¿ERES UN HOMBRE REAL? 🧔

From the very first day when filthy bits of slime crawled out of the sea and called to the stars 'I am man', our greatest dread has always been the knowledge of our mortality. But tonight, we will hurl the gauntlet of science into the frightful face of death itself. Tonight, we shall ascend into the heavens! We shall mock the earthquake! We shall command the thunders and penetrate the very womb of impervious nature herself!

― Dr. Frederick Frankenstein, Young Frankenstein

Un hombre real, es un hombre cualquiera independientemente de cuál sea su estatus social, raza, opción sexual o credo. Mientras hablo contigo, soy un hombre real, aunque no me veas directamente, no estemos en un bar tomando unas cervezas, o no seamos compañeros de trabajo. Los hombres reales hacemos cosas normales: vivimos, trabajamos, amamos, disfrutamos, sufrimos, dormimos, comemos, celebramos y descansamos.

Algunos somos padres, otros no lo somos. Algunos trabajamos, a la inmensa mayoría no nos queda otra: el que no trabaja, busca trabajo. Algunos tenemos pareja, otros no la tenemos: el que la quiere y no la tiene, la busca.  Los hombres reales, existimos como tales y dependemos de nosotros mismos. 

Nada de lo citado supone un delito, nada de lo mencionado supone un solo menoscabo, lesión o golpe en la línea de flotación de los derechos de la mujer. A pesar de ello, ya estamos todos en condiciones de afirmar, que se nos está perjudicando social, política y económicamente. Desde los lobbies, desde los medios de comunicación, desde la educación y desde el marco legal. Si ser hombre es algo malo, por todas las supuestas implicaciones que el feminismo hegemónico se está encargando de institucionalizar, no hay nada que podamos hacer para evitarlo, si como yo, tú también has nacido hombre ¿verdad? No se te está marcando socialmente por lo que has hecho, o por lo que no has hecho… se te está marcando por lo que eres: eres malo porque eres hombre y por ello, tienes la culpa de todo.

Yo no acepto la culpa por un daño que no he hecho. Porque el hecho de ser y de nacer no supone falta, delito, culpa o pena alguna. ¿Culpables de qué? ¿has matado a alguien? ¿le has arrebatado sus derechos a alguien? ¿eres un violador? ¿un opresor? ¿un asesino? ¿un maltratador? No aceptes esto, tampoco lo apoyes, ni lo sustentes, no interiorices ni des por buenas estas ideas, ni las valides, ni consientas que te metan dentro de esa jaula social, mediática y legal sin barrotes.

He dicho sin barrotes, por el momento. Si no has hecho nada, no tienes que pagar por nada. Paga tus impuestos, tus facturas, cumple con tus obligaciones adquiridas porque vives en una sociedad, pero no consientas que te apliquen marca alguna que vaya en contra de ti mismo o de lo que eres. No te sometas bajo ningún concepto por muy alto que griten, por mucho que aporreen la puerta, te señalen, te marquen o te insulten. Por muchos minutos televisivos que concedan a este feminismo hegemónico que todo pretende acaparar, incluso tu vida privada, tu forma de hablar, de expresarte, de sentir, o de ver la realidad. No es Igualdad. Repito: no es Igualdad. Lo repetiré tantas veces como sea necesario: no es Igualdad. 

Un hombre es lo que hace. Un hombre real, es lo que hace en el mundo real, no lo que le dicen que es, o la matrícula que le ponen. No tienes que callarte, ni consentir una sola injusticia: ni las que les afecta a ellas, ni las que te afectan a ti, porque las que te afectan a ti, las sufres tú y las pagas tú. Y nadie absolutamente nadie, te va a regalar nada: ni una posición, ni un estatus, ni un cargo directivo, ni un trabajo mejor, ni más derechos, ni ningún valor o ventaja añadida por ser varón. ¿Qué como hombres lo tenemos todo más fácil? Sabes en tu propia carne que eso es mentira. Nadie te ha cedido el paso y nadie ha llamado a tu puerta, para darte una vida mejor. Todo cuesta, nada es gratis.