EL FEMINISMO EXPLICADO POR RAMBO 💣

You know what you are. What you're made of. War is in your blood. Don't fight it. You didn't kill for your country. You killed for yourself. The gods are never gonna make that go away. When you're pushed, killing's as easy as breathing.

― John Rambo

Seguro que ya has visto en algún lado, eso de que ahora los hombres tenemos que deconstruir nuestra masculinidad. Este parece ser el nuevo nicho de mercado de los que viven del cuento y dan cursos, en pro de la paz mundial, de la igualdad y de la génesis de los seres de luz, eliminando testosterona del ambiente: que venga alguien que te enseñe una masculinidad bien entendida ¿verdad? Y si de paso, te pueden meter en la cabeza tres kilos de anestesia emasculante de corte feminista, mejor ¿no? Pues mira, voy a empezar con esta cita para que se entienda muy bien y desde el principio, del palo que va esto: se va a deconstruir tu puta madre. ¿No se ha entendido bien? Espera, porque es probable que, si lo digo solo una vez, alguien haya entrado en cortocircuito, por no haberlo pillado a la primera. Repito: se va a deconstruir tu puta madre. Ahora ya, podemos seguir con lo que realmente importa.


Desde la guerra de Vietnam, aproximadamente entre 1955-1975, hasta hoy, están tratando por todos los medios, meterse en la cabeza del hombre para encontrar la mejor forma, de hacernos cada vez más dóciles como individuos, y también en masa como sociedad. Empiezo por aquí, porque quiero que entiendas bien, de donde viene toda la basura, con la que tratan de adoctrinarnos hoy en día. Viendo en qué condiciones volvían los soldados: mentalmente destrozados, inutilizados para asumir un trabajo o reincorporarse a la vida civil, o directamente inadaptados a un comportamiento social normal, que habían perdido, se dieron cuenta de que una vez el hombre regresaba al hogar, el choque con la sociedad era tan frontal y tan abrupto, que muchos lo único que querían era volver al frente, porque ya no sabían hacer otra cosa.


Esto que se parece tanto a lo que podríamos llamar, la génesis de Rambo, es cualquier cosa menos una broma. Es el fruto de haber crecido y haberse criado en una sociedad donde nos han formado contra nuestra propia naturaleza, apagando y anulando el instinto, para convertirnos en títeres manejables que hagan lo que se les diga, cuando se les diga. ¿Qué pasa? Que después vas al mundo real, o sea: la puta jungla, donde no valen las normas sociales, ni el comportamiento aprendido entre cuatro paredes, y si quieres sobrevivir, tienes que deshacerte de todo ese esquema artificial que te han inculcado. Porque esta burbuja en la que vivimos, no es el mundo real, y no… no somos tan especiales como nos creemos, y nuestra vida no vale más, que la de los demás que viven fuera de ella.

Y claro, no es que solamente vuelvas hecho una mierda de Vietnam, es que ya no sirves para vivir dentro de una burbuja de seguridad artificial. Te conviertes en un inadaptado, a vivir entre cuatro paredes y fichar para trabajar en una oficina y eso implica, que no vas a poder producir dentro de este estatus artificial, para mantenerlo y pagar tus impuestos. Una vez que has probado en propia carne, de qué va el rollo, tu cuerpo, tu sistema nervioso, tu comportamiento y tu instinto, no viajan más en metro. No estoy diciendo que esto sea bueno, no estoy diciendo que debamos vivir sometidos al instinto tampoco, aunque al final sea lo único que cuente. Estoy diciendo que negar y reprimir el instinto, tiene sus consecuencias. Entonces ¿qué hacemos con estos hombres y con todos los demás?


En algún comité quizás no tan secreto, viendo el riesgo para la economía que podía suponer un país poblado en parte por hombres asilvestrados, alguien debió proponer algo parecido a esto:

Lo poco de instinto que les quede, vamos a terminar de anularlo por completo, para que puedan producir bajo control y no molesten. Vamos a hacer que odien la jungla, que tengan miedo a pelear, que no aprendan a defenderse, que estén controlados sexualmente para tenerlos atados y bien atados. Vamos a hacer en resumen, que odien y renieguen de lo que realmente son, porque si redescubren lo que son en el mundo real, entonces no podremos controlarlos. Vamos a someterlos a una autoridad, con la que no puedan enfrentarse físicamente, vamos a ponerles bajo un enemigo invisible que por ley, les diga quienes son y les manipule desde dentro, haciendo que cada vez que tengan un impulso, les genere tal rechazo, que no quieran volver a repetirlo. 

Pues vamos a enseñarles a todos estos tíos, y a meterles bien en el disco duro, que todo lo que ellos sienten, que todo lo que ellos hacen, que todo lo que ellos ven y que toda su percepción de la realidad al fin y al cabo, y que todas las respuestas que dan a los estímulos que reciban, son el mal encarnado en el mundo. Que no quieran salir del agujero donde les vamos a meter, y que además se avergüencen de lo que son. ¿Sí? ¿de verdad? Pues no: por aquí no se pasa. Lo repito: por aquí no se pasa. Ningún genocidio, es bien intencionado, porque cuando el argumento es que la maldad y la violencia, van implícitas en la identidad, lo que pretenden no es otra cosa que destruir lo que somos. Ni más ni menos. Y que sea legal, no quiere decir que sea lícito.

Este patrón de re-educación, no es otra cosa que un intento de adiestramiento, un experimento de estímulo-respuesta, similar al llevado por Pavlov y su famoso perro. Es quitar lo que hay, para poner otra cosa… pero oye, lo que hay ahí dentro, ni todo es cultural, ni todo es educativo, ni todo es condicionado: hay mucho que ya estaba ahí dentro, más que nada porque vino de serie. Y si vino de serie en el código, es porque tiene que estar ahí, para que la máquina funcione. ¿Acaso no quieren que la maquina biológica funcione según su diseño? ¿acaso lo que pretenden realmente es el control de la maquinaria biológica? ¿y por qué pueden querer este control? Con ellas, ya lo han conseguido, vendiéndoles una libertad basada en el capital y en el consumo. Fíjate tú que libertad…


El siguiente paso, está visto que es ir a por nosotros para que ni siquiera nos queramos acercar a ellas, y abrir una brecha tan abrupta entre hombres y mujeres, que los hombres sintamos que no nos compensa. Porque queridos hermanos: eso es lo que quieren: que nos centremos en una vida egoísta basada en el trabajo, en la realización intelectual y sobre todo en el consumo. Que no procreemos mucho, porque ya somos demasiados, y en que dejemos entrar a mano de obra barata, para hacer el mercado más competitivo, mientras ellas ya no quieren tener hijos y nosotros damos gracias por vivir y tener trabajo. Y como podéis ver, lo están consiguiendo, porque lo que te acabo de pintar, no es otra cosa, sino la burbuja occidental.

A estas alturas del artículo ya voy notando los aporreos en la puerta, los unfollows de mi twitter que deben ya de andar en números negativos, y atisbo el escrache desde la ventana, porque claro… decir esto no sale gratis, mientras sea yo quien lo diga: un hombre blanco heterosexual. Y que además, ha optado por ser un hombre NO desde el nacimiento, porque no lo elegí, pero si puedo elegir vivir como uno y comportarme como tal, pese a quien le pese. Y si pudiera elegir, la verdad, prefiero tener el sentido de la realidad que tengo, a tener que dar por buenas, ideologías artificiales que lo único que pretenden, en someterme a un control de la población del que soy bien consciente. Al menos eso, porque eso no me lo podrán quitar jamás.

El feminismo no es más que un sistema de control de la población profundamente capitalista. ¿Y sabes por qué estoy tan seguro de ello? Aparte que es algo que no he descubierto yo, y que solamente te cuento con mis palabras, cuando quieras saber el origen de algo y lo que es realmente, mira quien sale beneficiado de ello.

Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.

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