¿DEBEMOS DECIR SIEMPRE LA VERDAD? ⚖️

I know what stopped me. And you know what? It's never stopping me again.

― Jimmy McGill - Saul Goodman, Better call Saul

Desde tiempos inmemoriales, se nos ha enseñado que hacer trampas está mal, que no debemos mentir, que tenemos que decir siempre la verdad y así todo nos irá bien, porque engañar es cosa solo de malas personas. Nosotros debemos ser buenos, rectos, sinceros, limpios y además de todo eso, por supuesto: altos, guapos, fuertes y económicamente solventes. Ya dispuestas a pedir ¿verdad? El uso de la palabra y la comunicación como instrumento, salvo raras excepciones, nunca ha sido nuestro fuerte. Por la boca muere el pez, pocas verdades hay tan axiomáticas como ésta.


Como hombres tenemos que ser perfectos para escapar de la hoguera. Pero no perfectos como nos veríamos, por ejemplo, en una imagen ideal de nosotros mismos; sino perfectos para una demanda ineficaz, que requiere hombres mudos que no se quejen y que paguen por todas las consecuencias habidas y por haber. Y aunque este estereotipo de manso social, supere los filtros mínimos de tolerancia, siempre quedará en nosotros el pecado original de ser hombres, para que puedan imputarnos sin ningún tipo de justificación, cualquier agravio, impuesto, multa, pena o sanción. Por eso, por el mero hecho de ser.


Está quedando bastante claro, que con un sistema que no juega limpio contigo, no puedes enfrentarlo con las reglas que ese mismo sistema te propone, porque te las ha propuesto, o mejor dicho: te las ha impuesto, para incapacitarte a que puedas tomar cualquier acción, o reacción. Y que si la tomas, ese camino de justicia individual, sea costoso, largo, estéril, ineficaz e inconcluso, de forma que termines optando por desecharlo, por no merecer la pena, eligiendo aguantar lo que te echen encima. Es de esta forma, como la imposición sobre el varón se consuma, quitándole desde el primer momento las ganas de luchar por sí mismo.

Afortunadamente, la entropía o grado de desorden, por muy cerrado que sea un sistema siempre es creciente. Y donde pretenden cortar la reacción, van a tener que invertir tiempo, energía y recursos, porque siempre habrá una reacción. Esto quiere decir que por mucho que quieran imponer la tesis, de que los colores son opinables, no lo son. Por mucho que quieran discutir las leyes de la física y someterlas también a opinión, no podrán porque ellos mismos están sometidos a ellas. Quien piense que la ciencia le oprime, se asemeja a un niño con un berrinche, al que no le dejan ver TV por haberse portado mal. Puede llorar todo lo que quiera, no cambia el hecho.


Nos están diciendo que no somos nada, y que no tenemos otra forma de vivir dentro de esta burbuja, que no sea sometiendo nuestra voluntad a unas pautas sociales que van en nuestra contra. Y si rompes o no cumples esas pautas sociales, que intervienen en tu vida privada, en tus relaciones y en tus opciones, entonces eres objeto de penalización. Con lo cual, para poder desenvolverte dentro del sistema, tienes que tolerar constantemente leyes, normas y pautas, que van contra ti de forma directa, discriminándote y convirtiéndote en un ciudadano de segunda. ¿Suena jodido? No te estoy contando nada, que no esté pasando ya.

Piensa por un momento en tu propia libertad de expresión ¿se te consiente tu libertad de expresión? ¿puedes expresar abiertamente lo que piensas o lo que sientes sin temor a una represalia social? Tú mismo, no te daré una respuesta hecha: puedes comprobarlo por tus propios medios. Piensa por otro momento en tu expresión sexual ¿eres heterosexual? ¿crees que puedes ser libre sexualmente hablando? ¿o por el contrario te sientes coaccionado por barreras establecidas, que a lo único que te invitan es a la inacción, la aceptación o el sometimiento? Mejor quieto y callado ¿verdad? A esperar a que te llegue el turno cuando te llegue…


Realmente como hombres tal y como nos concebimos ¿este sistema de burbuja cerrada, nos permite desarrollarnos de alguna manera y expresarnos como lo que somos? La respuesta es NO. Y lo pongo en mayúsculas por si te quedaba alguna duda. De hecho, la única forma de poder tolerar el sistema en nuestra vida diaria, manteniendo la cabeza más o menos intacta, y no dejándonos lavar el cerebro, es convertirnos en outsiders, bichos raros o unos perfectos hipócritas. La mejor salida parece ser esta última, porque es la que menos nos delata: por un lado seguir la corriente, y por otro llevar una vida en B. Y cuando digo en B no me refiero a invadir impuestos, me refiero a vivir según nuestro código en el ámbito privado, allí donde supuestamente nadie debería entrar.

¿Se puede engañar al sistema? Vaya pregunta ¿verdad? Y más si esta pregunta la plantea y la responde un don nadie como yo… un absoluto don nadie. Pues te puedo decir dos cosas: la primera es que está en tu libertad estar dentro o fuera, y la segunda, es que si estás dentro, eres parte del engaño. Porque si estás dentro y vives de él, eres un borrego más; y si estás fuera no existes. La única alternativa a largarse a lo que queda de la selva del Amazonas y quedarse en pelotas renunciando a todo, es convertirte en un perfecto hipócrita; eliminar toda clase de barrera moral y decir una cosa en público, cumplir unos mínimos, aquellos que te comprometen socialmente, y después hacer lo que creas conveniente en tu ámbito privado. Pero así ¿cuánto crees que se puede aguantar?


Para terminar, te diré que algo que veo descrito explícitamente en muchos perfiles, en especial perfiles de mujeres, es que ninguna de ellas dice aceptar o soportar la mentira en una relación. Ninguna de ellas quiere mentiras, ninguna quiere que la engañen, o eso dicen al menos a la hora de buscar compañero. Piden sinceridad como pilar fundamental… ¿Sabes que te puedo decir ante eso? Que también es mentira. Yo lo llamaría “verdad asimétrica en forma de embudo”. Te lo pongo entre comillas para que tú mismo veas cómo lo gestionas. Lo mejor: no muestres todas tus cartas.

Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos.

Comentarios

  1. Me veo 100% reflejado. Y cualquier intento de expresar un hecho o realidad eres criticado como misogino o machista aunque no tenga nada que ver.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. es exactamente eso, pretenden imputarnos todos los males por el simple hecho de expresarnos, mientras los lobbies tienen carta blanca para todo, explotando una condición de víctima que rentabilizan de forma muy concreta.

      Eliminar

Publicar un comentario

El mundo no va a cambiar por lo que vayas a decir ahora, créeme... pero si crees que merece la pena y debes decirlo ¡adelante! Es tu decisión.

LO MÁS LEÍDO 🔎