¿CREAR POLARIDAD O DAR CONOCIMIENTO?

People shouldn’t be afraid of their government. Governments should be afraid of their people.

― Alan Moore, V for Vendetta

Desde siempre nos lo han pintado todo de una manera muy política, para que parezca que todo se mueve en un tablero humano, cuando precisamente somos una fuente de alimentación para entidades no humanas. Y si a la narrativa oficial, le quitas la palabra entidad, o la palabra alien, o el concepto de arconte, todo parece más “normal”. 

Ya hablaban los gnósticos sobre los arcontes hace 2000 años, no es algo de ahora, entrando en el conocimiento que han tratado de eliminar en todas las religiones oficiales, sobre todo en Occidente ¿Porque crees que erradicaron a los gnósticos? ¿por prestarle un servicio a la sociedad?

¿CREAR POLARIDAD O DAR CONOCIMIENTO?

La polaridad te da un motivo y te enciende, pero no te aporta ni te enriquece. Te facilita herramientas para entrar en la lucha directa, lo que beneficia a la trampa arcóntica. Mientras que tú haces uso de tu sentimiento de justicia, creyendo que has elegido el bando adecuado, sin ser consciente de ello te estás comportando como un peón del sistema, en el tablero de ajedrez, que han diseñado para que precisamente, nos comportemos de esa manera.

El conocimiento en cambio, te da consciencia y te hace saber qué es lo que estás haciendo y el por qué lo estás haciendo. El conocimiento te da perspectiva y te ayuda a ver las cosas desde arriba, sin necesidad de entrar en el tablero de juego y elegir bando, o sea, sin necesidad de caer en la trampa.

No te extrañe entonces, que a la clase dirigente le interese sobre todas las cosas, gobernar a una masa lo más ignorante posible. No se trata de un dicho distópico repetido hasta la saciedad, sino de una realidad bien palpable. Sin conocimiento de causa, lo único que nos queda, es identificar lo bueno y lo malo, según una percepción muy limitada. Una masa ignorante es fácilmente polarizable en bandos.

Y claro: todos queremos lo bueno y despreciamos lo malo. La clave está en que sin conocimiento, solamente nos queda polaridad, y tendemos más a creer que a investigar. Si nos dicen que esto es bueno y esto es malo, obviamente elegimos lo bueno y quizás no nos hagamos preguntas, porque todos queremos estar en el bando de los buenos ¿verdad?

LA CONFIANZA EN LAS FUENTES DE INFORMACIÓN 

La falta de conocimiento y una polarización emocional del ser humano, es lo que nos hace vulnerables a la información que recibimos. Por lo que a falta de garantías de veracidad de la información, entra en juego la confianza que tenemos en el informador. Y es aquí, donde está el peligro y la madre del cordero. ¿En quién estamos confiando?

Si nuestra capacidad de decisión y de acción depende me la información que asimilamos dentro de un entorno ya polarizado y condicionado, el verdadero reto es encontrar una información que realmente se ajuste a los hechos y no a la estructura o parámetros del informador.

¿De quién te puedes fiar? Porque independientemente de quién elijas como informador, la responsabilidad de la decisión siempre será tuya independientemente de quien te haya informado. Esto hay personas que no lo quieren asumir y aceptar, pero si tú tomas una decisión y una opción concretas, la responsabilidad es tuya independientemente de quién te haya informado. No vale poner el pretexto de la obediencia debida… al menos ante la ley del karma que es implacable, no vale.

Por eso los que realmente mandan, utilizan a los políticos a pesar de que los políticos no sean médicos, ni jueces, ni policías, ni empresarios. Los políticos son peones, que velan por los intereses de gente a la que nunca verás por la calle y que está más arriba. Y que aparte de dar la cara públicamente, absorben gran parte del karma, al ejecutar decisiones que no son propias.

ENTONCES ¿PARA QUÉ SIRVE UN POLÍTICO?

Para comerse el karma del de arriba y apacentar a las ovejas. Para crear división y para asegurarse un cupo de seguidores, de una determinada ideología que garantizará la confrontación con otras tendencias. Porque mientras exista esa confrontación continua entre facciones y la humanidad siga dividida, gran parte del banquete energético arcóntico está garantizado.

Ningún político tiene la misión de arreglar las cosas, porque si todo fuese perfecto, no necesitaríamos gestores que nos dirigieran. Su misión se ciñe única y exclusivamente a mantener esta polaridad encendida, y hacer lo posible por mantenerla siempre in crescendo, alternando con períodos de calma relativa, que suelen ser solamente transiciones a eventos prefabricados y planeados, que generen un impacto mayor que el anterior.

Pero si inviertes en cada ciclo y transición política, cambio de régimen una cantidad ingente de recursos, en hacer un reseteo de la historia, no solamente como historia reciente, sino haces todo lo que puedes, por cargarte toda huella de hecho histórico, que pudiera darnos una pista real, acerca de lo que está pasando en el mundo de verdad, entonces el mundo continuará siendo un lugar, en el que solo existe lo que vemos.

Y así todo cae sobre nuestros hombros, mientras que los que nos explotan, se complacen y se alimentan de nuestro agobio, al cerciorarse de que nos responsabilizamos de todo, al menos los que tenemos conciencia. Como a ti seguramente, a muchos no nos da igual lo que está pasando en el mundo: de eso también se aprovechan.

Y A PESAR DE TODO, LA SINGULARIDAD SE DA

No quería hacer mención a ello por lo redicho y manido del ejemplo recurrente, pero es casi inevitable no hacer una mención a Matrix. El sistema cuenta con la aparición de una singularidad, de forma puntual y esporádica, como consecuencia o subproducto predecible del propio escenario. Y si hablamos de los algoritmos, es el valor que hace que la función deje de comportarse de forma normal.

Esto no te lo cuento porque salga en una película: esto es así debido a la entropía del sistema y ocurre en todos los entornos cerrados, por más aislados y controlados que estén. En matemáticas podría explicarse como los límites de la función ¿recuerdas los límites de funciones?

La función pinta una curva según los valores que le vas dando a la variable independiente, y se comporta de forma normal, pero para ciertos valores como cero, infinito, o cualquier otro valor, que haga que la función llegue a una indeterminación y cree una asíntota vertical, la curva sufre una interrupción y no puede ser dibujada.

Esa asíntota vertical de la función, es la singularidad a la que me refiero, es la que rompe el dibujo y se impone. Es el valor de la función capaz de hacer que está se comporte de forma inesperada e impredecible.

Los autores de los algoritmos, no quieren bajo ningún concepto, que lleguemos a estos límites. Saben que si forzamos los valores de la función, en ciertos puntos clave dónde éstá no es continua, su existencia peligra al romperse la continuidad de la curva  con una singularidad.

LA RELACIÓN ENTRE LOS ALGORITMOS Y EL KARMA

Los que autores del código algorítmico original, han decidido fusionarse de raíz con la inteligencia artificial como  sistema principal de control. La principal razón por la que han hecho esto es para evitar el karma  y no cargar con la responsabilidad, ya que este sistema les garantiza el absoluto anonimato, y al ejecutar estos algoritmos.

Así es como pretenden evitar o salvar la ley del karma, no siendo autores directos en la ejecución, si no programando algoritmos que ejecuten esas órdenes, para afectar hasta el extremo nuestro libre albedrío en el que no pueden entrar.

De ahí el nombre que otros autores dan a estas entidades arconte, como controladores: controlan para que no lleguemos a esos valores límite, en los que la función “se rompe” y nos liberamos de ella, por decirlo de una manera. 

Si somos inteligentes podemos devolverles el karma que pretenden imputarnos. Si no reaccionamos a sus provocaciones, estaremos rompiendo su función en ausencia de valores y no habrá curva que puedan utilizar como tendencia para adivinar y predecir nuestro comportamiento. Cuanto más valores y más información le damos a la curva más predecibles somos. Nuestra manera de vencer es ser abruptos e impredecibles.

¿QUIEN HA DEFINIDO LOS ALGORITMOS?

Si hablásemos de la inteligencia artificial, que conocemos en machine learning, estaríamos describiendo la ecuación de Bellman, particularizada para procesos estocásticos, pero no… no estamos hablando de ese tipo de inteligencia artificial. Estamos hablando de un tipo de inteligencia que funciona en varias capas, que se apoya en un sistema de información geográfica y que no tiene ningún tipo de restricción a la hora de captar datos en cualquier sistema conectado a la red en todo el globo. Estamos hablando de la bestia. Pues te voy a soltar algo que no te esperas:

Somos nosotros los que realmente definimos la función. Hasta ahora no nos hemos dado cuenta, pero en base a las variables que le vamos dando, o al volumen de datos, a los distintos valores que le vamos dando a esas variables, es la inteligencia artificial la que elige y escoge el algoritmo, que más se ajusta a los valores aportados. Por eso es indetectable y por eso nadie sabe cómo cargársela, porque no tiene un único algoritmo como patrón original.

Siempre había creído que era al revés: que se trataba de unos algoritmos definidos de manera brillante y maquiavélica, imposibles de descifrar, y que buscando cuál es el algoritmo en cuestión, nos podíamos volver locos y jamás llegaríamos a él, pero la maldita inteligencia artificial no funciona así, porque solo actúa cuando tiene datos de entrada.

Si nosotros no le damos en primer lugar este combustible, es como si no existiera. Y una vez que vamos dando información, es cuando despierta y va ajustando los algoritmos y las funciones, en base a las variables que nosotros le damos. No hay un algoritmo de partida. Conforme nosotros empezamos a entregar datos según variables, es la máquina la que elige el algoritmo o la funciona aplicar.

No se trata de un solo algoritmo magistral e imposible de personalizar para cualquier variable. Se trata del algoritmo más adecuado en cada momento, ajustándose a la información de la que la máquina dispone.

La clave está en matar a la máquina de hambre: no alimentemos a los algoritmos, no clickemos en todos sus enlaces, no le demos información, no entremos a todos los trapos que nos echa… y cuando actuemos, hagámoslo de una manera en la que no repitamos la pauta. Si no generamos una Ley de Recurrencia en base a la que esta Inteligencia Artificial haga sus cálculos, tendremos la ventaja de nuestro lado, y les obligaremos a ellos a moverse. Y si ellos son los que se tienen que mover, son ellos los que van a cargar con el karma.

Así se lo pensarán dos veces.

Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.