¿CUAL ES LA REALIDAD DE LOS ALIADOS FEMINISTAS? 🚮

We swears to serve the master of the precious. We will swear on the… on the precious.

― Gollum, The Lord of the Rings


Con la que está cayendo… encima ves que cada vez hay más tipejos como estos: ya no solo en redes sociales, si no en la calle, en los trabajos y donde haga falta que se les necesite, para ser las mascotas amaestradas que reciban las hostias, a cambio de ganar un poco de tolerancia para su existencia bajo este régimen.

Sí, exactamente. Aunque no sabría cómo llamarlos para tenerlos a todos en el mismo saco. En algunas partes los llaman aliados, otros se hacen llamar a sí mismos ¿feministas? Increíble pero cierto. Me refiero a esos canelos que aprovechan la mínima oportunidad, para señalar y condenar, cualquier opinión diferente a la hegemónica, con la esperanza de recibir a modo de premio aprobación pública y el favor de las adeptas al régimen.

Me he dado cuenta, que he estado a punto de llamarles “hombres”. Pero pensándolo mejor y viendo que ellos mismos, rechazan este concepto para sí mismos, me resulta francamente difícil nombrarles de alguna manera, que no me resulte despectiva. Me vienen a la cabeza apelativos como, por ejemplo: manginas, huelebragas, feministos, cobardes, hipócritas, falsos, etcétera. En fin, sería cualquier tipo de pseudo hombre, que con tal de no quedar fuera, comulgan con la totalidad o parte del discurso del feminismo hegemónico, la ideología de género y las políticas identitarias.

Arrepentidos profesionales o aficionados, que con más o menos teatralidad, se erigen a sí mismos como abanderados adalides en redes sociales, de la dictadura feminista, siempre y cuando en el hilo o la discusión, haya mujeres para regalarse e intentar interactuar con ellas. Apelativos que vayan con ellos hay muchos, pero lo que quiero analizar, es por qué de lo que antes podía ser denominado hombre, toma la opción de lanzar piedras contra su propio tejado. Y sin muchas luces, aceptar una culpa pública colectiva, como primer paso hacia una condena, que no les tarda en llegar, precisamente por parte de estas a las que, de forma vil y rastrera, pretenden arrimarse.

Por ignorancia


Sin conciencia y me atrevería a decir que sin maldad, básicamente ven que hay algo que se pone de moda y como tantas otras cosas que se ponen de moda, lo acogen y lo adoptan a un nivel superficial.


También creyendo que el mensaje que se transmite en los medios de comunicación es fiel a lo que sería un ideal de igualdad. Sin entrar mucho en materia ni informándose, de la realidad de estas políticas y su traducción a la legislación actual. Ya que obviamente si estuvieran realmente informados de todo lo que se mueve por detrás, y que apunta directamente contra todo lo masculino, más de uno se lo pensaría dos veces, antes de identificarse como feminista en una simple conversación.

Por carecer de habilidades sociales para relacionarse con mujeres


Hay hombres muy desesperados por tener contacto con el sexo opuesto, y no saben cómo iniciar una aproximación o relacionarse con una mujer de manera natural. Del tipo de hombre que cree qué agradando y mostrándose de forma dócil y conformista, solidarizándose con la causa, va a ganar posibilidades para poder tener algún tipo de intimidad con una de estas mujeres. Ya que precisamente por carecer de estatus, atractivo y adolecer de habilidades comunicativas, han sido descartados en anteriores ocasiones.


Para no ser señalados


Estos son los más peligrosos, porque tienen algo que tapar. Y cuando eligen un bando, lo hacen para evitar ser señalados por todas las hijoputeces que hacen o qué han hecho. De todos estos feministos, puedo decir que estos son los peores, ya que lo único que persiguen es una coartada social que les cubra o les proteja, antes todas sus fechorías. Estos miserables, se creen a salvo bajo un paraguas que les destapará de inmediato, en cuanto se de la ocasión. Y es que el régimen, no hace amigos.


Estos son los típicos que serían los primeros en atacar a quienes no comulguen con esta ideología políticamente correcta, con el fin de no ser señalados. Creen que por ellos señalar primero, van a quedar libres y exentos de la persecución.

Por cobardía


Directamente no tienen personalidad ninguna, para mostrarse contrarios a algo qué saben de sobra que públicamente les golpea. Prefieren ser tratados como mascotas, antes que quedar fuera, ocultándose en un colectivo para encajar socialmente de alguna manera, para no quedar fuera del esquema social establecido.

Y es que no se me ocurren ni una sola razón noble… ¡ni una! para que un hombre con un mínimo de autoestima, capacidad, inteligencia o sentido común pase a engrosar de forma pública o privada, el listado de adeptos a un régimen dictatorial políticamente correcto, que todo lo invade.


Viendo además, cómo estos ejemplares son tratados, o mejor dicho maltratados, despreciados y ninguneados por el propio colectivo al que desean adherirse, la única forma que veo posible para que quieran seguir conservando es estatus de mierda, es que sientan tal rechazo y desprecio por sí mismos, que no sean capaces de recuperar un mínimo de autoestima y amor propio.

No digo que algunos de ellos, hayan empezado de buena fe comprando el discurso de la igualdad real de derechos, pero que una vez se han dado cuenta de que no son bienvenidos, vean que es demasiado tarde para recular. Una vez han quemado los barcos para no volver, ya es tarde para renegar de todo lo dicho ¿verdad?

Por mi parte, aunque no acepte ni consienta y me muestre abierta y frontalmente, contrario a esta ideología hegemónica políticamente correcta que todo lo envuelve, sí que puedo entender que haya mujeres que decidan optar por ella. Ya que son parte interesada si cumplen ciertos estereotipos, marcados por lo que ahora sería la nueva religión feminista. Ya que si ellas son adeptas y afines a este régimen, lo son porque sienten o perciben, que de alguna manera tienen algo que ganar.

Pero en el caso de estos agregados externos masculinos… perdón ¿masculinos? Me refiero cromosómicamente hablando, lo único que pueden esperar en el caso de que estén esperando algo, sería conformarse con que les dejen existir. Quedando en un plano similar al de la esclavitud, la indiferencia y el desprecio. No creo que una persona que pueda decirse que esté mentalmente sana, este dispuesta, a asumir estas condiciones, para ganar un mínimo de tolerancia. Es denigrante.

Obviamente, si mienten de forma consciente, o no se respetan a sí mismos hasta el punto de aceptar el desprecio a lo que son como puerta de entrada, no se puede esperar mucho de ellos. Por eso este tipo de esperpentos, sería el primero en ponerlos en cuarentena. No se puede confiar en un cobarde o en un mentiroso. Y nadie con un mínimo de inteligencia, opta por una ideología que le amenaza y le niega cualquier derecho, que no sea la mera servidumbre. Vamos, que a estos tíos no hay por donde cogerlos.

Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.

Comentarios

  1. Anónimo0:58

    pesima comparacion porque Hasta el Gollum tenia mas dignidad que esos alcahuetes feministas

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