LA EXPERIENCIA ONÍRICA PODRÍA SER UNA REALIDAD COMPARTIDA💡
Declaro la independencia de la imaginación y el derecho del hombre a su propia locura.
― Salvador Dalí
Uno puede controlar lo que hace y deja de hacer, hasta cierto punto. Pero lo que se piensa es mucho más difícil de controlar, o incluso diría que es incontrolable. Estamos atados a una realidad física, a todas pintas insalvable, que no podemos evitar y que nos da como verdadero un mundo físico, en el que solamente parece real lo material.
Entendemos por real, todo lo que se puede experimentar con los cinco sentidos dentro y fuera de nuestro ámbito de influencia. No necesitamos que sea una definición exacta, nos basta con entendernos, ya que sí tenemos que definir qué es real quizás no tengamos una respuesta que podamos certificar como válida en todos los campos.
TÉCNICAMENTE ¿QUÉ ES UN SUEÑO?
Si preguntamos a un psiquiatra psicoterapeuta, nos dirá que un sueño, es la actividad mental que se caracteriza por una imaginación sensomotora vívida, que se experimenta como si fuera la realidad despierta, a pesar de características cognitivas como la imposibilidad del tiempo, del lugar, de las personas y de las acciones. J.A. Hobson 2000
Si asumimos que lo real incluye también lo que experimentamos con los cinco sentidos en nuestro ámbito, incluyendo nuestras propias experiencias, entonces al experimentar en los sueños: fisicalidad, sensaciones y el ejercicio de los sentidos dentro de lo que el psiquiatra llamaba una actividad mental, entonces podemos decir que los sueños son reales dentro de nuestra experiencia.
Una realidad individual, hasta que se demuestre lo contrario, ya que cada uno codificamos la realidad de una manera distinta. Aunque si definimos el mundo real de la tercera dimensión y los cinco sentidos, como una realidad global y compartida, el no considerar las dimensiones oníricas como posibles realidades compartidas, puede ser un error debido a nuestro desconocimiento.
En el mundo real, cada uno de nosotros estamos teniendo experiencias separadas y simultáneas dentro de un mismo entorno. Supuestamente nuestra existencia y esa experiencia individual, no está condicionada a la de los otros participantes de esta realidad compartida, y sin embargo ahí están. Las condiciones admiten que puedan solaparse experiencias individuales, aunque no es una condición necesaria para que se den.
UN ENTORNO COMPARTIDO MENOS DENSO
Si esto es aplicable a una tercera dimensión, que podemos simplificar a una banda de frecuencia en la que somos capaces de percibir, la dimensión onírica dentro de las que cada uno tenemos una experiencia también individual, independientemente de que otros la tengan también simultánea, igual que en el mundo real 3D ¿Por que en esta dimensión onírica ha de ser distinto?
En un sueño, no tenemos certeza de ser percibidos por otro individuo que no seamos “yo” dentro de ese mismo entorno. Pero es que esa certeza, tampoco la tenemos en el mundo real 3D. No sé si soy percibido por el otro, al menos tal cual como yo me concibo. Yo no sé si lo que percibo como color verde, es lo mismo que tú. Simplemente asumimos que es así.
La realidad de nuestro entorno compartido, no es más que lo que cada uno hemos decidido asumir. En cambio si aplicamos este mismo esquema al entorno onírico, no tardarán en aparecer prejuicios y duda, sobre la consistencia de esa semejanza, cuando todos y sin excepción, tengamos más o menos consciencia, dormimos. Y si dormimos, soñamos.
Parece además que las leyes de la física y las propiedades de la materia, también se manifiestan en este entorno onírico, eso sí, sin tener un carácter tan limitante o restringido como la 3D física. Si es una proyección holográfica emitida por nosotros, manifestamos no sólo lo que conocemos, si no lo que somos capaces de crear o desear o temer, en un plano más o menos consciente.
¿UNA DIMENSIÓN ONÍRICA NATURAL O UN CONSTRUCTO ARTIFICIAL?
Si la realidad puede ser una proyección holográfica, o al menos existe esa posibilidad reconocida dentro de la mecánica cuántica de que lo sea, todos los escenarios que construimos en un sueño con más razón aún. Si nuestra mente dispone de la capacidad de poder elaborar estos constructos, también pueden diseñarse.
Si durante los sueños experimentamos una percepción sensorial, dentro de ese escenario, ya es algo más que una simple construcción de imágenes, como cuando imaginamos, o hacemos un ejercicio de visualización con los ojos de la mente Y en el momento en el que imaginamos, entonces podemos proyectar.
Y si podemos proyectar, toda esa información ha de estar contenida en alguna parte no necesariamente física. Nuestro cerebro puede funcionar como un dispositivo, de igual manera que un móvil o un monitor funcionan con Wi-Fi y pueden reproducir y proyectar información en forma de imagen. La información que se transmite por Wi-Fi no es ninguna brujería ¿verdad?
No vemos la información navegando por el aire, porque nos lo creemos y punto. Y nos lo creemos porque vemos que funciona, entonces no nos hacemos preguntas. Por lo tanto, si puede proyectarse, puede diseñarse y construirse. La cuestión es ¿podríamos estar navegando en un entorno artificial cada vez que soñamos o solo puntualmente?
¿HASTA QUÉ PUNTO SOMOS DUEÑOS DE LA EXPERIENCIA?
¿Cómo distinguiremos una dimensión onírica natural, de un entorno artificial si no dominamos la experiencia? Un trance puede condicionarse en un sujeto, y en una sesión de hipnosis, se pueden inducir situaciones, que no tienen porqué ser una regresión de recuerdos de eventos sucedidos realmente, sino que pueden recrearse experiencias no vividas por el sujeto.
En ese trance guiado ¿hasta qué punto somos dueños de lo que está pasando? Estamos viviendo la experiencia pero de manera condicionada, de igual forma que lo estaríamos haciendo en un sueño, cuyo escenario y condiciones nos hubiera sido impuesto sin nuestro conocimiento. Piensa por un momento que cuando soñamos, no recordamos, ni tenemos consciencia de cómo hemos llegado allí: simplemente aparecemos y actuamos.
Nuestro canal de acceso a esas dimensiones oníricas, puede estar intervenido o condicionado de alguna manera, para que nunca seamos capaces de dominar ese entorno. El hecho es que despertamos instintivamente, aparentemente sin poder elegir el permanecer o no en el mismo sueño. Pueden tenerse sueños recurrentes, pero no podemos elegir qué soñamos y que no. Si alguien puede, que por favor me explique cómo lo hace.
Imaginando que pudiéramos dominar ese entorno, y construirlo a nuestra manera, siendo la realidad cómo es, muy probablemente muchas personas apostarían por estar continuamente soñando, o viviendo una “segunda vida” en su dimensión onírica, despertando solo para lo estrictamente necesario en cuanto a soporte vital.
EJERCITAR LA VISUALIZACIÓN CONSCIENTE
Si pudiésemos elegir entre el mundo real o un mundo diseñado a nuestra medida, que pudiésemos construir nosotros mismos, no rendiríamos cuentas en esta realidad, y el mundo real sería un campo de cultivo de humanos a lo Matrix, si es que no lo es ya. Cuando estamos en un sueño no somos conscientes de que es un sueño.
Una manera de poder conectar un entorno con otro, o de aprender a manejarnos es la visualización. Ejercitar la visualización, consiste en imaginar situaciones que deseas vivir y proyectar al futuro, para vivir un mejor el presente. Pensar de forma clara y nítida, viéndote a ti mismo experimentando esas situaciones y sensaciones deseadas.
Pilotar este avatar llamado cuerpo, en esta realidad tan densa y problemática cansa, y cansa mucho. Supongo que esa será la razón por la que necesitamos dormir todos los días, ante un desgaste inevitable por condición. Lo que hace pensar que en algún momento, hemos elegido estar aquí para vivir esta experiencia de supervivencia.
La visualización como forma de programación, puede capacitarnos para desenvolvernos en un entorno, para el que solamente tenemos dudas y dónde la mejor manera de aprender, es explorar. Nadie va a venir a explicárnoslo, porque es un camino individual y no hay certeza que podamos ver desde este plano. Obtendremos más respuestas, cuando abandonemos los prejuicios y los miedos que nos limitan a aceptar solamente lo material.
Creas lo que piensas.
Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.
Comentarios
Publicar un comentario
El mundo no va a cambiar por lo que vayas a decir ahora, créeme... pero si crees que merece la pena y debes decirlo ¡adelante! Es tu decisión.