LA INTERVENCI脫N: EL EJEMPLO DE LA CUERDA

Cuando saqu茅is lo que hay dentro de vosotros, esto que ten茅is os salvar谩. Si no lo ten茅is dentro de vosotros, esto que no ten茅is dentro de vosotros os matar谩.

— Evangelio (ap贸crifo) de Tom谩s, logion 70. Textos de Nag Hammadi.


Me doy cuenta, al empezar a escribir, de que nada, absolutamente nada de lo que te diga, te va a facilitar tu camino individual. Y es que, por m谩s que sigamos a autores que nos den referencias, la experiencia en primera persona es lo 煤nico que merece la pena. No porque lo diga yo, sino porque es lo 煤nico que realmente funciona.

Han sido unos meses complicados, muy complicados y muy sometidos a la dualidad. Cuando no te queda otra que elegir entre A y B porque no hay m谩s opciones, tomas una decisi贸n sin saber realmente en d贸nde te has metido hasta que ya est谩s dentro. Seguro que es un buen reflejo del alma antes y despu茅s de acceder a lo que experimentamos como vida f铆sica.

Por el camino intentas racionalizar muchas cosas, la mayor铆a de las veces meras justificaciones. Intentas tomar decisiones seguras, intentas creer en ti, te fuerzas a salir de tu zona de confort y empiezas... o, mejor dicho, te atascas en el hacer en lugar de tomar conciencia del ser. Como si todo lo que hicieras tuviera que ser trascendental. Pero te das cuenta de que una cosa es el d铆a a d铆a y otra muy distinta tu esencia.

La intervenci贸n... No sabr铆a c贸mo decirlo de mejor manera o c贸mo expresarlo para que se entienda, porque no se trata solamente de hacer, sino de ser. Y que ese reflejo del ser, sea nuestra proyecci贸n en el entorno material, y sea realmente la experiencia que hemos venido a manifestar. Al final, esas peque帽as decisiones que tomas d铆a a d铆a son las que condicionan tu intervenci贸n aqu铆, m谩s all谩 del hacer.

LOS “TENGO QUE” Y ENTRAR EN MODO “HACER”


En resumidas cuentas, me estaba agobiando, y mucho, por no llegar a hacer lo que realmente quer铆a hacer, por no entender mi vocaci贸n. Y quiz谩s ese es mi atasco. No lo s茅. No s茅 si quiz谩s es el atasco de muchos otros que se ven enfrascados en el "tengo que" y en una lista de tareas que nunca termina, cuyo fin no es m谩s que la prolongaci贸n de la tarea y del proyecto anterior. Dejando en un segundo plano el ser para que prevalezca el hacer, en un circuito cerrado que siempre se repite y que se alimenta de s铆 mismo.


Llego a la conclusi贸n de lo f谩cil que es caer en la deriva del hacer, olvidando el sentido del ser. Y nadie me va a salvar de hacer lo que tengo que hacer, porque no hay sustituto. Soy responsable de mi propia vida y, por ende, de mi propio mantenimiento y sustento. Nunca he tenido m谩s claro que, teniendo una parte material y presente—por no decir indudable—, lo que no seas capaz de hacer por ti mismo, para ti mismo, nadie lo va a hacer por ti, creas que puedas pagarlo o no.

Me di cuenta, o mejor dicho, me obligu茅 a recordar que mi mente es un software y mi cuerpo un hardware. Conceptos que he repetido en innumerables ocasiones y que he tenido que hacer m谩s presentes que nunca para distinguir el ser del hacer. Puedo ponerlos en funci贸n del ser, si soy capaz de mantener mi consciencia donde ha de estar, centrada en lo de dentro, centrada en el ser, m谩s que en el hacer.

No es f谩cil cuando vives rodeado de ruido. Te das cuenta de que no existe m谩s paz o silencio que el que seas capaz de crear en ti mismo. Fuera de ti no hay paz, ni silencio, ni equilibrio. Al menos, no lo hay acorde a tu frecuencia, y esa es precisamente tu raz贸n de ser all铆. Porque eres t煤, soy yo, somos nosotros quienes, a trav茅s de nuestra intervenci贸n desde el ser, somos capaces de equilibrar la frecuencia all铆 donde nos manifestamos. Comprobar a diario, error tras error, que buscar este equilibrio fuera de uno mismo equivale a entrar en deriva.

LA MATRIX “NO SE DEJA”


Y cuando tienes la sensaci贸n de que el entorno y los agentes se alimentan de ti, de que todo el mundo te encuentra para buscar respuestas o soluciones, para depositar en ti responsabilidad y parte activa, ese es el mejor indicador de que no est谩s haciendo bien tu trabajo.


Mejor explicado: no es que hagas mal tu trabajo, es que est谩s cediendo al hacer en lugar del ser, desviando el sentido de tu vocaci贸n primordial. As铆 no ayudas. El ecosistema lucha por mantener su equilibrio y hace todo lo que est谩 en su mano para que t煤 formes parte de esa Matrix.

Por eso es tan dif铆cil hacer cambios en el entorno. La Matrix “no se deja” y te pone, si lo permites, en modo “hacer”, en modo “tengo que”, para que tu frecuencia primordial, aquella que has venido a manifestar, no haga cambios en este ecosistema cerrado. Y as铆 te conviertas en una pieza m谩s del sistema que lo haga funcionar sin generar un cambio. Por eso cuando entramos en modo “tengo que” da la sensaci贸n de que la tarea nunca termina.

Es por ello que buscar paz y equilibrio fuera de ti mismo es un imposible. No es as铆 como funciona. Ese equilibrio nace de ti, a trav茅s de la frecuencia que has venido a aportar en tu intervenci贸n individual. ¿C贸mo expresarlo para que se entienda? En la siguiente frase: "Lo que puedes hacer t煤, no lo puede hacer nadie m谩s por ti", har铆a el siguiente cambio: "Lo que eres t煤, no lo es nadie m谩s que t煤". Ese es el verdadero valor de la intervenci贸n: hacer desde el ser.

EL EJEMPLO DE LA CUERDA


Imagina por un momento que nuestra frecuencia de manifestaci贸n pudiera percibirse como una onda, materialmente reflejada, para entendernos, en una cuerda. La altura desde el suelo a la que fijamos esta cuerda ser铆a nuestra altura frecuencial. Tenemos que ir fijando esta cuerda punto por punto, como si fuera una catenaria, en todos los lugares por los que decidamos pasar. En algunos puntos estar谩 m谩s alta y, en otros, m谩s baja; m谩s o menos accesible, pero ser谩 siempre la misma cuerda.


El punto m谩s alto y el punto m谩s bajo son los que definen la banda de frecuencia de tu manifestaci贸n, la amplitud de tu onda. No todo el mundo llegar谩 a alcanzar el punto m谩s alto; quiz谩s m谩s personas llegar谩n a tocar los puntos intermedios y los puntos m谩s bajos. Y aqu铆 es donde quiero hacer m谩s hincapi茅: altas frecuencias no quiere decir "bueno" y bajas frecuencias no quiere decir "malo". Eso es importante que lo entendamos todos.

Est谩 en nuestras manos saber discernir hasta qu茅 punto modulamos nuestra frecuencia y, m谩s a煤n, en un entorno cerrado e interferido como en el que nos encontramos. Solo as铆 nuestra manifestaci贸n podr谩 generar cambios en el ecosistema. Seg煤n los puntos donde realicemos la intervenci贸n, esta puede ser de alta o de baja frecuencia. O simplemente mantenerla estable, o aguantarla hasta que venga nuestro relevo.

Esto no es trabajo de uno solo, no es un plan r铆gido. El alma no se queda en una cuadr铆cula. Puede tratarse simplemente de mantener el equilibrio, de aportar all铆 donde estamos y cuando estamos la frecuencia que complete, aporte o baje el equilibrio de entorno. Y quiz谩s—esto es lo que nunca se dice—sea necesario bajarla lo suficiente, para hacerla accesible a todos aquellos que tambi茅n buscan su oportunidad de manifestaci贸n.

Nuestro trabajo no es ir tocando con una varita m谩gica all铆 donde vamos: es tambi茅n estructural. Desde el momento en que entendemos que la libertad del alma es primordial, sabemos que no podemos tomar decisiones por nadie. Piensa en el trabajo, de todas las almas que se han manifestado antes, durante y que lo har谩n despu茅s de nosotros, que nos resulta imperceptible, en esta banda de frecuencia 3D y en todas aquellas que nos afectan y de las que ni siquiera somos conscientes.

¿Qu茅 es lo que s铆 podemos hacer en nuestra intervenci贸n? Hacer los cambios necesarios y tender los puentes para que otras almas, como nosotros, tengan su oportunidad.

  • No iluminamos a nadie. No decidimos por nadie. No le decimos a nadie lo que tiene que hacer.
  • No entramos en nadie para cambiarlo, ni lo pretendemos, porque ese cambio s贸lo puede nacer desde uno mismo, siempre desde dentro hacia fuera.
  • Podemos decir que nuestra labor consiste en afectar al escenario, para que los actores puedan actuar.

No podemos ser actores por todos, ni ahorrarles el paso que necesariamente han de dar desde dentro. Es por eso que esta intervenci贸n, es m谩s estructural que de performance. Porque actuamos sobre el ecosistema, desde dentro hacia fuera, no sobre otros m谩s all谩 que como inspiraci贸n, pero cada uno ha de hacer su propio trabajo.

Nadie tiene que venir a salvarte. Nos salvamos a nosotros mismos.

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