ENEMIGO PÚBLICO 💣

For my whole life I didn't know if even really existed. But I do. And people are starting to notice. When you bring me out, can you introduce me as Joker?

— Arthur Fleck, The Joker


Parte de madurar o del desengaño, que prácticamente es lo mismo, pasa por dejar de desear ser “el bueno” para pasar a ser “el que gana”. Porque en efecto, no es lo mismo. El que gana es el que tiene más poder, o se queda con todo, o sobrevive al final. Con más o menos decoro, pero mejor ser ganador ¿verdad?

BUENOS Y MALOS ¿ASÍ DE FÁCIL?


Cuando éramos pequeños, en los cuentos, las películas, los comics los buenos eran los buenos y los malos eran los malos. Las diferencias estaban claras y apenas se daba lugar a ambigüedades.


Lo teníamos claro: el malo era todo aquel que, hacia daño, robaba, engañaba y mataba; pero teníamos la certeza, de que por mucho daño que hiciera, el bueno haría su trabajo y el malo, terminaría teniendo un final merecido para todo aquel que se saltara la ley.

Poco a poco vamos abandonando la versión infantil de la historia. Eso sí, algunos la abandonan demasiado tarde y a base de continuos desengaños. Quizás hemos mantenido una versión demasiado limpia, de la guerra continua entre los buenos y los malos. Tan limpia, que hemos tardado en darnos cuenta de que nadie es 100% bueno y nadie es 100% malo. Sí, sé lo que digo: ya sé que a veces parece que sí existen personas, que cumplen los patrones teóricos de los extremos puros, pero en cuanto pones los pies en el suelo, te das cuenta que muchas veces, nada es lo que parece.

Es por eso, que cuando en un guion entra en juego una traición, una bien escrita y sobre todo inesperada, seguimos reaccionando. Porque en el fondo, de entre todo lo que nos pueda pasar en la vida real, esto es lo que menos te esperas que te pase, cuando confías en alguien. Y no es que seamos dignos de santidad, pero para estas cosas siempre lo miramos por el lado egoísta cuando nos afecta. No es lo mismo un guion, que el que te pase a ti.

TRAICIONADO POR EL SISTEMA


A pesar de todo esto, para poder vivir de forma ordenada en sociedad, necesitamos un par de verdades que nos hagan de base, y que demos por hechas, para no caer un modelo de sociedad postapocalíptica.


Y es más fácil creernos que algo funciona cuando no le vemos las patas, cuando nos lo dicen desde muchos lados, que quizás confiar en quien tenemos al lado, que sabemos que es al menos tan imperfecto como nosotros.

El tema, es que no es lo mismo que te traicione alguien a quien puedes ponerle cara, a que te traicione el sistema; que es algo que se supone que a pesar de sus fallas, está diseñado para sostenernos a todo. De lo que no queremos percatarnos, es que el sistema no está diseñado para sostenernos a todo, es al revés: somos nosotros a los que se nos diseña, para garantizar la perpetuidad del sistema. Creo que no te estoy contando nada que no sepas, o al menos que no se te haya pasado alguna vez por la cabeza.

Y si este sistema es nuestra realidad inmediata, ser traicionado por tu propia realidad inmediata es bastante jodido. Más que nada, porque a todo lo que le diste un día valor de verdadero o falso, bueno o malo, justo o injusto, te das cuenta que es mentira. No porque no lo hayas puesto en práctica, o porque no lo hayas visto reflejado en los demás miembros de la sociedad; si no porque el objetivo por el cual tú estás funcionando de esa manera, no es otro que exprimirte.

EL MISMO SISTEMA ESPERA UNA REACCIÓN


La mayoría de las personas que caen en este tipo de conclusiones, lo hace después de haber tenido algún tipo de encontronazo inesperado. Pero normalmente no reaccionan, o tienen una reacción que podemos encajar dentro de la normalidad. Una respuesta previsible.


Como vivimos en una sociedad civilizada, podemos permitirnos el lujo de tener crisis existenciales, caer en depresión, sentir autocompasión por nosotros mismos, pensar que somos víctimas de este sistema, bla bla bla… y un sinfín de pretextos, que no se ubican en un perfil de víctima o rol pasivo.

Papel en el que es tan fácil refugiarse al estar tan a mano, que de esta forma nos damos la excusa nosotros mismos, para no hacer nada o para no reaccionar de una manera más contundente. Vamos, por mal que nos pueda ir, en Occidente no se pasan epidemias o hambrunas.

Lo que sí te puedo aportar, es que incluso este tipo de reacciones están contempladas. O sea, el propio sistema asume que cualquier día, te vas a dar cuenta de que te están exprimiendo. Y para ello, tiene ya una serie programada de evasiones, distracciones, ocio y entretenimiento. Todo muy controlado, para que tengas algo con qué entretenerte, pero sobre todo que tengas la sensación de estar haciendo algo, cuando en realidad lo único que has hecho, ha sido cambiarte de habitación dentro de la misma casa.

UNA EVASIÓN CALCULADA


Alcohol, drogas, aficiones y adicciones, con las que llenar el tiempo. Incluso el deporte, el ejercicio y la vida sana, pueden ser herramientas muy sutiles, para que te cuides y así estés más fresquito y saludable, para cumplir bien con tu función. Una persona sana es apta y dura más: exacto como las pilas Duracell, se la puede exprimir más tiempo.


Pero también es cierto, que no todos reaccionan igual. Y lo peor que le puede pasar al sistema, es que existen individuos que reaccionen de forma imprevisible, inesperada o no controlada. Porque mientras tengas una reacción que pueda entrar en tablas, para ser estudiada, cabe la posibilidad de que puedas ser neutralizado.

El problema lo tiene sistema, cuando no te ve venir. Cuando no tiene una respuesta especialmente diseñada para tu reacción, cuándo consigues esquivar sus filtros de seguridad… Y bueno, en su día como todo el mundo, me lo flipe con The Matrix, pero ahora mismo no te estoy hablando de eso.

No te puedes ni imaginar, lo insultantemente fácil que les resulta a los aparatos de control y órganos dependientes del sistema, a través de la salud pública y las fuerzas de seguridad, algo tan simple, como el encerrarte bajo cualquier pretexto, o evaluarte como alguien insano mentalmente hablando, para quitarte de en medio en cuanto les interese.

¿DE QUE TE HA SERVIDO CUMPLIR LAS NORMAS?


De hecho, te diré que cuanto más vigilas la normativa y cumplir las reglas al aceptar en tu vida los mecanismos de control, es mucho más probable que resultes víctima de estos.


Las personas que viven al margen de la ley y de sus normas tienen asumido que esto les puede pasar y lo aceptan como un coste de oportunidad. Pero eligen esta vida porque han visto que les compensa no seguir las reglas y por eso viven al margen. Aunque solo sea por un tiempo limitado. Esto no es una apología a la delincuencia es simplemente un hecho objetivo. ¿Cómo te quedas?

Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.

Comentarios

LO MÁS LEÍDO 🔎