DIFERENCIA ENTRE NODO Y AVATAR: EL VIAJE INTERDIMENSIONAL EXPLICADO📻
Cuerpo: Conjunto de la materia orgánica que constituye un ser humano, un animal o un vegetal. Objeto o porción de materia de tres dimensiones.
― Diccionario de la Real Academia Española
En la película The Fly (1986), Seth Brundle (Jeff Goldblum) presenta a Verónica Quaife (Geena Davis) su invento: dos cabinas llamadas “Telepods”, diseñadas para el teletransporte, desintegrando un objeto en un punto y reconstruyéndolo de manera inmediata en otro.
NODO Y AVATAR
Nodo: Es un punto de intersección interdimensional al que que accedemos, donde confluye el rango de frecuencias de origen, cuando es proyectado sobre un entorno cuyas condiciones, tienen un alto grado de superposición con el nuestro. Otra manera de decirlo más orgánica, podría ser: es el punto de anclaje interdimensional, donde convergen los cuerpos energéticos de distintos rangos frecuenciales compatibles para una superposición.
Avatar: Es el dispositivo creado de forma consciente a través del cual, nos manifestamos en un entorno que encierra un rango de frecuencias concreto. El avatar es el vehículo, a través del cual prolongamos o extendemos nuestra manifestación dentro del rango de frecuencias para el cual está diseñado. Un avatar no tiene por qué corresponderse en su totalidad como contenedor, con la totalidad de la banda de frecuencias que forman parte de nuestro nodo de origen. Y en cualquier caso es matricial, parte de la Matrix a la cual accedemos.
Teniendo en cuenta estas dos definiciones, en la película The Fly, podemos interpretar una analogía útil: El tránsito entre cabinas se aproxima a la idea de la creación un nodo: un punto de intersección interdimensional en el que las frecuencias de origen se proyectan en un entorno compatible. Y el cuerpo que emerge tras el proceso se asemeja al avatar: el dispositivo a través del cual nos manifestamos dentro de un rango concreto de frecuencias.
Ya sabemos que Hollywood tiene sus trampas. Y en este caso concreto, el condicionamiento que nos dan, es reducirlo todo a un mero transporte de materia que por supuesto, acaba mal. De esta forma, mentalmente ya nos condicionan a cerrar puertas de aprendizaje, que conciban más allá de lo físico-material. Nada que pueda abrir la mente a la verdadera naturaleza de la realidad, y a la naturaleza interdimensional de nuestro verdadero ser.
EL VIAJE INTERDIMENSIONAL EXPLICADO
Para empezar la palabra viaje, es la que utilizamos para entendernos, pero no hablamos de un desplazamiento físico de un punto A a un punto B. Usamos este concepto, porque es afín a la concepción de nuestra realidad más inmediata, pero si tenemos que ser rigurosos, podemos usar el concepto migración, o cambio de estado vibracional, o incluso transposición. También podemos verlo, como una traducción de un estado alterado, que genera un salto frecuencial a otras condiciones afines a la del estado alterado.
1. Punto de partida
Todo viaje interdimensional comienza con la identificación de un nodo. No es un lugar físico, sino un punto de intersección donde nuestro rango de frecuencias de origen encuentra compatibilidad con otro entorno. Acceder a un nodo implica reconocer que lo que entendemos como espacio-tiempo no es lineal, sino un tejido de superposiciones en el que las frecuencias se solapan.
2. La apertura del nodo
Una vez que las condiciones de superposición son estables, el nodo actúa como anclaje. En ese instante, se produce la convergencia de los cuerpos energéticos que resuenan en rangos compatibles. No se trata de desplazamiento ni de movimiento físico, sino de la manifestación de un punto de conexión, donde nuestra frecuencia de origen puede proyectarse sin romper la coherencia del entorno.
3. Creación del avatar
Para sostener esa manifestación en el nuevo entorno, es necesario un avatar. Este dispositivo no es una réplica exacta de nuestro nodo de origen, sino una construcción matricial adaptada al rango de frecuencias disponible. El avatar nos permite extendernos y operar dentro de la nueva realidad, aunque siempre con la limitación, de estar diseñado para un espectro parcial de nuestra banda completa de frecuencias.
4. Experiencia en el nuevo rango
La percepción dentro del entorno se produce a través del avatar. Todo lo que se experimenta —formas, estructuras, dinámicas— es resultado de la interacción entre la frecuencia del nodo y las condiciones del rango al que se accede. El viaje interdimensional, en este sentido, no consiste en llevar “algo físico” de un lugar a otro, sino en sostener una manifestación coherente en un marco de superposición frecuencial.
5. Retorno o integración
El viaje concluye cuando el avatar se disuelve y la proyección retorna al nodo de origen. Lo aprendido no es un traslado de materia, sino la ampliación de la comprensión sobre la propia naturaleza interdimensional del ser. Cada incursión añade capas de experiencia que confirman lo esencial: lo que somos no se limita a un cuerpo físico, sino a la capacidad de modular frecuencias para manifestarnos en múltiples entornos matriciales.
EL CONTROL DEL ESTADO VIBRACIONAL
No me siento facultado realmente para hacer esta afirmación de control de estado, porque nunca he alcanzado tal nivel de disciplina, que me pudiera confirmar que en efecto, sea capaz de controlar o regular mi estado vibracional a voluntad. Intuitivamente y gracias a lo aprendido, puedo manejarme dentro de un margen, que puedo experimentar según mis sensaciones, reacciones corporales, intuición o simplemente, aprovechar en un determinado momento, esa alteración de estado, a la que no he encontrado un protocolo firme y demostrado como eficaz, al que pueda recurrir a voluntad, pero a la que sin embargo, sí he llegado por causas circunstanciales.
Algunas de estas causas circunstanciales, que puedo interpretar como correctas y recurrentes además del sueño consciente, son:
- Sentir una vibración intensa, que empuja tu cuerpo durante un estado de relajación, que de forma inminente da la señal de “salida”. Nunca he sabido intencionarlo, pero siempre ha sido la señal inequívoca de que “vas fuera”.
- La compatibilidad frecuencial con otras personas, que deben manifestar un rango frecuencial bastante similar al mío y con las cuales, he podido solaparme y que me han habilitado, consciente o inconscientemente un canal.
- La posición al dormir y el tener un margen suficiente de horas de sueño, que me permitiera relajarme auténticamente sin estrés condicionado.
- El apoyo intencionado con determinada música, a la que sé que es más probable que reaccione.
- La oscuridad absoluta en la habitación donde me encuentre, dejando siempre pasar una mínima cantidad de luz.
- La privación sensorial llevada hasta un punto, que dentro de mis posibilidades, me facilitara la ausencia de interferencias.
- Encontrarse en un estado neutro físicamente hablando: sin frío corporal, bien hidratado, no estar en el proceso de digestión, o bien dormir sin ropa.
Tampoco soy Robert Monroe, pero algunas de estas causas a las que llamo circunstanciales, coinciden en gran parte con algunas de las fases y estados, que este autor identificó en su libro Viajes fuera del cuerpo (Journeys Out of the Body, 1971). Simplemente no he sido capaz, al menos de forma consciente, de tener esta capacidad controlada. En mi caso te podría decir, que simplemente “me ha pasado”, pero ha sido siempre de una forma más inminente que intencionada.
Sí te puedo decir de primera mano, que aunque entres en estado, el miedo a salir lo corta todo. O cuanto más estrés lleves encima, o condicionamiento mental por todo aquello que nos ata a la Matrix 3D física, o tu estado de densidad esté sometido a malos hábitos o a vicios adquiridos, más difícil es que la confluencia de circunstancias a favor del “salto” (por llamarlo de alguna manera) se dé con éxito. Aunque también es posible que se pueda sin intencionarlo, ninguna causa salvando el miedo a la experiencia, es determinante.
A veces lo más difícil es soltar el control, soltar los malos hábitos, pero a pesar del miedo, las interferencias, el condicionamiento mental y las limitaciones de nuestro cuerpo físico, que en gran parte vienen de fábrica, se puede: claro que se puede.
Toma lo que te sirva y desecha lo que no.




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