¿EL 100% DE CAPACIDAD CEREBRAL? 馃椏

If you think about the very nature of life - I mean, on the very beginning, the development of the first cell divided into two cells - the sole purpose of life has been to pass on what was learned. For primitive beings like us, life seems to have only one single purpose: gaining time.

― Professor Norman, Lucy


¿Solamente tenemos activado el 10% de nuestra capacidad cerebral? La 煤nica explicaci贸n viable en la que puedo pensar, y que justifique que organismos de nuestra capacidad cerebral, no puedan desplegar m谩s potencial, m谩s all谩 de ese 10% de capacidad en condiciones normales, es que se nos haya forzado a nacer en un entorno limitante para el desarrollo de nuestro dise帽o.

Si tenemos un dise帽o incompatible con el entorno que nos rodea, podemos deducir que se nos ha colocado aqu铆, en unas condiciones que restringen nuestro desarrollo y crecimiento, con alg煤n objetivo tal, como medir nuestra respuesta de crecimiento en condiciones adversas, de igual forma que si fu茅semos animales de laboratorio, sobre los que se est谩 estudiando su adaptaci贸n al medio en condiciones adversas.

LA NEUROCIENCIA DICE QUE EL 10% ES UN MITO


El neurocient铆fico Barry Beyerstein (1990, Brainscams: Neuromythologies of the New Age) estableci贸 siete tipos de pruebas que desmienten el mito del "solo un 10% de nuestra capacidad cerebral":


  • Estudios del da帽o cerebral: Si el 90 % del cerebro no se utiliza, cuando se lesionan ciertas 谩reas no deber铆an afectar al rendimiento. En cambio, no hay ning煤n 谩rea del cerebro que pueda ser da帽ada sin que se pierda alguna habilidad.
  • Evoluci贸n: El cerebro necesita un enorme gasto energ茅tico en comparaci贸n con el resto del cuerpo, consume una gran cantidad de ox铆geno y nutrientes. Si el 90 % del mismo no fuese necesario los humanos con el cerebro m谩s peque帽o tendr铆an grandes ventajas para sobrevivir, ya que sus cerebros ser铆an m谩s eficientes. As铆 que el proceso de selecci贸n natural deber铆a haber eliminado los cerebros ineficientes.
  • Im谩genes cerebrales: La tomograf铆a por emisi贸n de positrones (PET) y la imagen por resonancia magn茅tica funcional (FMRI) permiten monitorizar la actividad cerebral. Incluso mientras dormimos, todas las partes del cerebro presentan alg煤n nivel de actividad. S贸lo cuando el cerebro sufre un da帽o grave, tiene “silenciadas” algunas 谩reas.
  • Localizaci贸n de funci贸n: En lugar de trabajar como una sola masa, el cerebro tiene regiones distintas para los diferentes tipos de procesamiento de la informaci贸n. Varias d茅cadas de investigaci贸n han permitido mapear las funciones de las 谩reas del cerebro, y no se han encontrado 谩reas que no tengan ninguna funci贸n.
  • An谩lisis microestructural: Mediante la t茅cnica de grabaci贸n de unidades individuales (single-unit recording), los investigadores han insertado un electrodo diminuto en el cerebro para monitorizar la actividad de una sola c茅lula. Si no se utilizan el 90 % de las c茅lulas, esta t茅cnica lo deber铆a haber demostrado.
  • Estudios metab贸licos: Otra t茅cnica cient铆fica implica estudiar la adopci贸n de mol茅culas de 2-desoxi-D-glucosa etiquetadas radiactivamente en el cerebro. Si el 90 % del cerebro estuviera inactivo, entonces esas c茅lulas inactivas deber铆an aparecer como 谩reas en blanco en una radiograf铆a del cerebro. Una vez m谩s, no hay tal resultado.
  • Enfermedades neuronales: Las c茅lulas del cerebro que no se utilizan, deber铆an degenerarse. Por lo tanto, si el 90 % del cerebro permaneciera inactivo, las autopsias de cerebros adultos tendr铆an que revelar una degeneraci贸n a gran escala.
NUESTRO DISE脩O NO ENCAJA EN EL ENTORNO

Por tanto, si nuestro dise帽o no encaja con nuestro entorno, es que nuestra ubicaci贸n aqu铆 no es natural, ni responde a una evoluci贸n l贸gica, secuencial o progresiva. Si estamos donde no deber铆amos estar, o mejor dicho, bajo unas condiciones de desarrollo que nos limitan y nos restringen, entonces ¿cu谩les son las condiciones id贸neas, bajo las cuales podemos desplegar el 100% de nuestro potencial definido en nuestro dise帽o.


Y m谩s que un experimento de estr茅s, que seguro que de ello algo hay en el programa humano. parece una confirmaci贸n forzada, ya que nacemos dentro de una jaula sin barrotes, un terrario de hormigas llamado planeta Tierra.

Y podr铆a decir que a la Tierra no le pasa nada como planeta, pero s铆 puedo decir, que se est谩n forzando unas condiciones, fuera del margen de maniobra, acci贸n y operaci贸n del ser humano, en este ecosistema planetario, que no son las que permitir铆an el verdadero desarrollo, no solo de nosotros los humanos, sino de todas las especies vivas del planeta.

Y aparte de los seres vivos que entendemos como tales, de todo el ecosistema, el clima, el agua, la geolog铆a, la materia, el tiempo y las realidades dimensionales, que por el momento no somos capaces de percibir ni comprender, con el candado echado.

¿Qu茅 forma nuestro ecosistema y nuestro entorno? La atm贸sfera, la radiaci贸n solar, las horas de luz, de sue帽o, el aire que respiramos, el agua, la alimentaci贸n, nuestro n煤cleo de poblaci贸n, nuestra relaci贸n con la naturaleza… Esto es de hecho, lo que todos podemos ver de una manera u otra. Pero hay mucho m谩s.

SOLO PERCIBIMOS UNA PEQUE脩A PARTE DE LA REALIDAD


¿Y todo lo que se nos sale del cuaderno? Todo aquello de lo que nunca hablamos por desconocimiento, y que por eso mismo no contemplamos: nuestra posici贸n en el Sistema Solar, la influencia de la gravedad, la relaci贸n y distancia de la Luna, la frecuencia y las longitudes de onda a las que estamos sometidos, sin percibirlo de una forma consciente, aunque de hecho conformen nuestra realidad.


Nuestro cuerpo, nuestra fisiolog铆a, nuestro cerebro, nuestra percepci贸n y nuestros sentidos, est谩n trabajando en unas frecuencias que nos limitan, y que reducen su actividad, a un mantenimiento m铆nimo del soporte vital. Lo que conocemos como vida, cobrar谩 un nuevo significado, cuando sepamos cuales son las condiciones del entorno, capaces de hacernos despertar a este potencial actualmente confinado. Y sin embargo, estamos aqu铆.

Porque estamos aqu铆... ¿o nos han puesto aqu铆? Si te das cuenta, somos el 煤nico animal que realmente no se adapta al medio, sino que modificamos el medio y el entorno, para poderlo habitar. Necesitamos ropa, protecci贸n, porque somos extremadamente sensibles a los cambios en el clima, a las variaciones de temperatura.

En comparaci贸n a cualquier animal en libertad, que viva en una estructura organizada, somos f铆sicamente m谩s d茅biles. Vivimos bajo un profundo desconocimiento de lo que somos y de lo que realmente llevamos por dentro. No encajamos, lo mires por donde lo mires, objetivamente no encajamos.

¿CU脕L ES NUESTRA FRECUENCIA DE DESARROLLO REAL?


Para trascender y converger haci茅ndonos uno con la naturaleza, con nuestra verdadera naturaleza, tenemos que superar este bloqueo, porque en efecto se trata de un bloqueo cuyos l铆mites desconocemos.


Es como si nos hubieran condicionado para quedarnos as铆, contenidos, entrando en contradicci贸n con nuestro propio c贸digo, que nos dice desde lo m谩s profundo de nuestros genes y nuestro remanente cerebral, que somos algo m谩s de lo que vemos y experimentamos.

Se trata de un salto para pasar de un 谩mbito a otro, atravesando el l铆mite que los separa. Una maldita barrera invisible que nos limita dentro de este avatar por el cual somos concebidos en nuestro YO presente. Esto que vemos como cuerpo solamente es un  veh铆culo: un cuerpo conductor que act煤a como receptor y emisor de frecuencia.

Por eso la pregunta es ¿cu谩l es nuestra verdadera frecuencia? y no solamente eso... ¿ser铆amos capaces de soportar y canalizar esta frecuencia para desarrollarnos con nuestro actual conocimiento y configuraci贸n f铆sica y org谩nica?

SOMOS UN ENSAYO COLOCADO EN UN ENTORNO DE PRUEBAS


Ahora pensar茅 en voz alta: Quiz谩s solamente seamos un eslab贸n intermedio. Una especie concebida en laboratorio, a modo de ensayo dentro de un entorno demo, en pre-produccion, de un experimento mayor, para llegar a un ser capaz de habitar este planeta y otros semejantes. Eso me encajar铆a con todas nuestras limitaciones, emparejadas con nuestro deseo de trascender a la incapacidad material para conseguirlo.


Nuestro ADN y nuestra sangre, nos dan tanto un lado animal que nos condiciona a la mera y pura supervivencia; como otro lado, que nos reclama preguntarnos cosas, y querer saber m谩s all谩 de lo que vemos. Por un lado un pie en la tierra, para la adaptaci贸n y el instinto, que nos de un soporte adaptativo para sobrevivir aqu铆; y por otro, un enlace invisible a la consciencia, que nos proyecta al Namlu'u primordial, la primera raza humana que habit贸 el planeta (ref. Anton Parks).

No sabr铆a donde encajar una frontera de separaci贸n, con el concepto de la Matrix y de que estemos viviendo en una realidad proyectada y compartida, en la que cada uno estamos conduciendo nuestro avatar. Pero desde luego, esa idea encaja bastante, al relacionarla con este entorno cerrado de experimentaci贸n, d贸nde nos encontramos encerrados.

Y esta idea de simulaci贸n, ya se estudia en la f铆sica cu谩ntica, y!a que se relaciona con la teor铆a de cuerdas, que viene de la onda part铆cula. Son demasiadas ideas. que terminan convergiendo. Pero al no ser algo que no podemos demostrar de forma palpable, nos terminamos ci帽endo a nuestra realidad tridimensional, que es la que toca.

Tenemos muchas piezas en un puzzle, del que desconocemos la imagen global a conseguir en la proyecci贸n final, y por eso nos cuesta juntar las piezas en el orden correcto. Tenemos pistas, pero no el dibujo completo.

Somos antih茅roes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.


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