¿QUÉ ESCONDE LA PALABRA GRATIS? 🎁
The first part of the party of the first part shall be known in this contract as the first part of the party of the first part shall be known in this contract. Look, why should we quarrel about a thing like this? We'll take it right out, eh?
― Groucho Marx, a night at the Opera
¿Qué es lo que sientes cuando te dicen que algo que te interesa es gratis? Hay quien no se lo termina de creer del todo. ¿Será verdad? ¿qué se esconde detrás de esta palabra que tanto gusta escribir en mayúsculas? Porque si te das cuenta, siempre aparecerá escrita en mayúsculas y entre sonoras exclamaciones. Está claro: si nos quieren vender algo, hay que llamar la atención, pero no solo con un simple texto o una imagen: tenemos que sentir que nos estamos llevando algo más, de lo que nos están vendiendo, o quizás experimentar que estamos jugando con ventaja. Pero si somos los que compramos ¿de verdad estamos jugando con ventaja? ¿existe algo a día de hoy realmente gratis?
Todos sabemos que NADA es gratis, porque cualquier producto, servicio o bien de consumo implica un coste de producción, instalación, fabricación o creación. Otra cosa es que reduzcamos el precio de ese objeto o servicio, hasta reducirlo o aproximarlo al cero; pero aunque lo sepamos racionalmente y lo entendamos, nos gusta creer que algo que se nos ofrece sin precio y que tiene valor, no cuesta nada. Algo puede salir gratis comercialmente hablando, siempre y cuando sea el objeto acompañante o gancho de una oferta que ofrezca algo mayor. Hasta aquí siento que estamos hablando demasiado formalmente ¿gratis? Ya sabes que no.
Solamente alguien que NO entiende la relación entre coste y valor, puede creer realmente que algo es gratis. Erróneamente, porque no es real, pero alguien a quien por ejemplo siempre le hayan dado todo hecho, sin que haya tenido que hacer el menor esfuerzo, sí puede creer que algo pueda ser realmente gratis ¿por qué? Precisamente porque no ha tenido que experimentar en sí mismo, lo que supone un coste. Alguien que no ha experimentado lo que supone un coste, cree que con pensar que puede conseguir algo, ese objeto, bien o servicio, le puede corresponder sin necesidad de hacer el menor esfuerzo. Hay gente así: desde luego que la hay.
Lo gratis en concepto, es enemigo de lo sostenible. Por eso nada debe ser gratis. Y digo que es enemigo de lo sostenible, porque para que un producto o servicio pueda ser perpetuado en el tiempo, su coste de producción, cualquiera que éste sea, debe quedar cubierto para que este bien o servicio, pueda seguir siendo prestado. Si no se cubre el coste producción, no se puede generar el bien o servicio, es algo fácil de entender. La única forma de hacer sostenible un bien o servicio, es garantizar que se va a poder cubrir su coste en el tiempo. Por ejemplo, hay quien pretende garantizar derechos por ley; pero si los servicios que se prestan amparados en estos derechos, no disponen de un mecanismo sostenible que realmente cubran sus costes, entonces esa ley es inútil. Estaríamos hablando de una ley generadora de deuda ¿te suena? Por si no lo sabías, vivimos inmersos en un sistema de bienestar social, que funciona en base a leyes que generan deuda. La cuestión ya no es cubrir costes, sino poder o no asumir una deuda.
En algún momento de la cadena, este coste ha de ser cubierto o compensado; por eso una oferta que incluya algo gratis, solo tiene sentido, si el coste de ofrecer este producto o servicio, ha sido cubierto en algún momento por el comprador: antes, durante o después. Y si no por el comprador, por alguna otra entidad o mecanismo, que sea capaz de ofrecer un margen suficiente para cubrirlo. O bien si el productor ha podido compensar este coste, o puede comprometer al comprador de alguna forma, a cubrirlo en un futuro, o por haber cubierto el coste de un producto de mayor valor, cuyo margen de beneficio compensa el bien que se presenta como gratuito. Tanto el tiempo, como los factores de producción materiales, como los procesos de producción tienen un coste. Esto es insalvable y no hay lema que pueda discutirlo.
Aun sabiendo todo esto, nos gusta seguir leyendo GRATIS en una oferta. Puede gustar más o gustar menos, nos lo podemos creer realmente o no; pero el hecho de que sea una palabra que funcione, tiene mucho que decir acerca de cómo funcionamos interiormente como seres humanos. Cuando escuchamos que algo es gratis, somos capaces de fijar la atención, dejar lo que estemos haciendo, ponernos a la cola y someternos a entregar algo cambio para acogernos a esa oferta.
Y es justo aquí donde quería llegar exactamente: porque si no es dinero lo que se nos pide a cambio, es nuestro tiempo, o son nuestros datos personales, o son condiciones de compra o forma de pagar. Puede ser también un compromiso de permanencia, o un aplazamiento de compra: te dejan disfrutarlo gratis un tiempo, pero por ejemplo tendrás que empezar a pagarlo dentro de un mes. Pues entonces, no es gratis. El error es creer, que lo único que tiene valor es el dinero.
Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.
Comentarios
Publicar un comentario
El mundo no va a cambiar por lo que vayas a decir ahora, créeme... pero si crees que merece la pena y debes decirlo ¡adelante! Es tu decisión.