MANTENEMOS UNA GRANJA ENERGÉTICA🔋
Fear is the great barrier to human growth. Always know and remember that you are more than your physical body
— Robert Monroe
Te puedes acostumbrar a estar siempre cansado, achacándolo a que trabajas muchas horas. También te puedes acostumbrar a dormir menos de lo que deberías, y a comer mal y rápido, por hacerlo a diario. Que te acostumbres a todo esto y lo termines llevando, no quiere decir que sea bueno, ni normal. Quizás te adaptes por un tiempo, pero hay un coste.
Pueden hacer que te acostumbres a sentirte enfermo, si te condicionan constantemente a comportarte y a actuar como alguien que está enfermo. Aunque no lo estés, si en tu propio día a día estás obligado, o fuertemente condicionado a no llevar una vida saludable y a adoptar hábitos que van en contra de tu salud, terminarás por enfermar.
UNA INDUSTRIA DE EXTRACCIÓN
Nada de esto es casual y se debe solamente a lo que nos muestran. En esta esclavitud multinivel, aceptada por contrato, el principal objetivo es nuestra explotación energética a través de nuestra reactividad a los diferentes impactos y ganchos, que nos proponen para hacernos sufrir y reaccionar por diferentes vías, de forma que seamos productores de loosh.
Porque la soledad tiene un coste, el miedo tiene otro. Y lo que entendemos por explotación, no tiene por qué ser necesariamente, estar enganchados a una máquina tal y como somos capaces de concebir. Existe toda una industria y toda una tecnología de extracción, más allá de lo que somos capaces de ver, basada en nuestra reactividad emocional.
Con esto lo que quiero decir, es que no todas las adaptaciones al medio son buenas, si nosotros tenemos la capacidad de modificar el medio, y que no sea éste, el que nos modifique a nosotros. Aunque en el medio largo plazo, la transformación es mutua, y no existe cambio en el medio, sin que también se haya reflejado en nosotros.
Porque el medio no cambia, si nosotros no ponemos de nosotros mismos, voluntariamente, para que primero se dé el cambio en nosotros, y después en el medio. Por ello, mientras nuestra actuación se encuentre controlada y acotada, dentro de unas rutas concretas, generando bienes y servicios, el control del orden jerárquico parece estar garantizado.
CIRCUITOS CERRADOS QUE GARANTIZAN LA PRODUCCIÓN
Parece que el hecho de que participemos voluntariamente en círculos viciosos y rutinarios, favorece el orden jerárquico del sistema establecido, en el que a modo de animales de granja, realizamos unas rutas concretas en circuito cerrado, que desde nuestro capital humano, generan beneficios tangibles e intangibles, dentro de la pirámide alimenticia social.
Existe un coste energético para todo esto. No estamos hablando solamente del estado de nuestro cuerpo, o de la predisposición de nuestra mente a salir de un círculo vicioso. Un círculo en el que por rutina, se nos condiciona a no querer pensar mucho más allá, y que prefiramos descansar y no hacer nada, aliviarnos pero no demasiado, dormir y otro día más.
Este coste energético, es el producto del sacrificio parcial, que poco a poco, vamos entregando sin ser plenamente conscientes de ello, de igual forma que cuando vamos a hacer la compra, de alguna manera todo lo que metemos en la cesta, ha sido previamente cultivado, criado, cosechado, sacrificado, procesado y por último, envasado y distribuido.
Hablando de lo cotidiano, y en el uno a uno, ahora junta este círculo vicioso individual, con el de tu vecino, con el de tu compañero de trabajo, y con el de cada persona que veas por la calle. Si sientes que pierdes energía, y este sentimiento es más común de lo que imaginas ¿A dónde va toda esta energía teóricamente perdida? ¿se pierde? ¿se disipa?
EL MERCADO DE COSECHA ENERGÉTICA
Para definir esta extracción energética, que se viene llevando a cabo desde la propia creación de esta granja prisión, empleamos el término loosh, acuñado por Robert Monroe, como la energía irradiada sutil que desprendemos, cuando se nos somete a cualquier tipo de estrés físico y emocional, y cuyo mayor punto de obtención es la muerte física.
De igual forma, se cultiva, cría, cosecha, sacrifica, procesa, envasa y distribuye, dentro de un sistema tal, que si fuésemos capaz de percibir a simple vista, nos daríamos cuenta de que en efecto todo esto es una industria, que va mucho más allá de una simple explotación agropecuaria humana, que a modo de granja lechera cosecha el loosh y lo distribuye.
Y todo este producto va alguna parte, porque es el objeto de nuestro aprovechamiento. Si fuésemos capaces de ver más allá de nuestras cabezas, y pudiésemos observar el flujo de cómo esta energía se desprende poco a poco, desde nosotros, siendo extraída mediante canales sutiles... mucho me temo que nos plantearíamos la vida de otra manera.
Porque lo que ahora mismo nos parece “adaptarnos” a la imposición, no es más que el reordenamiento de la granja. De forma que la producción de la energía sutil derivada de nuestro sufrimiento, nuestros estados emocionales alterados o exaltados y el sacrificio, que generamos con cada reacción del alma, se vuelva cada vez más eficiente para su cosecha.
LAS CONSECUENCIAS DE OBEDECER AL GRANJERO
Cuando un animal se acostumbra a vivir en una granja dentro de un circuito cerrado, no se está adaptando, ni está evolucionando, ni se está volviendo más capaz de sobrevivir por su cuenta y riesgo, sino todo lo contrario: se condiciona y se supedita a las condiciones dadas y va modificando sus necesidades, en función de la demanda del director de la explotación.
El transhumanismo que nos presentan y que pretenden introducir como ventaja adaptativa al medio, no es más que el anzuelo que muchos necesitan ver, para entrar por la puerta del redil. Hacerse dependiente de un certificado digital no es adaptarse al medio. Si haces todo lo que te dice el granjero, vivirás el tiempo que quiera el granjero, dentro de su programa.
Para el granjero, no eres más que un animal explotable, por muy alta posición que creas ocupar en tu orden jerárquico cercano, o por muy bien que creas ser tratado: te sigue viendo desde el otro lado de la verja, aunque dentro de la piana, se te considere el más bello entre los cerdos. Todo lo que te diga el granjero, está en función de su beneficio.
Y su beneficio es que tú sigas generando loosh, porque para eso te tienen aquí, y ese es el peaje energético que estás pagando por tener esta experiencia en la tercera dimensión. De hecho, no creo que exista forma de no ser explotado en este entorno, ya que si en ti habita una fuente energética, entonces no formas parte del vacío, ergo eres explotable.
Somos antihéroes en un mundo que ha dejado de creer en los hombres buenos
Comentarios
Publicar un comentario
El mundo no va a cambiar por lo que vayas a decir ahora, créeme... pero si crees que merece la pena y debes decirlo ¡adelante! Es tu decisión.