LOS DATOS NO SON POLÍTICAMENTE CORRECTOS 👊

I know what it's like to lose. To feel so desperately that you're right, yet to fail nonetheless. As lightning turns the legs to jelly. I ask you, to what end? Dread it. Run from it. Destiny arrives all the same. And now, it's here. Or should I say, I am.

― Thanos, Avengers: Infinity War

Telita con Thanos ¿eh? Vaya paliza de tío, y lo peor de todo, es que parece irremediable que entre todos vayan, y ni aun así sean capaces de pararle los pies. Es un enemigo complicado de ganar… al que además parece casi imposible vencer. El tema va a sí, porque el bueno (o mejor dicho, el malo) de Thanos, a diferencia del resto del universo que lucha y se revela… ha hecho sus números. Y puede ser el tirano de Infinity War, algo así como un Donald Trump a escala universal, pero Thanos, ha hecho números antes de tomar una decisión. Y en base a la realidad de los datos, mide el impacto, calcula consecuencias, asume posibles pérdidas, y solo entonces… actúa. 


¿Sabes algo? Me encanta lo que hago, porque creo sincera y realmente que los datos, son el futuro. Y no el futuro de un sector en concreto, sino el de todos. Lo que me pesa, lo que me duele, es que aunque todos asientan con esta idea, muy pocos son capaces de aceptar, o de soportar la realidad, que los datos representan en su vida, en su rendimiento, en su trabajo, en sus ventas... Todos quieren el control del dato ¡todos! ¿y sabes por qué?

Porque los datos ofrecen poder y conocimiento, pero en cuanto quienes la quieren, disponen de la información bajo sus pies, lo primero que hacen, es pretender cambiarla y adaptarla a lo que ellos quieren, en lugar de adaptarse ellos, a la realidad que esos datos les ofrecen. Es demasiado largo para un hashtag: Los datos no son políticamente correctos.


Te dan ganas, claro que te dan ganas: si no fuera así no serías humano, o sea… no serías un puto animal que es lo que eres. Pero como vives en occidente y tienes internet, luz y agua corriente, que tu móvil tenga piezas de coltán, te da igual. Y como además reciclas la basura por los colorines, que coinciden con el color del cubo donde la echas, pues digamos que tienes la conciencia tranquila. Si además eres feminista, de izquierdas, vegano, animalista y pro-cuotas de igualdad de género, muy probablemente creas que “eres uno con el mundo que te rodea”, estás en el lado de los buenos, que todo ello te salva de ser juzgado, y además: te da derecho a juzgar. ¿Pues sabes qué te digo? Que aparte de seguir viviendo con tus padres, no te has enterado que una vez al año, hay que hacer la declaración de la renta.


Vamos a ver, no me quiero meter contigo gratuitamente ¿OK? Solo te dejo ver varios estereotipos que se pueden cumplir, y que de cumplirse cuando lo hacen, además todos juntos, pues suelen dar lugar a resultados poco sólidos, o inmaduros para la sostenibilidad del mercado. Si los datos te dan una información, y a ti esa información no te gusta, porque la consideras injusta, desleal, poco equitativa, asimétrica, diferencial… pues querido amigo: que a ti no te guste, no quiere decir que no sea real, o que no funcione.  Igual te duele la misma palabra mercado, pero es que el mercado, también somos tú y yo.

Bueno vale, no vives con tus padres: vives en piso compartido, pero el alquiler digamos que no lo asumes tú. Te consideras indi musicalmente hablando, y ya no sabes qué hacer para llenar las paredes de tu habitación con fondos étnicos. Fuiste de viaje de fin de curso a Punta Cana con los de tu clase, y lo flipaste con el arte taino que le venden a los turistas… que además, te lo vendieron con maría de la mala y con puros de virutas. A la vuelta fuiste a un festival, enganchaste con las manifestaciones del 15M, que ya mucha gente ni se acuerda de lo que fue el 15M… y te quedaste ahí, digamos mentalmente hablando. Crees en la justicia, y en el “cabemos todos”.


No tengo nada en tu contra ¿eh? que conste. Es más, te entiendo mucho más de lo que puedas creer, pero igual tú, si tienes algo en contra mía, por el simple hecho de no pensar como tú. Espero ser el hombre más equivocado del mundo, ojalá sea así… y me termines callando la boca. Lo deseo en serio, no es una metáfora, ni un alarde. Solamente espero, que los datos que me presentes, sean más sólidos que los míos; que tus argumentos sean convincentes, y estén por encima de mis opiniones; que por fin, la justicia deje de ser una idea, para pasar a convertirse en una realidad. Pero ojo, que el discurso sea funcional y sostenible, que haya para lo que tiene que haber, en lugar de inventar donde no hay, para confiarlo todo a un futuro de teórica esperanza.


Cuando eres responsable de algo, y te das cuenta que no llega para todo lo que quieres hacer, porque has hecho cálculos… y da igual las vueltas que les des, porque no llegan para todo… tienes que empezar a tomar decisiones. Y cuando tomas decisiones, tienes que establecer prioridades. Y en cuanto estableces prioridades, pones unas cosas detrás o delante de otras, porque hay que satisfacer necesidades y no llega quizás ni para cubrir la esfera más básica, que además suele ser la más numerosa en demanda. Enhorabuena, te acabas de convertir en el malo, en el tirano o en el dictador que siempre juraste jamás serías ¿y todo por qué? Porque has tenido que tomar tu primera decisión.

Te has convertido sin darte cuenta en el Thanos de tu micro universo: has hecho cálculos y te has dado cuenta que la mitad no entran, no caben, no hay para ellos. ¿Qué vas a hacer? ¿vas a dejar que todos mueran o vas a salvar a la mitad? Es que es muy jodido, y a lo mejor es una decisión que a tu nivel, te toca tomar. Serás un salvador para unos… y un tirano para otros. Y verás cómo se levantan contra ti, otros justicieros que al igual que tú en su día antes de tener que tomar una decisión, han preferido mirar solo por su parte, en lugar de pensar en el conjunto.

Nada mejor que un psicópata, para tomar decisiones incómodas.

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El mundo no va a cambiar por lo que vayas a decir ahora, créeme... pero si crees que merece la pena y debes decirlo ¡adelante! Es tu decisión.

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