LA atracción no se somete a valores

Alice: I don't love you anymore.

Dan: Since when?

Alice: Now. Just now. I don't wanna lie but I can't tell the truth so... it's over.

― Alice & Dan Break Up, Closer

A los gatos se les tiene como animales inteligentes, porque son fieles a lo que ellos quieren. Van y vienen cuando lo desean, buscan afecto cuando les apetece, y cuando no les apetece estar cerca de ti, o ya han conseguido lo que querían… pues se largan y punto y no dan ninguna explicación. De he hecho los gatos, tienen un sentido territorial bastante marcado y no eres tú el dueño del gato; desde su perspectiva para este animal, es el gato el que te considera una pertenencia y por eso te marca como tal: es más independiente.

Nunca sabes por dónde te va a salir un gato, por eso también se dice que el gato es un animal traicionero.

En cambio, de los perros se dice que son fieles qué son nobles y que son también bastante más simples. Un perro no se concibe sin su amo, un perro está siempre pendiente de quién entra o de quién sale de la casa, y en cuanto llega su dueño va corriendo a recibirle. El perro es también necesitado de cariño, de ejercicio y de actividad: es más dependiente.

El perro es más previsible y controlable, acude siempre que se le llama y siempre está disponible.

LA atracción no se somete a valores

¿Te das cuenta? Asociamos al gato un valor o una cualidad de inteligencia, y sin embargo al perro, le asociamos con un valor más… no sé cómo decirlo, más conformista. Nos parece por otra parte, que el gato al buscarse la vida por su cuenta es más inteligente y, sin embargo, el perro al ser más dependiente… parece más tonto. 

Cuando desde siempre te han enseñado partiendo de una idea equivocada, todo lo nuevo que puedas llegar a descubrir, o todas las contradicciones por las que te encuentres, que no estén de acuerdo con esa idea principal que has tenido siempre como base, pues te van a enfrentar con la frustración.

Desde siempre nos han dado a entender que las personas que se mueven por el interés, son malas personas porque no están interesados en el ser, en lo que eres, sino en lo que tienes. Pero si te paras a pensar, dime una sola persona o incluso tú mismo a la que a la que conozcas o hayas conocido, o mirando tú en tu interior… en algún momento puntual y consciente, o en varios momentos ¿acaso no te has movido tú por el interés?

Y es que es tan fácil juzgar, y tan fácil criticar la mierda de los demás cuando está fuera de nosotros, que ni siquiera nos damos cuenta de nuestra propia mierda. Siempre es más fácil señalar con el dedo y criticar, que evaluarnos a nosotros mismos y ver con sinceridad, qué es lo que deseamos qué es lo que queremos, en un nivel verdadero. Cuáles son las cosas que hacemos o que intentamos hacer, para conseguir aquello que deseamos desde siempre.

Dicen por ahí que las mujeres son interesadas… bueno, puede que tenga mi opinión. Puedes tener tú otra opinión diferente, pero te pregunto ¿es esto malo y más cuando yo siempre he animado desde mis publicaciones a que mires por tus intereses? De hecho, mirar por tus propios intereses, es algo que yo en lo personal y en lo profesional, considero inteligente. El problema, es que existe el prejuicio social de qué está bien que seas noble como el perro, o sea, tonto a la larga. Pero si eres inteligente o interesado, eres malo porque primero miras por ti, como los gatos. 

Nos han pintado a las personas que siguen sus intereses, como malas personas. O mejor dicho, no que sigan sus intereses, sino que actúan de forma interesada… como si no fuera lo mismo, en función de obtener un bien o servicio, que te enriquezca, o que mejore tu estatus, o que te ponga en una mejor situación social y económica. Y la pregunta sería ¿es que alguien no quiere tener una vida mejor? Porque yo sí quiero tener una vida mejor, si tengo la oportunidad de mejorar, pues aprovecharé esa oportunidad. De hecho, no aprovechar una oportunidad para mejorar, sería algo poco inteligente.

Asume la realidad de una vez

¿No sería más fácil, sí desde el principio asumiéramos la realidad, que en efecto las personas se mueven por sus intereses? ¿no evitaríamos acaso, la frustración si realmente ya desde el principio, conocemos el funcionamiento real de las personas y cómo actuamos en función de nuestros deseos?

De hecho, a las personas nos mueven intereses. Si nos acercamos a alguien, es porque nos interesa algo de esa persona. No tiene por qué ser solamente por un atractivo sexual, o por un favor que nos puedan hacer, o por un estatus social y económico que nos atraiga, pero siempre hay un interés. Si no hay interés, no hay intercambio, y si no hay intercambio no hay interacción, y si no hay interacción, no hay relaciones sociales… y si no hay relaciones sociales, no hay sociedad. Todo es un intercambio.

A nadie le gusta ver en entredicho sus necesidades: imagínate por un momento que tus necesidades se considerasen ilícitas, y que cualquier expresión de tus deseos y de tus intereses, fuese considerada ilegal. Si tus necesidades son ilegales, entonces ¿cómo vas a vivir si no puede satisfacer tus necesidades porque son consideradas ilícitas o ilegítimas? Entonces ¿cómo vas a sustentarte? Es justo eso mismo: no podrás sustentarte, y si no puedes sustentarte, no podrás vivir… luego tu existencia, no tiene sentido porque sería una existencia incorrecta. ¿Ves el absurdo?

Entonces ¿por qué se nos obliga a vivir en contradicción con nuestras necesidades e intereses? ¿qué ganamos con ese tipo de moral que va en contra de nosotros mismos? Porque no ganamos absolutamente nada: solamente enfrentarnos constantemente en un dilema moral contra nosotros mismos, acerca de lo que es bueno o es malo, avergonzándonos, por nuestras propias necesidades y nuestros propios deseos.

Seguir tus intereses y luchar por aquello que quieres, es algo es algo bueno para ti. Es un sinónimo de inteligencia, entonces se nos pinta mal ser interesados o comportarnos de manera interesada, con el único fin de que no sigamos nuestros verdaderos intereses y nuestras verdaderas necesidades. Con lo cual, está moral de mierda, lo único que nos dice o que nos obliga, o que nos somete, es a no ser inteligentes. Se nos traduce entre líneas, que es bueno comportarnos de una manera conformista, con lo que nos quieran dar, para tenernos bien controlados por condicionamiento social y aprendizaje.

Vamos a ver: si no existe un interés más o menos claro, de una parte sobre la otra… directamente no va a haber relación. Muchos hombres esperan que una mujer se acerque a ellos, simplemente por lo que son, o por lo que creen que son. ¿Acaso los hombres no somos interesados también? ¿no nos atraen más las mujeres que cumplen ciertos patrones de belleza? ¿no nos atrae un buen físico? Bueno, entonces ¿porque es ilícito que a ellas les atraiga el estatus y porque es licito que a nosotros nos atraiga el físico? El problema aquí, es que de partida nos han contado una cosa, que no es real y por eso precisamente, nos decepcionamos cuando experimentamos la realidad en primera persona.

LA atracción no es caridad

De hecho, sería inteligente de tu parte, si empiezas a asumir ya de una maldita vez… que si no aportas interés o si no interesas, o si no eres capaz de despertar esa atracción sobre una mujer, ya sea proyectando un buen físico, ya sea proyectando un buen estatus, o ya sea proyectando habilidades sociales suficientes, nadie se va a acercar a ti porque van a ver que no tienes nada que aportar. Y esto, no debería obligarte a convertirte en una máquina de hacer dinero, que además estés súper bien físicamente, y que seas una máquina social, simplemente debería aclararte cómo son las cosas realmente a un nivel instintivo. Porque al principio y al final, el instinto siempre sale por más máscaras sociales, con las que queramos cubrirlo.

Nadie entabla una relación sexual o una relación de pareja, o una relación de amistad, si en efecto no hay no solamente puntos en común, sino puntos, valores, facultades y atributos, que te atraigan y que te aporten cosas de las que careces. Precisamente por eso, buscas siempre en la otra parte algo que tú no tienes, algo que echas en falta, o algo de lo que adoleces o anhelas. Eso, es moverte por el interés y no es malo. No es malo si lo hace ella hacia ti, y no es malo si lo haces tú hacia ella. El cómo lo pinten socialmente según la época, o según la cultura en la que estemos viviendo, es algo pura simple y llanamente circunstancial, y que caducará al final, porque lo que prima es el instinto.

No le puedes reprochar a una mujer que no se sienta atraída por ti: es así de simple, y te diría que muchos de los que actúan como misóginos, actúan en base a este comportamiento, porque han experimentado un rechazo puntual o continuado, y su manera de enfrentar esta situación, de no resultar atractivos o de que no se ven con los recursos suficientes para resultar atractivos, no es más que una respuesta ante esta carencia de recursos.

No puedes pretender gustarle a alguien, si no tienes nada que aportarle. Independientemente del valor que esté sea, y quién dice qué es bueno y qué es malo, la época en la que nos haya tocado. Y ahora mismo, esta época es una puta mierda, pero es lo que hay y quejarnos, no nos va a servir absolutamente para nada.

Tenemos que acostumbrarnos a acumular valor, por la conveniencia que este valor nos proporcione a nosotros. Estamos demasiado viciados, a pretender acumular valor para impresionar, o con la intención clara de proyectarlo. Entendemos el valor, no como algo que nos aporta nosotros mismos y que nos construye, sino como moneda de cambio, como un escaparate, para que a quien queramos atraer lo vea, y venga hacia nosotros.

el error de acumular valor

Este es el error: nosotros tenemos un valor independientemente, de que haya alguien delante para juzgarlo o no. Y esto o te lo crees… o estás muerto y vas a vivir constantemente necesitado, de la aprobación de alguien que venga y te valide. O te toque con la varita mágica, para salvarte de la miseria. Pues la única manera de acabar con esta miseria, es cultivándote tú, no cultivándote para que alguien te consuma. Este es el error de todos los hombres que pretenden ser más, o tener más, para impresionar a una mujer.

Decimos que nos duele que una mujer se acerque a nosotros porque tenemos dinero, pero por otra parte, nosotros somos después los que queremos tener ese dinero, para poder atraer mujeres… y quien diga que no lo siente así, está mintiendo. De igual manera que una mujer miente, cuando dice que se arregla para gustarse a sí misma, cuando lo que está haciendo es buscar captar la atención de su público, porque ese es su escaparate. Negar esto, es pensamiento políticamente correcto y moral de mierda.

Deberíamos ser menos susceptibles a la realidad y aceptarla tal y como es. Hay cosas que pueden cambiar más o menos culturalmente ¡claro que las hay! pero los conceptos de bueno y malo, siempre cambian, pero el instinto siempre permanece al principio y al final de toda la cadena.

Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.