pol铆tico, econ贸mico, social y religioso, sean codependientes entre s铆, bajo un mismo signo o entidad, que elimine cualquier alternativa fuera de su sistema.

Consisten b谩sicamente en qu茅 los canales desarrollo, est茅n encauzados de tal manera, al tratarse de un camino 煤nico, no tengamos ni que plantearnos una v铆a diferente. S铆 est谩 todo hecho y dise帽ado ¿para que pensar? Si qui茅n te da trabajo, sanidad, alimentaci贸n y a r茅gimen legal establecido, es la misma entidad, entonces no hay forma de evitar la deuda.

CUANDO LOS SALVADORES, SON ADEM脕S LOS CARCELEROS


Desconf铆a cuando te propongan un camino 煤nico, unidireccional y marcado, porque la parasitaci贸n arc贸ntica siempre empieza con un acuerdo que parece ventajoso. Y en el momento en el que aceptas las condiciones y firmes el contrato, te ver谩s sometido a la deuda no siendo due帽o de tus propias decisiones, ya que no ser谩s t煤 quien las tome. 


Si utilizas tu libertad, solamente en un primer momento para firmar ese contrato arc贸ntico, los medios para deshacerlo nunca van a estar a simple vista. Por eso siempre el primer paso y lo m谩s importante, es nunca endeudarse.

Porque si cedes tu poder en lo peque帽o, ir ascendiendo poco a poco. Ese es el carcelero el que te lo da todo, ser谩s t煤 mismo el que poco a poco, sea el primero en no querer salir de la celda.

Si en la prisi贸n tienes tu sustento, aunque no tengas libertad, escapar a un exterior desconocido, se te convertir谩 en un imposible por miedo a perder tu canci贸n carcelaria. Y a cambia te quedaras dentro de la jaula, pedaleando, d谩ndole vueltas a un engranaje, que enganchara con un eje de maquinaria, haciendo que este r茅gimen siga funcionando.

C脫MO SALTAR LA VALLA Y ESCAPAR


No aceptes su dinero, no comas su comida, no bebas su agua y no te refugies bajo su techo. No les debas nada.


Es una met谩fora preciosa y muy rom谩ntica ¿verdad? Dif铆cil de materializar, por no decir casi imposible. Estamos aqu铆 dentro y no fuera. Hemos nacido dentro de la prisi贸n, somos como el hombre que naci贸 dentro de la caverna de Plat贸n. Y como 茅l, creemos que el mundo es as铆 porque es lo 煤nico que hemos visto. Nunca hemos salido de la caverna y no sabemos qu茅 hay fuera.

Tenemos m谩s poder del que creemos. Uno solo a la contra, es el raro, el equivocado o el loco. Cuando ya hablamos de un grupo en el que varios, decimos que no a la comida de la prisi贸n, somos disidencia. Y aunque sigamos dentro del sistema, si no hacemos que los engranajes giren, el sistema se paraliza.

Cuando haya revuelta en la c谩rcel, vendr谩n los geos a contenerla, no lo dudes. Pero el sistema no puede permitirse as铆 mismo dejar de funcionar en alguno de sus bastiones, porque el resto puede ir detr谩s. Puede que no les queda otra que resetear el sistema, podemos obligarles a ello. Haciendo lo que nos dicen, no vamos a despertar ni escapar de la prisi贸n, porque seg煤n sus reglas la deuda no va a terminar nunca.

Sin deuda no hay sistema.

Somos antih茅roes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.


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