SE NECESITAN ACTORES DE CRISIS PARA FABRICAR NOTICIAS DE 脷LTIMA HORA 馃幀馃摵
We accept the reality of the world with which we're presented. It's as simple as that.
― Christof, The Truman Show
Aceptamos la realidad que el mundo nos presenta, esta fue la respuesta de Christof a la pregunta del entrevistador en el show de Truman ¿Por qu茅 Truman nunca se ha acercado a descubrir la verdadera naturaleza de la realidad? A pesar de sus ideas e ilusiones, una gran parte suya, todav铆a aceptaba la vida en la que estaba tal y como se le present贸.
Una parte de Truman ten铆a curiosidad por saber qu茅 hay al otro lado, mientras la otra parte que le hab铆a dominado hasta el momento, en la que mandaba un miedo anclado desde la ni帽ez, le mantuvo inmovilizado hasta que se dio cuenta que todo era un teatro programado. S贸lo cuando tuvo esa seguridad, eligi贸 ir hasta el final hasta encontrar el otro lado.
FABRICAR NOTICIAS PARA EL TEATRO DE LA REALIDAD
Lo que nos diferencia de Truman, es que tenemos las posiciones cambiadas. Nosotros somos los espectadores de un show, sin tener plena conciencia de que realmente es una representaci贸n. Igual que Truman, aceptamos la realidad tal cual se nos presenta, a menos que detectemos los glitches, o los fallos en los personajes y en los escenarios.
¿Ha sucedido algo en la realidad y por eso nos lo est谩n contando? o quiz谩s ¿Nos est谩n contando algo para hacernos creer que ha sucedido en la realidad? De forma que le demos un valor de verdad y lo materializamos, en base al valor de confianza que le demos a esa creencia. Somos nosotros, los que estamos haciendo que la noticia se reproduzca.
El poder de la palabra es capaz de crear modificaciones en nuestros procesos cognitivos, casi como una forma de magia organizada, porque la informaci贸n instrumentalizada, puede llegar a funcionar como un conjuro. Solo que no es magia, es la capacidad creadora de la palabra, que despu茅s nosotros materializamos.
Existe una industria organizada de ficci贸n, aplicada a los medios de informaci贸n con sus actores y sus escenarios, dedicada exclusivamente para manipular y programar la realidad, a trav茅s de la informaci贸n que se presenta en los medios masivos de comunicaci贸n. La funci贸n de esta industria es crear la informaci贸n o la noticia, antes de que el hecho exista.
ACTORES DE CRISIS Y FIGURANTES CUMPLEN SU FUNCI脫N
En teor铆a, un actor de crisis es un actor, actor de rol, o lo que en casting ser铆a un figurante destacado, aunque tambi茅n puede ser un voluntario u otra persona especializada para representar a v铆ctimas de desastres, cuerpos m茅dicos o militares, durante los simulacros de emergencia, para capacitar a socorristas, polic铆a, bomberos o el personal de emergencias.
Un figurante cobra muy poco. Normalmente son muchas horas repitiendo un mont贸n de veces la misma escena, ponerte donde te digan o esperar mucho tiempo a que te llamen sin hacer nada. Te das cuenta de que no hay magia en el cine: contratar a quinientas personas para que hagan algo delante de una c谩mara, durante unas horas no es tan caro en contraste con el resto del presupuesto.
Los actores son profesionales que siguen un guion. La causalidad reflejada en el mundo real, es la proyecci贸n de nuestra percepci贸n y creencias, donde dejamos pasar como bueno, todo aquello a lo que otorgamos un valor de confianza. Y todo, absolutamente todo lo que se ve en TV, sigue una narrativa y un guion. Las noticias no son una excepci贸n.
Si tienes poder suficiente y tus intereses est谩n condicionados a la reacci贸n de un p煤blico, creando la noticia adecuada, puedes conseguir que el p煤blico reaccione de forma previsible si sabes escoger el mensaje. Puedes crear sentimiento de escasez, incertidumbre, p谩nico, falsa seguridad, etc. sin necesidad que el espectador haya tenido una experiencia real.
ORSON WELLES Y LA GUERRA DE LOS MUNDOS
El 30 de octubre de 1938 Orson Welles hizo en la CBS la lectura de «La guerra de los mundos», novela de H.G. Wells, como si fuera una transmisi贸n en directo de lo que estaba pasando en realidad. Haciendo que una proporci贸n importante de la poblaci贸n, quedara convencida de que est谩bamos siendo invadidos por alien铆genas incurriendo en p谩nico.
Cerca de 12 millones de personas escucharon la transmisi贸n, las mismas que presas del miedo abandonaron sus casas y colapsaron carreteras en todo Estados Unidos. Hoy nos creemos muy listos para admitir que nos la puedan colar de esa forma. La realidad es que se destinan muchos m谩s recursos a la manipulaci贸n y control de masas, que a la informaci贸n.
La funci贸n principal de los medios de comunicaci贸n, mal llamados as铆, es condicionarnos a comportamientos y respuestas programadas. D铆a a d铆a sin parar, la informaci贸n y las noticias, han pasado a ser un pretexto, para la programaci贸n impl铆cita en nuestros procesos cognitivos, de reacciones emocionales ancladas, a la espera de su mecanismo disparador.
Haciendo que muchas de nuestras reacciones, y lo que creemos impulsos naturales o respuestas, que se corresponder铆an a una forma l贸gica de actuar, tengan una ra铆z condicionada, cuyas consecuencias de su arraigo en nosotros, son desconocidas hasta que el mecanismo salta. Aqu铆 nuestro punto d茅bil, es creer que estamos exentos de caer.
UNA FACTOR脥A DE FICCI脫N PARA REALIDADES DE FALSA BANDERA
No hace falta que vayamos al Blue Beam o a la tecnolog铆a hologr谩fica, aunque a d铆a de hoy ya podr铆an dar ese paso m谩s all谩 en «La guerra de los mundos», dibujando una batalla en el cielo sirvi茅ndose de la misma. El cielo es una b贸veda de proyecci贸n estupenda, aunque a d铆a de hoy les basta servirse del miedo com煤n a la exclusi贸n mediante un enemigo invisible.
El denominador com煤n siempre es enraizar el miedo al sujeto, de forma que este siempre se sienta culpable de todo. Y cuando socialmente se premia que seas sumiso, 煤nicamente bajo el incentivo de la no exclusi贸n, no hacen falta los extraterrestres, ni el ej茅rcito... Ya nos controlamos unos a otros, porque nuestra convicci贸n les sale mucho m谩s barata.
Pero si quieren implementar un nuevo orden, un nuevo r茅gimen, dar un vuelco electoral, crear una crisis y necesitan que la poblaci贸n se sienta al l铆mite, para dejarlo todo pasar sin hacer preguntas, entonces no hay restricci贸n de presupuesto para una falsa bandera. Es su forma de resolver de un volantazo y provocar un cambio de tendencia regional o global.
Mientras estamos mirando a los focos que nos se帽alan como importantes, preocupados y con miedo, ellos empiezan a trabajar a toda velocidad, precisamente all铆 donde hemos retirado la atenci贸n, para hacer y deshacer todo aquello, que en r茅gimen ordinario no han podido tocar, aunque cueste vidas humanas. Una falsa bandera nos condiciona a relativizar.
Al final el agente culpable tambi茅n ser谩 un actor de crisis: forzado, voluntario, contratado o enga帽ado. Una pieza m谩s, que har谩 que el puzzle encaje. Lo han hecho antes, lo est谩n haciendo ahora y lo seguir谩n haciendo, mientras les funcione.
Somos antih茅roes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.
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