CÓMO ESCAPAR A LA FRECUENCIA DE CONTROL 📻

The world is in a constant conspiracy against the brave. It's the age-old struggle: the roar of the crowd on the one side, and the voice of your conscience on the other.

— Douglas MacArthur


Cuando tengas un momento, métete en Google Imágenes y busca 'conspiranoico'. Estoy seguro de que en más de una ocasión, habrás visto este meme: tío con un embudo de papel albal en la cabeza, con los ojos desorbitados y cara de susto, que pretende de esta forma, evitar el control mental del gobierno, de los aliens o de quien sea. Esta imagen de loco, es la que suelen asociar al conspiranoico, caricaturizándolo para ridiculizarlo.

VERDADES MEZCLADAS CON MENTIRAS 



No estoy diciendo qué parte de la información no sea real. Es más, te digo que nos dan un exceso de información y que además, nos la dan mezclada de forma que ya no sepamos distinguir, lo que es verdad, de los elementos que nos introducen en la información para despistarnos. En palabras de Jiddu Krishnamurti:

Durante siglos hemos sido alimentados con cuchara por nuestros maestros, por nuestras autoridades, por nuestros libros, nuestros santos. Decimos: -Cuéntame todo, ¿qué hay más allá de las colinas y las montañas y la tierra?- Y estamos satisfechos con lo que nos cuentan, lo que significa que vivimos de palabras y nuestra vida es superficial y vacía.

Somos personas de segunda mano. Hemos vivido de acuerdo con lo que nos han contado, ya sea guiados por nuestras inclinaciones, nuestras tendencias u obligados a aceptar por las circunstancias y el entorno. Somos el resultado de todo tipo de influencias y no hay nada nuevo en nosotros, nada que hayamos descubierto por nosotros mismos; nada original, impecable, nítido.

NO NECESITAS EL MÓVIL PARA RESPIRAR



El nivel de enajenación social es tal, y ha llegado hasta tal punto, que somos nosotros mismos los que terminamos materializando en nuestra realidad diaria, todo lo que se nos inducen mediante los flujos de información, que recibimos a través de nuestra hiperconexión a los medios de comunicación y redes sociales. Y digo hiperconexión, porque no soltamos el móvil ni para ir al baño.

Lo que están haciendo ahora en la actualidad es darnos campañas masivas de ingeniería social, que se traducen en una enajenación global. Una programación, destinada a una sola cosa: medir cuál es nuestra capacidad de sometimiento voluntaria, ante la declaración de un status diferente o cambio de régimen. De forma que cuando el anuncio sea definitivo se haya ponderado o asumido, una disidencia residual que pueda contenerse sin generar un conflicto que llame más la atención que la instauración del propio régimen.

Si te das cuenta, no terminan de ejecutar medidas definitivas de bloqueo a la movilidad, o un precinto definitivo a la libertad de movimiento, dejando siempre a la población, la responsabilidad de la última decisión. Porque en efecto, somos dueños de nuestros actos y responsables de todo lo que hacemos y de las decisiones que tomamos.

SOMOS ADMINISTRADORES DE LA INFORMACIÓN QUE RECIBIMOS



Lo pretenden, no digo que no lo quieran, porque obviamente lo desean para seguir manteniéndose en el poder a toda costa. Pero sin el último paso de nuestra voluntad o aceptación, su jerarquía no se sostiene. De ahí su estructura basada en la representación oligárquica de grupos de poder, que se traducen en partidos políticos, lobbies y grupos de presión, que tratan de colectivizar a las masas, para eliminar la libertad individual que es a fin de cuentas la que marca la verdadera diferencia entre unas personas y otras.

El objetivo es claro: ir de casa al trabajo y del trabajo a casa, hacer la compra de lo necesario, comprar y trabajar online, salir y relacionarse lo menos posible, viajar poco, nada o lo imprescindible y en resumen, convertirnos en personas temerosas del mundo exterior y que seamos nosotros mismos los que elijamos, el quedarnos enclaustrados en lugar de hacer una vida sana y normal.

Si consiguen en un primer lugar, que seamos nosotros mismos, los que tomemos las opciones que nos encaminen a un encierro voluntario, gran parte del control de masas proyectado en esta ingeniería social de sometimiento, no necesitará una opresión activa por parte de los gobiernos y las instituciones.

ELLOS SIEMBRAN LA PROGRAMACIÓN



Una vez programados en primera persona, no necesitaremos tanto seguimiento activo, y solamente serán necesarias la aplicación de medidas de control o paliativas, ante las posibles desviaciones de nuestro comportamiento, que se salgan de la línea de lo marcado. De una cosa si puedes estar seguro y es que todo esto está pasando, ha sido previamente diseñado en laboratorio.

Pero si te das cuenta, si nosotros mismos somos capaces de propagar la información y contribuir a la enajenación de la gente que nos rodea, materializando el monotema de forma que parece, que no hay otra cosa en el mundo, tenemos exactamente la misma capacidad de poder pararlo. Podemos hacer que la bola de nieve sigue haciéndose más grande mientras cae, y también podemos ponerle un dique de contención para pararla.

El lenguaje es programación, y si puede ser utilizado en un sentido, también no puede ser en el contrario. Obviamente no resulta fácil, cuando el bombardeo es tan masivo y tan continuo, pero si podemos contribuir a no seguir alimentando el monstruo. Y en todo caso siempre podemos cambiar el tercio de la información, darle una visión personal diferente a la establecida y darle la vuelta.

PODEMOS DARLE LA VUELTA



De esta forma dejaremos todos de bailar alrededor del fuego que nos imponen, o mejor dicho, tratan de imponernos porque no pueden. Sin nuestra voluntad, la letra de la ley está muerta. Se consciente, de que quien dicta las leyes, lo hace pensando siempre en que será otro el que las cumpla, señalándole pero no piensa en hacerlo el mismo.

Evita participar en actos masivos, no respondas a comunicaciones que animan a que escribas o publiques o realices un determinado gesto a favor o en contra de cualquier pretexto en redes sociales. No cumplas las pautas de homenaje, ni celebres aniversarios de carácter público, recomendado desde las instituciones, ya que son rituales encubiertos de parasitación energética en los que se nos invita a participar. Desconéctate de la influencia de los medios y las redes sociales, salvo que la fuente sea fiable y de tu confianza personal. 

Ahora y más que nunca es cuando debemos ser humanos sacar lo mejor de nosotros mismos, ser conscientes y perder el miedo. Nuestro miedo es lo que les da poder. Nuestra consciencia es la fuerza de choque capaz de crear la Masa Crítica y darle la vuelta a esto. Se consciente.

Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.


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