LLEVAR A UN HOMBRE AL LÍMITE ES PELIGROSO ⛔️
In my whole life, I felt like an animal. I ignored my instincts. I ignore what I really am. And that won't ever happen again.
— Logan, Wolverine
¿Te imaginas que tu opinión contara realmente para algo? ¿te imaginas que pudieras ver reflejado en el mundo lo que son tus pensamientos y tus ideales? ¿te imaginas por último que cada vez que fueras a votar, ganara el partido que has elegido, y que además este partido cumpliera al 100% de sus compromisos? Bueno, como puedes suponer, esto no va a pasar a menos que seas George Soros, miembro del club Bilderberg, el presidente de Rusia, o el presidente de los Estados Unidos.
Soy de los que piensan, que cuanto antes se desengañe uno, más margen de reacción tendrá para no esperar nada de la gente. Lo que necesites para ti, encargarte tú de conseguirlo desde el primer momento, sin depositar esa responsabilidad en nadie. Si quieres algo, vas a por ello por tu cuenta y riesgo, pero no esperes a que el mundo se ponga de acuerdo, para que con un toque de varita mágica, de pronto todo se materialice… y todo lo que deseas se cumpla, porque insisto: eso no va a pasar.
¿HAS INTENTADO ENCAJAR?
No hablaré en primera persona del plural para no generalizar. Hablaré desde la primera persona y conforme te vaya contando, tú ya me dices si te cuadra más o menos ¿OK? Te cuento un poco mi vida:
Hace ya bastante tiempo, que dejé de sentirme representado por los partidos políticos, o por alguno de ellos, en el pasado y ahora también en el presente. No ves uno solo con el que te termines de identificar, al menos yo.
Por otro lado, veo que conforme voy teniendo más años, cada vez estoy más intranquilo por el futuro. Cuando en teoría uno conforme va avanzando en edad, en trabajo, en estatus social, etc. podría decirse que se puede ganar una cierta base, para estar más tranquilo de aquí a que se haga viejo… pues bueno, cualquier parecido con la realidad o épocas anteriores es pura coincidencia o ciencia ficción. Me veo trabajando hasta el final, si la salud (sobre todo la mental) lo permite.
Puedo considerarme un disidente del pensamiento hegemónico, pero es que hasta dentro de la disidencia… hay diferencias. O sea, que igual que pasaba con los partidos políticos, fuera de este esquema, tampoco encuentro una sola vertiente ideológica con la que termine de identificarme. ¿Cuál es mi conclusión? Aquí está claro: paso de ideologías y voy a tratar de mirar solamente por mis intereses.
¿Hablamos de amor? Algunas veces echo de menos enamorarme hasta las trancas, de alguna mujer que me guste, porque uno es humano y tiene sangre en las venas. De vez en cuando uno se lo plantea, y aparece también muy de vez en cuando, alguna mujer con la que te lo piensas… y con la que quizás merezca la pena plantearse ese algo más. Pero ¿qué es lo que pasa aquí? Al final todo termina siendo el mismo puto juego de manipulación al que yo no entro, y yo como por ahí no paso, pues muchas prometedoras posibilidades desaparecen antes de materializarse. Parece que querer compartir parte del camino y mi tiempo, no basta.
¿HAS QUERIDO ROMPER CON TODO?
¿Y qué te puedo decir del trabajo? De momento, nunca me ha faltado. Pero ¿quién no ha pensado alguna vez en mandarlo todo a la mierda y darle una patada al escritorio? Levantarse e irse… después te lo piensas, no lo haces y va pasando el tiempo. Y periódicamente, sobre todo con los picos de estrés, reaparece este sentimiento de querer largarse y dejarlo todo. Pero claro, no todo el mundo está para convertirse en un Digital Nomad ya de estos hay a patadas, muchos y hasta de nómadas digitales, está saturado ya el mercado. Está todo inventado. De emprender, hay que ir a las necesidades y funcionalidades básicas.
Después está el tiempo libre, ¿a qué lo dedico? porque siempre se puede hacer algo ¡claro! Pues desde luego sí mi vida dependiera de lo que escribo, me parece a mí que me iba a morir de hambre. Pero bueno, al menos tengo esto como desahogo y forma de expresarme en mediana libertad. Si, mediana… porque ya he visto y experimentado lo suficiente, como para cerciorarme de que la libertad de expresión es otra de tantas mentiras. Una mentira que pretenden hacernos creer, para tenernos más o menos tranquilos y que nos montemos una rebelión. Y claro, si no te sometes mínimamente bajo ese yugo, tampoco puedes expresarte, ni publicar y si no puedes publicar… entonces ¿para qué?
Básicamente, en resumen, podría decir que cada día me siento más invisible. Sí, creo que ese es el calificativo correcto: invisible. Y no pasa nada, mi vida va a seguir siendo la misma. Lo que me preocupa, es que quizás todos aquellos que se puedan sentir identificados conmigo, en mayor o menor grado, no sepan tomárselo igual. Y bueno, si esta percepción es solo mía, pues mejor porque solo me afectaría a mí. Pero francamente lo dudo mucho. Con una política, unas leyes y una justicia, totalmente clientelares, es difícil encajar en alguna parte, si no vas de la mano de alguno de los nichos de mercado, de corte progre que están institucionalizados cómo las nuevas castas sociales.
Si por alguna razón estoy en lo cierto el mejor consejo que te puedo dar es que nunca te dejes llevar por el ego o por el qué dirán. Pero bueno, estas eran mis batallas: ahora viene lo gordo:
¿Tienes algo que perder?
Llevar a un hombre al límite, puede ser algo muy peligroso. Y tal y como están las cosas, ahora puede que haya un gran porcentaje de hombres, que no reaccionen y se sometan acatando el yugo de este régimen, bajo la premisa de encajar en la sociedad y no ser excluidos. Es una forma de abordar el cambio: someterse y disolverse en la masa. Es cobarde, pero es algo que muchos hacen, supongo que para seguir siendo aceptados en sociedad, aunque realmente no sea así. Mañana siempre puede volverse en su contra.
Hay personas capaces de sacrificar su propia libertad, forzando su voluntad a pasar por los caminos condicionados, por la hegemonía políticamente correcta. A fin de cuentas, hay que encajar ¿verdad? Por qué nadie quiere estar fuera, y si vives en sociedad, tienes que estar dispuesto a acatar unas leyes y unas normas sociales. Formas parte de un conjunto y para que esta convivencia sea sostenible, es necesario que haya un orden.
Pero cuando estas leyes y estas normas, te excluyen, te discriminan y bajo un criterio de género o identitario, directamente hacen que se te catalogue como un ciudadano de segunda… haciendo que de forma real, se te trate de forma diferente no solamente en el trato humano, si no en el legal, normativo y judicial, podemos decir abiertamente, y tal y como se está dando, qué es el sistema o gran parte del sistema, actúa explícita y unívocamente en tu contra. Por lo que eres, independientemente de lo que creas, de lo que pienses, o de lo que hagas: con lo cual no puedes evitar de ninguna manera posible, el ser sancionado de facto por leyes y normas asimétricas injustas.
Y si es el sistema el que no te respeta, o te excluye, o te discrimina, entonces ¿seguimos obligados a aceptar sus esquemas sí ya sabemos lo que nos espera independientemente de lo que hagamos? Entonces ¿para que seguir unas leyes y unas normas que apuntan directamente en nuestra contra? Si el resultado de seguirlas, además, no es mejor el de quebrantarlas. Ojo, no te estoy animando a romper con la ley: solamente estoy pensando en voz alta, porque pretendo que tú también pienses. Lo que tú decidas hacer, es tu responsabilidad.
¿QUÉ GANAS SOMETIÉNDOTE?
Mientras estés sujeto al sistema con un trabajo, con una familia, con compromisos, etc. siempre serás mucho más fácilmente dominable, ya que el coste de romper con todo, será mucho más elevado y las consecuencias, no solamente recaerán sobre ti, sino que afectarán a otras personas que te toquen cerca. Así te lo pensarás dos veces, antes de sacar los pies del tiesto.
El problema viene, cuándo se lleva al límite o se intenta someter, a alguien que no tiene nada que perder. Porque su capacidad de reacción, es diferente a aquel que está enlazado por compromisos sociales, económicos, familiares o profesionales. Y si además de todo, estás solo y las consecuencias de tus acciones recaen básicamente sobre ti mismo, entonces sí que puedes ser considerado un individuo peligroso.
Y es aquí donde nuestro querido sistema hegemónico, la está cagando: porque no todos tenemos o sentimos el mismo grado de compromiso con dicho sistema. Unos tenemos más margen de reacción que otros, a los que no les queda más remedio que acatar, para no perderlo todo. Pero claro, si no tienes nada o has decidido no optar por ningún compromiso que te afecte, más allá de lo estrictamente necesario para vivir en sociedad… Entonces, si tienes margen de reacción y está solamente dentro de tu libertad, sin más condicionantes que los que quieras considerar, el actuar, el rebelarte o el someterte. Si sometiéndote no ganas nada, sino que además puedes perder lo poco que tienes, entonces la respuesta se vuelve más clara que nunca.
¿Necesitas que te lo deletree?
Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.
Comentarios
Publicar un comentario
El mundo no va a cambiar por lo que vayas a decir ahora, créeme... pero si crees que merece la pena y debes decirlo ¡adelante! Es tu decisión.