¿POR QUÉ LAS MUJERES DESEAN QUE LES MIENTAN? 👩💼
In vain I have struggled. It will not do. My feelings will not be repressed. You must allow me to tell you how ardently I admire and love you.
― Mr. Darcy, Pride and Prejudice
Hay que luchar por lo que uno quiere. Pero ¿y si lo consigues? ¿y si deja de ser un sueño? Hace tiempo que dejé de usar el tiempo verbal condicional, y cuando veo, que o por educación o por prudencia se me escapa, enseguida me arrepiento y me corrijo. No quiero hablar en condicional.
Tampoco quiero prometer cosas, ni hacer una lista de propósitos: o las hago o no las hago. No siempre viene bien, porque el hecho de no prometer cosas, por lo visto y según llevo comprobando con el paso del tiempo, es algo que ahuyenta a muchas mujeres, de cara a hablarlas en serio acerca de lo que llevas dentro. Es así, lo tengo comprobado: no prometer cosas, no mola, no brilla… no es sexy.
Así no me extraña, que tantas mujeres se sientan defraudadas en un corto-medio plazo en sus relaciones de pareja ¿pero no querían promesas? Pues eso es lo que les dieron: promesas y punto. Los vendedores de humo se ponen las botas, porque así es muy fácil engañar. Y a pesar de que no prometer brilla poco o nada, si tienes palabra y cumples, parece que como no hay glamour, y la cosa parece “más fácil” o “más accesible” por aquello de ser real y cercana, también parece gratis.
Y lo que parece que es gratis, se valora menos precisamente, por estar más al alcance de la mano. ¿Cómo salimos de ésta? Porque si lo fácil, es prometer y dejar al aire y al futuro lo que salga ¿verdad? Y lo que dure… ¡pues hala! A mentir como bellacos, así hacen muchos mientras les dura.
Esto nos jode a los que sí hacemos cosas para que las relaciones salgan ¿por qué? Pues porque para la siguiente, esa mujer que se ha sentido defraudada en su relación anterior, porque llenó el cajón de las ilusiones antes que el frigorífico, estará resabiada, vendrá de vueltas y lo mirará todo con lupa cuatro veces más, poniéndole al chaval en cuestión, más cuesta arriba que a nadie, el llegar a su corazón.
Mientras tanto, el vendedor de humo, hará lo que mejor saber hacer: decir lo que las mujeres quieren oír, porque queridos amigos, si lo hace y sigue haciendo… es porque le funciona. A veces me da la sensación de que hay mujeres, que desean que les mientan, te lo digo en serio, es la sensación que me da. No todo el mundo sirve para mentir, pero a veces parece que mentir forma parte del atractivo durante un cortejo.
No es bueno prometer cosas, porque te puedes meter en una hipoteca que no serás capaz de sostener. Tampoco las anuncies a bombo y platillo. La mejor promesa son los detalles: cosas que no tienes por qué hacer, pero que las haces, porque cuando se las haces a ella, tienen un significado que apunta directamente, a lo que quieres expresar o quieres decirle. Y lo más importante de todo, con esos detalles le estás diciendo que estás.
Ahora, que te recuerdo que esto no es la máquina de sacar Cocacolas: esto no es echar una moneda y que salga lo que tú quieres. Cuando tienes un detalle, un hecho pequeño que tiene un significado concreto y directo, puede ser recibido, puede ser obviado, puede ser apreciado hasta el fondo de su corazón, o incluso puede generar rechazo. Normalmente, los detalles cuentan para bien, pero si todo son detalles y ella no siente la más mínima necesidad de esforzarse por acceder a ti… porque eres Mr. Detalles ¡bienvenido a la friendzone! Estás muerto.
Entonces ¿ellas quieren que las mientan o no? Pues oye, allá tú con tu conciencia: yo no lo hago, pero sí que e verdad, que a veces he deseado ser poseedor de un cerebro reptiliano sin conciencia ni empatía, para poder vivir mejor y no complicar las cosas. Desgraciadamente, tengo un cerebro de mamífero y por tanto, siento y padezco. Y me importa cómo ella se sienta, cómo ella esté y lo que le pase: claro que me importa.
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