NO ES NO, PERO… ¿ELLAS ACEPTAN UN NO POR RESPUESTA? 👠
Of course, you are in favor. But favor is a breeze that shifts direction all the time. Then in an instant, you’re back sleeping with a bunch of scabrous whores wondering whose finger’s in your ass. You cannot have too many friends in court. I need a friend, Abigail. One with cute ears and wide eyes. I’m often blindsided by the distorted situation at court.
― Harley, The Favourite
A nosotros ya nos ha quedado bastante claro que no quiere decir no. Y no solamente es que nos haya quedado claro, es que un no también puede ser un aplazamiento, puede ser una evasiva, puede ser una forma de evitarte, puede ser un lenguaje no verbal cerrado, puede ser una ausencia, puede ser que no te cojan el teléfono, o que no te respondan un mensaje.
Digamos que de cara a las relaciones con ellas, los hombres estamos más acostumbrados a procesar una negativa. Él NO tiene tantas formas, colores y tamaños, que no hace falta ser demasiado sutil ni demasiado inteligente para saber captarlo.
“PORQUE ES MUJER”
Cuando ellas quieren algo, hacen todo lo que sea posible para conseguirlo, y por supuesto, también de cara a los hombres. Cuando ellas quieren estar con alguien, no hay nada dentro de sí mismas, que les impida conseguir ese fin. Cuando a ellas les gusta alguien, hacen lo que sea por estar con él.
De hecho, cuando se les mete alguien en la cabeza, no paran hasta que lo consiguen. Te das cuenta si estuviésemos pintando esta misma casuística al revés, sería bastante peligrosa o al menos muy censurable socialmente hablando. Es aquí donde tenemos una de las asimetrías más grandes dentro del contexto de las relaciones entre hombres y mujeres, en el que ellas realmente no encuentran o no ponen ningún límite, para obtener sus fines y salirse con la suya.
Ahora quiero que pienses, todas las veces que le hayas dicho que no a una mujer y que recuerdes, cuál ha sido su reacción. Bueno... suponiendo que lo hayas hecho alguna vez o acaso ¿No sabes decirle NO a una mujer?
A veces no es fácil, pero precisamente por eso, deberíamos estar más acostumbrados dentro de nuestra libertad, a dar este tipo de respuesta. Porque en este sentido, el condicionamiento social es tanto que no es habitual encontrar a un hombre que tenga el valor suficiente para dar una negativa a una mujer. Por supuesto que estamos hablando en el contexto de las relaciones personales y sexuales. De hecho, si aprendiésemos a decir que no más a menudo, a las cosas que no deseamos y a lo que no nos conviene, nos iría a todos mucho mejor.
¿CÓMO REACCIONAN ELLAS ANTE UN NO?
Si ellas no se conforman con un NO por respuesta, es su puto problema y no el tuyo. Y parece que la sociedad está haciendo suyo, el problema de que ellas no consigan todo lo que han pensado conseguir. Entonces ¿qué pasa con el resto de los mortales? ¿somos idiotas? Eso es lo que parece.
Porque si ellas justifican los medios, para obtener un fin de cualquier manera ¿Por qué los demás no podemos hacer exactamente lo mismo? ¿Porque si lo haces tú o lo hago yo, es condenable y si lo hace ella es plausible? Y no solo eso, sino considerada como un gesto de progreso e inteligencia. En cambio si lo hacemos nosotros, somos personas agresivas, materialistas, autoritarias y demás bullshit de la que se nos acusa por el mero hecho de existir y respirar.
LA MUJER MODERNA OCCIDENTAL NO SABE PROCESAR EL RECHAZO
Por cosas como está a veces da la sensación de que la mente femenina de la mujer occidental, no es capaz de asumir una negativa por respuesta, o no es capaz de procesar un simple NO sobre sus deseos o interés. Vamos, precisamente aquello con lo que nos enfrentamos todos nosotros, como algo normal en nuestras vidas como hombres promedio: el rechazo. Esto es preocupante, pero no por el hecho de que se conciben a sí mismas como inconformistas, sino porque denota una muy patente falta de madurez.
Y a partir de aquí, o un par de párrafos más arriba… es cuando ya empezaron los insultos ¿no los oyes? ¡machista! ¡hetero! ¡violento! ¿verdad? Como si ser hetero fuese un delito. Y todo por poner palabras, a un fenómeno que sucede, más concretamente: ellas se dan el permiso de hacer lo que les dé absolutamente la gana para obtener sus fines, mientras a ti como varón, te penalizan por mostrarte activo a lograr tus objetivos, y además haciéndolo sin la ayuda o soporte de nadie.
Por eso cuando dicen que vivimos en una sociedad patriarcal, me parto de la risa ¿Qué opciones tenemos nosotros para lograr nuestros objetivos que no sean el mero trabajo y el esfuerzo? A nosotros ¿quién nos facilita algo? Tú sabes la respuesta: absolutamente nadie.
QUE NO TE CUENTEN HISTORIAS
¿Acaso ella si tiene licencia para mentir sin consecuencias? ¿si tiene licencia para arruinarte la vida con una acusación falsa? ¿si tienen licencia para eliminar cualquier obstáculo que se interponga en su camino? ¿esto es igualdad? No, no es igualdad.
¡No más cuentos por favor! Se supone que en la formación en el proceso de madurez de las personas aprendemos que hay cosas que se pueden conseguir y otras cosas que no se pueden conseguir pero tus necesidades no son menos lícitas que las suyas.
La mujer no es débil. La mujer no nace siendo una víctima. La mujer no es inferior al hombre. La mujer tiene inteligencia y medios para obtener sus fines, pero no podemos dejar pasar que se nos pase por encima con un rodillo político, social y mediático, por el mero hecho de haber nacido hombres. Si tú tienes unos intereses y unos objetivos, tienes el deber de ir a por ellos y obtenerlos, sin tener que pedir disculpas a nadie
Actualmente el sistema está montado, para que ninguna mujer se encuentre con una sola barrera en su camino, argumentando que socialmente tiene muchas barreras y dificultades a la hora de conseguir sus objetivos. Esto nos pasa a todas las personas, no solo a ellas. Uno tiene dificultades en función de las decisiones que toma, y lo que pretende toda la política y legislación actual, es convertir en un camino sin obstáculos, la trayectoria de cualquier mujer independientemente de cuáles sean sus decisiones. Quitándole a la mujer cualquier elemento de responsabilidad o consecuencias, lo que nos deja a nosotros como únicos responsables de todas nuestras acciones, y no solo de las muestras, sino responsables subsidiarios, de las decisiones que toman ellas, tratando a las mujeres como si fueran menores de edad perpetuas.
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